La fatiga suprarrenal - Estrategias de tratamientos naturopáticos

¿Sientes a veces que lo más difícil de tu día es levantarte por las mañanas sin importar cuánto hayas dormido? ¿Alguna vez te has sorprendido durmiéndote en el trabajo y mirando el reloj para darte cuenta de que todavía tienes que sobrellevar unas cuantas horas más de la jornada? ¿Te sientes a veces irritable e incapaz de concentrarte en las tareas? Puede que incluso estés remotamente consciente de lo fastidioso que se ha vuelto sentirte lento todos los días. Al igual que muchos otros, probablemente no tengas ni idea de por qué sigues experimentando esta fatiga incesante, y la única explicación probable que se te ocurre es que no estás tomando suficiente café para funcionar bien, ¿no?

Aunque puede parecer que la mayoría de las personas experimentan estos síntomas y que no son muy preocupantes, en realidad son signos de que las glándulas suprarrenales pueden necesitar algún tipo de apoyo. Las glándulas suprarrenales son dos pequeñas glándulas que están ubicadas sobre cada riñón y cumplen muchas funciones vitales, incluida la regulación de la respuesta de tu cuerpo al estrés mediante la liberación de hormonas como el cortisol, la DHEA y la epinefrina [1]. Cuando las glándulas suprarrenales son sobreestimuladas por un período prolongado de tiempo, comienzan a debilitarse y producen menos hormonas.

La fatiga suprarrenal o disfunción suprarrenal se refiere a una enfermedad que resulta de la alteración del funcionamiento de las glándulas suprarrenales. Entre sus síntomas figuran la hipotensión ortostática o presión arterial baja, especialmente al levantarse, sueño insuficiente (incluso después de un largo sueño), dificultades para pensar, incapacidad para enfrentar situaciones estresantes y un aumento característico de energía al final de la tarde [2]. A pesar de ser cada vez más común, la fatiga suprarrenal no ha recibido el reconocimiento que se merece y muchas veces no se trata. En el campo de la medicina convencional, se presta más atención a las condiciones de insuficiencia suprarrenal severa en las que las suprarrenales dejan de funcionar del todo, como la enfermedad de Addison y la enfermedad de Cushing [1]. La fatiga suprarrenal podría progresar a una insuficiencia suprarrenal crónica si no se trata [2]. Este artículo identificará las causas de la fatiga suprarrenal y su asociación con el eje HHA. Por último, hablará de los enfoques naturopáticos más efectivos para tratar la fatiga suprarrenal.

El eje hipotalámico-hipofisario-adrenal o eje HHA, como su nombre indica, se refiere a la compleja interacción entre el hipotálamo, la glándula pituitaria y las glándulas suprarrenales, cuya función principal es mantener la homeostasis o el equilibrio relacionado con el estrés [3]. El hipotálamo, también conocido como la "glándula maestra" en el cerebro, responde al estrés liberando una hormona llamada factor liberador de corticotropina (CRF). Esta hormona a su vez envía señales a la glándula pituitaria para que libere la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), que luego estimula a las glándulas suprarrenales para que liberen cortisol [1]. El aumento de la hormona del estrés desencadena controles de retroalimentación para indicarle al hipotálamo que deje de producir CRF. En los casos graves de fatiga suprarrenal, las suprarrenales cesan de producir y liberar las hormonas a medida que se agotan.

Algunas causas de fatiga suprarrenal incluyen el sueño insuficiente, una dieta inadecuada, un aumento de la ingesta de cafeína y los períodos prolongados de estrés físico o emocional. El estrés en particular es un factor de riesgo importante para muchas enfermedades, incluyendo los dolores de cabeza, las enfermedades del corazón, las deficiencias del sistema inmune, los problemas digestivos [1]. Se estima que el 75-90 por ciento de las consultas de atención médica primaria están relacionadas con el estrés, ya sea de forma aguda o debido a problemas crónicos asociados con el estrés [1].

