Tópicos para manejar la piel reseca en el invierno - Cómo vencer el prurito de invierno

Galletas y panes, postres, vacaciones festivas ... palear la nieve, esperar temblando en la parada del autobús y lidiar con una batería de automóvil descargada. Las personas se dividen en dos grupos, ¡los que se mueren porque llegue el invierno o los que se mueren porque llegó el invierno! No importa de qué lado estés, tu piel sentirá los efectos del invierno de cualquier manera. El muy bien llamado “prurito de invierno” se refiere a la experiencia de la piel reseca, conocida médicamente como xerosis, durante los meses de invierno. La prevalencia durante el invierno se debe a la humedad relativamente baja, combinada con el calor interior seco, que se produce durante esta época. Ocurre con mayor frecuencia dentro de la población anciana, ya que el cambio del clima invernal es la causa más común de piel reseca en este grupo[1]. Aunque la piel reseca, escamosa y con picazón puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, la parte baja de las pantorrillas se ve afectada comúnmente debido a su densidad naturalmente más baja de glándulas sebáceas productoras de sebo. Para efectos de este artículo, nos centraremos en la resequedad simple de la piel durante los meses de invierno, sin embargo, la piel reseca también tener como causa varios problemas dermatológicos / médicos como la diabetes, el hipotiroidismo, el eccema atópico, y también puede desencadenarse por el uso de ciertos medicamentos. como los diuréticos[2]. Como siempre, puedes hablar sobre la información aquí analizada con tu proveedor de atención médica local (especialista en piel) para confirmar si es adecuada para tu caso.

Antes de pasar a los ingredientes hidratantes tópicos que debemos considerar, primero veamos algunos de los factores clave del estilo de vida que pueden mitigar el desarrollo de la piel reseca. Mis artículos anteriores han descrito en detalle el papel de la barrera cutánea en el mantenimiento de la hidratación de la piel. Los tres “lípidos fisiológicos” esenciales para mantener esta barrera incluyen las ceramidas, el colesterol y los ácidos grasos. Ten esto en cuenta para nuestro análisis a continuación con respecto a los humectantes tópicos. Cuando nuestra barrera cutánea es menos efectiva, el contenido de agua en las capas superiores de la piel puede evaporarse más fácilmente a la atmósfera, secando la piel. Además de la exposición a condiciones de baja humedad y altas temperaturas en interiores durante el invierno, existen ciertos factores de estilo de vida que pueden estar despojando tu barrera cutánea de estos lípidos. Esto puede poner tu piel en riesgo de resecarse más fácilmente. Uno de los factores más comunes es la exposición al agua caliente. En la ducha o un baño en tina, en el lavado de las manos y la cara, aunque el agua caliente se sienta muy agradable, puede interferir con nuestra barrera cutánea. Intenta usar una temperatura del agua que sea más cercana a tibia, en lugar de caliente, tanto como puedas. Para algunos, la duración de la exposición al agua también puede ser un factor. Si estás acostumbrado a tomar la proverbial “ducha larga y caliente”, intenta experimentar con una ducha más corta con agua tibia. Otro factor común es limpiar nuestra piel con jabones tradicionales. Esto cada vez preocupa menos, ya que en el mercado está aumentando la oferta de productos limpiadores líquidos y humectantes para las manos, el cuerpo y la cara. Muchos de estos productos pertenecen a la categoría de detergentes sintéticos, también conocidos como síndets, y limpiadores sin lípidos, que ayudan a eliminar de manera eficiente la suciedad y el exceso de grasa de la piel, pero son ricos en humectantes que permanecen en la piel para mantener y proteger nuestra barrera cutánea. Para una revisión más detallada del jabón tradicional en comparación con los síndets, consulta mi artículo anterior sobre los cosmecéuticos en el manejo del acné. Otros factores del estilo de vida que afectan la barrera cutánea incluyen la exposición a la luz UV, el estrés y el consumo inadecuado de alimentos y aceites que contienen ácidos grasos esenciales, como los derivados de la soja, el maíz, el germen de trigo, las semillas de cáñamo y las semillas de girasol[3,4].

Los humectantes más efectivos tienden a contener una mezcla de ingredientes hidratantes que se clasifican en tres categorías principales: oclusivos, humectantes y emolientes. Los humectantes oclusivos actúan para formar una barrera sobre la piel, ayudando a atrapar y prevenir la evaporación del agua de la superficie de la piel; los humectantes trabajan para extraer la humedad de la piel más profunda hacia las capas superficiales; y los emolientes, que proporcionan una rápida suavidad a la piel, funcionan al entremezclarse entre las células de la capa superior de la piel que están en proceso de desprendimiento. Revisemos algunos ejemplos populares y puntos clave de cada tipo de humectante común[5]:

Petrolato – reduce eficazmente la pérdida de agua de la piel; efectivo para pieles secas, pero puede dejar una sensación grasosa.

Aceite mineral – aunque es menos efectivo para prevenir la pérdida de agua de la piel en comparación con el petrolato, tiene el beneficio de ser menos grasoso y menos propenso a causar acné.

Glicerina (glicerol) – un humectante extremadamente popular y de uso común; puede hidratar eficientemente la capa superior de la piel; se considera un humectante “activo” debido a su capacidad para mejorar los procesos mediante los cuales la piel puede mantener la hidratación, incluso después de que se suspenda su uso regular; si se usa solo, puede dejar una sensación pegajosa en la piel en condiciones húmedas. Esta sensación pegajosa se puede mitigar si se combina con otros ingredientes humectantes como el ácido hialurónico.

