La psoriasis - Terapias naturopáticas

Introducción

La psoriasis es una condición crónica de la piel que puede tener síntomas de diferentes niveles de intensidad. Esta afección hace que las células de la piel crezcan muy rápido, lo que produce gruesos parches plateados o rojos en la piel (1). Por lo general, las células de la piel crecen, rotan una vez al mes y la piel nueva crece para reemplazar la piel vieja. Sin embargo, en los procesos patológicos involucrados en la psoriasis, las nuevas células de la piel se mueven hacia la superficie exterior más rápido (a veces en días, en lugar de en semanas). Terminan construyendo placas, que varían en tamaño. Las áreas más comunes afectadas son las zonas extensoras (las rodillas y los codos), así como el cuero cabelludo y las extremidades como las manos y los pies. La psoriasis es más común en la edad adulta, en contraposición al eccema, que es más común en los niños (1). Estas placas pueden o no producir picor.

Gran parte del proceso subyacente en la psoriasis es producto de que el sistema inmune está demasiado activo cuando no debería, lo que genera inflamación (2). En este estudio, los autores encontraron que las lesiones de la piel psoriática tenían una expresión significativamente menor de muchos reguladores inmunes negativos, incluyendo la interleucina-10, el antígeno 4 del linfocito T citotóxico, la muerte celular programada 1, los ligandos 1 y 2 de la muerte celular programada 1, y la enzima indoleamina 2,3 dioxigenasa. Estos reguladores inmunes normalmente deben mantener las cosas bajo control, pero en la psoriasis hay deficiencia de ellos.

La psoriasis probablemente tiene un componente genético subyacente y puede desencadenarse por factores ambientales. La psoriasis generalmente se diagnostica en función de la apariencia de la piel. A menudo, se puede remitir al paciente a un dermatólogo para confirmar o realizarle evaluaciones adicionales. Si el diagnóstico no está claro, se pueden realizar más pruebas, como una biopsia de piel. La psoriasis grave es más fácil de diagnosticar que la psoriasis leve, que a menudo se puede confundir con otras afecciones de la piel debido a su naturaleza inflamatoria. Los síntomas suelen empeorar por el frío, ciertos medicamentos, infecciones y el estrés psicológico. La psoriasis también puede empeorar por el consumo de tabaco y alcohol, así como por la obesidad. También hay varios subtipos de psoriasis. Este artículo se centrará en la psoriasis en placas, pero muchos de los posibles tratamientos que se discuten aquí también podrían ser útiles en otros tipos de psoriasis (como la psoriasis pustulosa o la artritis psoriásica, que es una afección en la que la psoriasis y la artritis aparecen juntas).

Los tratamientos convencionales para la psoriasis tienen como objetivo disminuir la velocidad a la que crecen las células de la piel, reducir la inflamación y eliminar las escamas si están presentes (3). Existen tratamientos tópicos que a veces pueden ser bastante efectivos para la psoriasis leve. Cuando la psoriasis es más severa, la metodología estándar es combinar tratamientos tópicos (como cremas) con medicamentos orales o terapias adicionales.

La base de los tratamientos tópicos son los corticosteroides (3). Estos son anti-inflamatorios y pueden retrasar el recambio celular de la piel mediante la supresión del sistema inmune. Los esteroides tienen varios niveles de potencia. Si la psoriasis es más severa, se pueden usar esteroides de mayor potencia. Por lo general, los esteroides de baja potencia se usan en áreas sensibles (como la cara o los pliegues de la piel). Una preocupación con el uso a largo plazo de esteroides es que pueden causar adelgazamiento de la piel. Por esta razón, a menudo se sugiere que los esteroides tópicos se usen solo cuando sea necesario y por periodos limitados. Otra terapia tópica común es la vitamina D sintética (llamada análoga). Estos tratamientos también reducen la velocidad con que crecen las células de la piel. Si hay escamas, hay medicamentos que ayudan específicamente a disminuirlas y suavizar la piel. Estas cremas a veces pueden ser irritantes y manchar la ropa. Finalmente, hay otras terapias tópicas como el ácido salicílico, el alquitrán de hulla y las cremas hidratantes. Estas son terapias tópicas que se pueden usar en muchas enfermedades de la piel y pueden ayudar a combatir la sequedad, reducir el picor y disminuir la inflamación.

La terapia de luz, también conocida como fototerapia, es un tratamiento no farmacológico para la psoriasis. Implica exponer la piel a la luz (3). El uso de la luz ultravioleta parece ayudar con los síntomas de leves a moderados de la psoriasis, incluyendo la reducción del picor. Entre los medicamentos orales para tratar la psoriasis se encuentran los retinoides, que son un grupo de medicamentos que están estructuralmente relacionados con la vitamina A. Estos medicamentos son bastante fuertes para el cuerpo y por lo general se utilizan en la psoriasis severa. Pueden causar defectos de nacimiento y, por lo tanto, están contraindicados en las mujeres embarazadas. El metotrexato es un agente que se usa por vía oral para tratar la psoriasis. Generalmente se tolera en dosis bajas, pero puede causar problemas gastrointestinales y fatiga (4). Si se usa a largo plazo, puede causar problemas con las plaquetas y la función hepática.