Las implicaciones de la fatiga suprarrenal y el exceso de cortisol se extienden aún más para incluir el debilitamiento del sistema inmune. Un sistema inmune debilitado a su vez puede generar una mayor susceptibilidad a las enfermedades. Cuando las glándulas suprarrenales son sometidas a periodos intensos y prolongados de estrés y finalmente dejan de producir los niveles apropiados de cortisol, la disminución del cortisol puede provocar un sistema inmune hiperactivo. Esto a su vez puede conducir a enfermedades autoinmunes [4].

Antes de hacer un diagnóstico de fatiga suprarrenal, es importante distinguir la fatiga suprarrenal de otras condiciones que se presentan de forma parecida, como el síndrome de fatiga crónica. Las pruebas de diagnóstico para la fatiga suprarrenal comienzan con la obtención de información sobre el historial de salud de una persona, seguida de pruebas de laboratorio para descartar la posibilidad de deficiencias nutricionales, enfermedades infecciosas o afecciones como la anemia o el hipotiroidismo que pudieran estar causando la fatiga. La función suprarrenal se puede medir usando una prueba salival de cortisol y dehidroepiandrosterona (DHEA); medir la presión sanguínea; y realizar un examen físico, específicamente una prueba de Hippus que examina la dilatación de la pupila en respuesta a la luz.

Los enfoques naturopáticos para tratar la fatiga suprarrenal incluyen identificar la causa y determinar cuáles son las necesidades dietéticas y los suplementos nutricionales apropiados, considerar el uso de algunas tinturas botánicas o cápsulas que actúan como adaptógenos o ansiolíticos que reducen la ansiedad, establecer una higiene adecuada del sueño e incorporar algunas técnicas de reducción del estrés. El término "adaptógeno" en particular se refiere a las plantas que mejoran la respuesta inespecífica y la recuperación del estrés [1]. De acuerdo con el investigador I.I. Brekhman quien acuñó el término, un adaptógeno tiene cuatro propiedades principales; 1. Es inofensivo, 2. Tiene un efecto general, no específico, 3. Aumenta la resistencia a factores estresantes físicos, químicos o biológicos, y 4. Actúa como un estabilizador/normalizador general [1].

El regaliz o la Glycyrrhiza glabra es una hierba popular que se utiliza en la medicina tradicional para tratar la fatiga suprarrenal y las úlceras. El ingrediente activo principal es la glicirricina, es estructuralmente similar a los corticoides y es responsable de influir en el equilibrio de cortisol [1]. La glicirricina actúa uniéndose a los receptores de glucocorticoides y mineralocorticoides, imitando débilmente la acción de las hormonas esteroides endógenas y ahorrando cortisol [1]. Se ha determinado que, en cantidades más altas, el regaliz tiene un fuerte efecto sobre los riñones, lo que permite que el cortisol interactúe con los receptores de aldosterona, lo que a su vez afecta el equilibrio sodio/potasio y aumenta la presión arterial. Por esta razón, el regaliz debe administrarse con precaución en las personas con presión arterial alta y debe vigilarse de cerca.

El Ginseng siberiano o Eleuthrococcus senticosus es otra hierba conocida por sus efectos antiestrés que actúa modulando los cambios del eje HHA. Estudios clínicos han determinado que el Eleuthrococcus aumenta la capacidad de adaptarse a las condiciones físicas adversas, mejora el rendimiento mental y mejora la calidad del trabajo en condiciones estresantes [5]. Un estudio doble ciego llevado a cabo en 45 individuos sanos de 18 a 30 años de edad asignó al azar a los participantes a recibir Eleuthrococcus o un placebo durante 30 días. Los participantes fueron sometidos luego a una prueba, conocida como Test de colores y palabras Stroop (Stroop CW) para evaluar su respuesta al estrés, así como su frecuencia cardíaca y presión arterial sistólica y diastólica antes y después del tratamiento. El estudio encontró que a diferencia del grupo placebo, los que tomaron la hierba experimentaron una reducción del 40 por ciento en la frecuencia cardíaca y una reducción del 60 por ciento en la presión arterial sistólica en respuesta a la prueba de estrés [6].

