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Cistitis intersticial - Un enfoque naturopático

Español

Un enfoque naturopático

by Lara Spector, ND

Natura Wellness Clinic
3885 Duke of York Blvd. Suite 211
Mississauga, ON L5B 0E4
905 276-6800
laraspector.nd@gmail.com


Interstitial Cystitis A Naturopathic Approach




La cistitis intersticial (CI) es una enfermedad de la vejiga que afecta a millones de mujeres, hombres y niños en todo el mundo. También conocida como Síndrome de la vejiga dolorosa (SVD), la CI es una condición inflamatoria crónica que produce molestias recurrentes o dolor en la vejiga y en la región pélvica circundante. Otros síntomas pueden incluir un aumento de la presión en la región pélvica, una necesidad imperiosa de orinar y un incremento en la frecuencia de las micciones (1).


Diagnóstico de CI
"Una sensación desagradable (dolor, presión o incomodidad) que se percibe como relacionada con la vejiga urinaria y asociada con síntomas del tracto urinario inferior de más de seis semanas de duración en ausencia de infección u otra causa identificable". (2)

Como resultado del diagnóstico que a menudo es por exclusión, algunas mujeres se han sometido a una histerectomía innecesaria con el propósito de reducir su dolor antes de recibir el diagnóstico correcto de CI. Los datos apuntan a que, por término medio, las mujeres consultarán de 5 a 7 médicos antes de que se les diagnostique la CI de manera correcta. A los hombres que buscan el diagnóstico a menudo se les identifica erróneamente como pacientes con prostatitis (3).

Como la CI y las infecciones de vejiga comparten muchos síntomas, muchas veces se analiza primero una muestra de orina para buscar una infección del tracto urinario, aunque algunas veces se hace un ultrasonido para descartar anormalidades en la vejiga, la uretra y los riñones. Por lo general, estas pruebas darán negativo si se trata de una CI. A veces, se envía al paciente a un urólogo para realizar una cistoscopia y mirar las paredes internas de la vejiga. Los cambios en la pared de la vejiga son comunes en los casos de CI. Los hallazgos citoscópicos de la pared de la vejiga en una CI pueden incluir: úlceras llamadas úlceras de Hunner o hemorragias no ulcerosas que se conocen como glomerulaciones (2). La biopsia de vejiga también ayudará a conseguir la confirmación y clasificación.

Por lo tanto, el diagnóstico de la CI se basa en lo siguiente: I. síntomas (dolor vesical, necesidad imperiosa de orinar, frecuencia), II. evidencia de patología vesical en la cistoscopia y III. exclusión de otros posibles diagnósticos (1).

Clasificación de las CI

La Sociedad Europea para el estudio de CI/SVD sugiere un sistema óptimo de clasificación CI basado en los hallazgos citoscópicos y recomiendan clasificar la CI en los niveles 1 - 3:

  1. Normal
  2. Glomerulación/sin úlcera CI o
  3. Úlceras de Hunner, también conocidas como IC clásicas o ulcerativas (4).


Schizophrenia Causas

Aunque CI es una enfermedad de causa desconocida, se cree que la inflamación juega un papel muy importante. Muchos estudios han demostrado un aumento tanto en los mastocitos dentro del músculo detrusor de la vejiga como en células plasmáticas importantes en el tejido de la vejiga. Un estudio reciente ha encontrado pruebas que demuestran que la CI podría ser parte de una enfermedad sistémica relacionada con IgG4 (5). Hasta que se establezca una etiología universal, la IC se conoce como un trastorno inflamatorio crónico del dolor. La anomalía patológica más reciente solía explicar que la CI es un defecto en la capa de glicosaminoglicano (GAG) que protege las células de la vejiga de la orina (9).

Es interesante observar la asociación de CI con otras enfermedades. Un tercio de los pacientes con CI tienen síndrome del intestino irritable (SII), una enfermedad funcional del intestino con hábitos intestinales inconsistentes y/o dolor abdominal y molestias. Los pacientes con CI también han sido diagnosticados con otras afecciones como la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, alergias y el síndrome de Sjogren que, curiosamente, comparten una etiología mediada por el sistema inmunológico (6). También hay indicios que vinculan la sensibilidad al gluten no celíaca con la CI en pacientes con esta enfermedad (7).

Estrategias convencionales de tratamiento

El tratamiento convencional para los pacientes con CI, según recomienda la Asociación Americana de Urología, se divide en seis niveles diferentes. Los tratamientos de primera línea incluyen técnicas de relajación, modificación del comportamiento y manejo del dolor. Los tratamientos de segunda línea incluyen terapia física, terapias orales y terapias intravesicales. Otras terapias más invasivas o de vanguardia incluyen: cirugía, inyecciones de toxina botulínica, neuromodulación y terapias orales para el dolor más fuertes (8). Por otra parte, los fármacos Elmiron (pentosan polisulfato) y Elavil (amitriptilina) son los medicamentos más comunes prescritos para el tratamiento de la CI.