Lo primero a considerar desde una perspectiva naturopática es la deficiencia de nutrientes. Las personas con psoriasis pueden tener deficiencias de cromo, vitamina D y antioxidantes como el selenio y la vitamina A. El cromo es útil para regular los niveles de glucosa en la sangre. La vitamina D, como se mencionó anteriormente, juega un papel importante en la normalización de la proliferación y diferenciación celular. Las personas con psoriasis parecen tener niveles más bajos de vitamina D en comparación con el resto de la población. La vitamina D se puede reponer por vía oral (esto produce una ingesta regular, constante y mensurable) o al exponerse a cantidades adecuadas de luz solar. El selenio es un precursor del glutatión, que es un potente antioxidante. Se observan bajas concentraciones de selenio en pacientes con psoriasis. Finalmente, los pacientes con psoriasis comúnmente tienen deficiencias de vitamina A y zinc, y restablecer los niveles óptimos de estos nutrientes puede ser útil para disminuir los síntomas de la psoriasis.

Hay muchas hierbas que se pueden utilizar en el tratamiento de la psoriasis en placas. Algunos actúan como anti-inflamatorios, mientras que otros tienen un mayor efecto sobre la regulación del sistema inmune. Por ejemplo, varias hierbas ayudan a disminuir los niveles de cGMP. La proliferación de células de la piel es causada en parte por un desequilibrio entre el AMP cíclico (o cAMP) y el GMP cíclico (o cGMP). La división celular está controlada por el equilibrio de estos dos componentes. En las personas con psoriasis, a menudo hay una disminución en la cantidad de cAMP y un aumento de cGMP (5). Entonces, el uso de hierbas que disminuyen el cGMP puede restaurar el equilibrio. Entre ellas se encuentran las hierbas sello de oro, melón amargo y cardo lechoso. La silimarina, uno de los componentes activos del cardo lechoso, también puede ayudar a tratar la psoriasis al mejorar la función hepática y disminuir la inflamación.

Los ácidos grasos omega-3 son un elemento fundamental para las condiciones dermatológicas naturales. Esto se debe a que contienen dos potentes componentes anti-inflamatorios, la EPA y la DHA. La EPA en particular es un anti-inflamatorio efectivo. Además, los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a disminuir la producción de ácido araquidónico (que es inflamatorio y se encuentra en las grasas animales), así como a reducir la producción de leucotrienos.

Un enfoque natural común para la psoriasis es una dieta de eliminación. Esto se trata de eliminar los alimentos más alergénicos durante un período de al menos dos semanas. Al final de la fase de eliminación, los alimentos se reintroducen gradualmente para ver si los síntomas empeoran. Si la piel empeora, ese elemento probablemente sea un alimento causante de la alergia y debe evitarse a largo plazo. Esto permite un enfoque individualizado para cada paciente. Alternativamente, las opciones de una dieta saludable incluyen limitar el azúcar, las carnes animales y el alcohol (que, como se mencionó anteriormente, puede agravar la psoriasis). Se recomienda que los pacientes aumenten su ingesta de fibra. Dado que la obesidad también es un factor agravante, se sugiere que las personas con sobrepeso consideren perder peso hasta que su índice de masa corporal se encuentre dentro del rango normal.

La acupuntura y la medicina tradicional china se han utilizado como un enfoque sistemático integral para tratar la psoriasis. Aunque son difíciles de explicar, algunos hallazgos positivos se han publicado en diversos estudios (6). Los tratamientos generalmente se recomiendan de manera individual y requieren varias sesiones durante varias semanas. La acupuntura puede ser una buena opción para aquellos que también desean trabajar en otros aspectos de su salud y también puede ser un buen método para reducir el estrés y la ansiedad en aquellos propensos a ella.

La psoriasis es un problema de salud crónico que es causado por un proceso patológico altamente complejo que involucra al sistema inmune. La piel se multiplica a una tasa mucho más alta de lo normal, causando parches y placas. Los enfoques convencionales incluyen terapias tópicas, terapias de luz y terapias con medicamentos. Todos pueden ser efectivos y pueden usarse en combinación si la enfermedad es grave. Existen opciones naturopáticas efectivas. Entre ellas se destacan las modificaciones en la dieta y el estilo de vida, que pueden ayudar a disminuir los factores agravantes y reducir la inflamación. También hay opciones herbales que reducen la proliferación celular. También se ha estudiado la acupuntura y ha arrojado resultados prometedores en algunos de los ensayos realizados. Te recomendamos consultar con tu médico naturópata para determinar qué curso de acción podría ser el más apropiado para tu situación específica.