La Withania somnifera, también conocida como Ashwagandha o Ginseng indio, es un adaptógeno popular en la tradición médica ayurvédica. Los withanólidos que se encuentran en la Withania son sustancias biológicas con una estructura de esterol, y se cree que son los responsables de los efectos adaptogénicos e imitadores de glucocorticoides de la planta. Los estudios han encontrado que cuando se administra Withania, se tratan muchos de los cambios biológicos que acompañan al estrés extremo, incluidos los cambios en la glucosa en la sangre, la carga suprarrenal y los niveles de cortisol [7,8].

La Rhodiola rosea, o "raíz de oro" es una planta que crece en abundancia a gran altura en las regiones árticas y montañosas de Europa y Asia [9]. Esta planta no solo es conocida en la medicina tradicional por ayudar a disminuir la depresión, sino también por sus propiedades adaptogénicas en la estimulación del sistema nervioso, lo que elimina la fatiga y mejora el rendimiento laboral [9]. Un pequeño estudio que se llevó a cabo para determinar los efectos de la Rhodiola en personas con trastorno de ansiedad generalizada encontró diferencias significativas entre la puntuación basal y posterior al tratamiento con Rhodiola en la Escala de clasificación de ansiedad de Hamilton (HAM-A) [1].

Se ha descubierto que la vitamina B5, también conocida como ácido pantoténico, juega un papel importante en el funcionamiento suprarrenal adecuado [2]. Las fuentes habituales de vitamina B5 incluyen la levadura de cerveza, el maíz, la coliflor, la col rizada, el brócoli, el tomate y el aguacate, por nombrar algunas. Un estudio que observó los efectos de la deficiencia de vitamina B5 encontró que el grupo que recibió una dieta deficiente en vitamina B5 desarrolló infecciones recurrentes del tracto respiratorio superior y otros síntomas similares. El análisis de orina del grupo experimental reveló una disminución en los niveles de las hormonas suprarrenales, que cayeron progresivamente a medida que el experimento continuó [10]. Otros síntomas comunes de la deficiencia de vitamina B5 incluyen fatiga, insomnio, depresión, irritabilidad y vómitos [11]. Esta evidencia sugiere que la vitamina B5 es importante para el funcionamiento óptimo de las glándulas suprarrenales y puede ser aún más beneficiosa cuando se toma con un suplemento del complejo B.

El sueño adecuado no solo es necesario para el crecimiento y desarrollo saludables, sino también para la restauración de la salud mental y física. La falta del sueño adecuado puede afectar en gran medida el estado de ánimo, el estrés y los niveles de cortisol. La higiene adecuada del sueño es, por lo tanto, importante y debe incluir ir a dormir a una hora fija cada día, usar la cama solo para dormir y mantener el dormitorio oscuro y silencioso [2].

Como se mencionó anteriormente, el estrés es un factor de riesgo no solo para la fatiga suprarrenal, sino también una serie de enfermedades que incluyen los dolores de cabeza, las enfermedades cardíacas, las deficiencias inmunológicas y los problemas digestivos. Las técnicas de reducción de estrés pueden, por lo tanto, ayudar a modular las glándulas suprarrenales al liberar cortisol. La incorporación de prácticas regulares como la respiración profunda, el yoga, la meditación o la visualización guiada, y el ejercicio puede ser una medida para controlar el estrés y la ansiedad.

La fatiga suprarrenal es una afección común que puede afectar muchos aspectos de la salud, desde causar fatiga hasta alterar el equilibrio hormonal y afectar los niveles de glucosa en la sangre. Es importante tener en cuenta que el estrés es el principal factor que se debe identificar para tratar directamente la causa, y no solo los síntomas. Los enfoques naturopáticos para tratar la fatiga suprarrenal deben incluir un registro completo de los antecedentes de salud para descartar otras condiciones médicas posibles que puedan estar causando fatiga y síntomas similares, como el síndrome de fatiga crónica. Las modalidades como la medicina botánica, el estilo de vida y el asesoramiento nutricional, que incluyen una buena higiene del sueño y técnicas de reducción del estrés, pueden considerarse para ayudar a restaurar la función suprarrenal. La lista de intervenciones naturales que se discutieron en este artículo no cubre todas las opciones. Siempre consulta con un médico naturópata para determinar qué tratamiento es apropiado para ti.