Pantenol / provitamina B5 – un eficaz humectante a base de vitaminas; también se usa para calmar la piel irritada y reducir los efectos y las propiedades irritantes de otros ingredientes en una fórmula cosmética (como los derivados de la vitamina A)

Dimeticona / ciclometicona – puede actuar como humectante oclusivo y emoliente; puede proporcionar un alivio rápido debido a los efectos emolientes descritos anteriormente; reducir la pérdida de agua de la piel sin dejar una sensación grasosa; se sabe que es un tipo de hidratación eficaz para las personas que deben controlar su acné y en las personas con piel sensible

Estearato de cetilo – también ayuda a aliviar el desprendimiento de células de la piel; no grasoso también.

Si bien los ingredientes anteriores pueden ayudar a hidratar la piel, las investigaciones ahora muestran que los productos que ayudan a “reabastecer” la barrera lipídica de nuestras pieles pueden ser un método eficiente mediante el cual podemos restablecer la propia capacidad de nuestras pieles para retener la humedad y ayudar a controlar varias enfermedades de la piel como el eccema atópico. Los investigadores también han expuesto la teoría de que la dependencia excesiva de los humectantes oclusivos puede interferir con la capacidad de las pieles para reponer de manera óptima los lípidos necesarios para mantener y reparar la barrera cutánea ^[4]. Aquí hay algunos puntos clave a tener en cuenta con respecto a los ingredientes que apoyan la barrera cutánea:

Ceramidas – ahora se agregan a varios productos humectantes, y ciertas marcas los incluyen como ingredientes centrales en sus fórmulas; se utilizan en productos humectantes en general, y en aquellos formulados específicamente para el envejecimiento de la piel, problemas de la piel (como psoriasis, eccema e hinchazón de los ojos) e incluso como parte de productos de limpieza. Un pequeño estudio de 12 semanas encontró que el uso diario de una crema hidratante que contenía un ingrediente similar a las ceramidas durante los meses de invierno redujo significativamente la experiencia y la gravedad de los síntomas de la piel reseca en el invierno, como picazón, enrojecimiento y sequedad. También se encontró que mejoraba las propiedades de humectación y protección de barrera cutánea, particularmente en las manos y piernas[6].

Colesterol – usualmente se encuentra en proporciones equilibradas junto a las ceramidas y ácidos grasos en productos que contienen ceramidas[5].

Ácidos grasos – se pueden obtener de una variedad de fuentes y aparecen en las etiquetas como ácido palmítico / esteárico / caprílico / láurico / mirístico; el ácido linoleico, una grasa omega-6 esencial, también contribuye a este “grupo” de ácidos grasos. Es posible que las etiquetas no siempre enumeren las grasas que aparecen arriba por su nombre, sino que mencione las fuentes de las que pueden provenir. Los ejemplos incluyen: aceite de argán, aceite de aguacate, aceite de coco / leche, manteca de cacao, soja, aceite de cártamo, aceite de cáñamo y leche de cabra[4,7].

Urea – contribuye a la humectación de la barrera cutánea, ya que es un componente del Factor de hidratación natural, que representa un grupo de aminoácidos y sales que ayudan a mantener la hidratación de la capa superior de la piel[8]; al igual que las ceramidas, algunas marcas tienen la urea como el ingrediente clave en sus fórmulas.

Promotores de la producción de ceramida / ácidos grasos – puedes comenzar a notar ciertos ingredientes en cremas humectantes para los cuales hay diversos niveles de evidencia de su capacidad para ayudar a estimular la producción propia de ceramidas y/o ácidos grasos de la piel. Algunos de los ingredientes cosmecéuticos más destacados en relación a esto son la niacinamida (una forma de vitamina B3), el ácido alfa lipoico, la vitamina C y el ácido láctico[4].

Se cree que los humectantes se unen mejor a la piel cuando se aplican poco después de un baño o una ducha. La piel debe secarse con suaves palmaditas, en lugar de frotarla enérgicamente con una toalla cuya fricción también puede contribuir a la pérdida de los lípidos de la barrera cutánea[9]. La aplicación varias veces por día puede ser necesaria en ciertos casos^[2].

Aunque muchos fabricantes proporcionan orientación útil sobre si su producto humectante se puede usar en personas con piel seca, normal o grasa, igualmente es una buena idea discutir este asunto con tu especialista en piel. Los humectantes tienden a formularse en lociones (una emulsión de aceite en agua, que contiene una mayor cantidad de agua en relación con el aceite) o cremas (emulsiones de agua en aceite, más altas en aceite en relación con el agua). A partir de allí, los fabricantes pueden ajustar la proporción de aceite:agua, así como la “intensidad” de los ingredientes hidratantes oclusivos / emolientes utilizados. Por ejemplo, en una crema humectante facial “sin aceite” comercializada para aquellos que tienen pieles grasosas y propensas al acné, se puede usar dimeticona y ciclometicona debido a que no son grasosas ni causan acné. El talco o el caolín también se pueden agregar a la fórmula debido a sus propiedades de absorción de aceite / sebo y para ayudar a reducir la apariencia de “brillo” facial^[10]. Por el contrario, la piel seca puede beneficiarse más de las fórmulas con una mayor proporción de aceite a agua (como las cremas) y las cremas hidratantes más “densas” como el petrolato o el aceite mineral[3]. Como se mencionó anteriormente, aunque las cremas humectantes oclusivas pueden ser útiles para manejar temporalmente los períodos de sequedad severa de la piel, es probable que los productos que contienen ingredientes de apoyo de la barrera cutánea sean más necesarios para ayudar a estimular la reparación y el refuerzo óptimos de la propia barrera cutánea.

Descargo de responsabilidad: la información presentada en este artículo tiene únicamente fines de información general y no constituye asesoría médica. Primero revisa con tu(s) proveedor(es) de atención médica personal qué enfoques y productos terapéuticos serían los mejores para tu caso.