Estrategias de tratamiento naturopático

Dieta

Las recomendaciones relacionadas con la dieta se deberían considerar como un tratamiento de primera línea para la CI. Más del 50% de los pacientes de CI observan un agravamiento de sus síntomas al consumir alimentos ácidos como bebidas ácidas, cafeína, alcohol, chocolate, té, refrescos, alimentos picantes y edulcorantes artificiales, por lo que evitar estos alimentos puede ser muy útil (9).

Como en algunos pacientes la CI también está asociada con el SII, los pacientes observan que una vez que los síntomas de SII desaparecen, los síntomas de CI también lo hacen. Se recomienda una dieta de eliminación para determinar qué alimentos o líquidos disparan los síntomas (tanto en la vejiga como en el intestino). Otra opción para determinar cuáles son estos agentes ofensivos es llevar a cabo una prueba de sensibilidad de alimentos.

Estrés

En la investigación se define el estrés como el "factor más significativo que agrava los síntomas de la CI" (9). Por ello, es esencial abordar la gestión del estrés, por ejemplo, considerando cambios en el estilo de vida, horas de trabajo, relaciones, ejercicio, meditación, etc. Además, los apoyos psicológicos y emocionales son fundamentales para estos pacientes. A menudo, los síntomas dela CI pueden provocar estrés como por ejemplo, un dolor crónico de la vejiga, un aumento de la frecuencia urinaria y pérdida del sueño debido a la nocturia. Por lo tanto, conseguir una remisión de los síntomas de la CI y gestionar el estrés de manera adecuada son acciones importantes para ayudar a que los pacientes alcancen bienestar emocional y psicológico (9).

Sustituto de GAG; Sulfato de condroitina

As mentioned in the Causes section above, the most common pathologic finding is the defect in the GAG layer (the cells which line the bladder). Thus, GAG-layer restoration is an important treatment regimen for IC. Chrondoitin sulfate is a glycoprotein and is a major part of the GAG layer. Some RCTs confirm that chondroitin sulfate is favourable for replenishing the GAG layer in IC.[10] Great dietary sources of GAGs include bone broths and shellfish.

Mast-Cell Mediator: Quercitin

Como ya se ha mencionado en la sección de Causas, el hallazgo patológico más común es un defecto en la capa GAG (las células que recubren la vejiga). Por lo tanto, uno de los tratamientos más importantes para la CI es la restauración de la capa GAG. El sulfato de condroitina es una glicoproteína y es una parte importante de la capa GAG. De hecho, algunos ECA han confirmado que el sulfato de condroitina es favorable para rellenar la capa de GAG en la CI (10). Entre las grandes fuentes dietéticas de GAG se encuentran los caldos de huesos y los mariscos.

Schizophrenia

Mediador de mastocitos; quercitina

Por otra parte, varios estudios han demostrado un aumento constante en los mastocitos en pacientes con CI. Se estudió la quercitina, una sustancia de origen natural que inhibe la liberación de histamina de los mastocitos. Se llevó a cabo un pequeño estudio que concluyó que el 57% de los pacientes que tomaron 500 mg de quercitina dos veces al día tuvieron una disminución significativa en los síntomas del dolor (11).

Fisioterapia, Acupuntura, TENS y Biofeedback

Muchos pacientes con CI tienen músculos del piso pélvico tensos, lo que puede estar contribuyendo a un empeoramiento de los síntomas. La terapia física, acupuntura, TENS y biofeedback funcionan para liberar los músculos tensos y los puntos de activación en la zona pélvica. Muchos estudios destacan la importancia y eficacia de estas terapias (11).


Hierbas nervine

Como la CI es una consecuencia del estrés y, a su vez, provoca un gran estrés emocional y psicológico, puede ser útil prescribir hierbas que calmen el sistema nervioso. El kava-kava (Piper methysticum) es una hierba nervine que se ha estudiado en profundidad y un anestésico de la vejiga (12)

Conclusión

El uso de un enfoque multimodal e individualizado es esencial en el tratamiento de la CI, ya que la etiología de esta condición no se conoce por completo. La gestión del estrés, las modificaciones de la dieta, la terapia física (incluida la acupuntura) y el uso de ciertos suplementos/hierbas han tenido resultados positivos, sin embargo, todavía hay que investigar más la etiología de esta enfermedad para promover más confianza clínica con respecto al tratamiento de esta enfermedad.