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La hidradenitis supurativa - Soluciones

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Soluciones

by: Sarah Penney, ND






Hidradenitis suppurativa - Solutions


A menudo, las enfermedades dermatológicas producen algunos de los síntomas que más inquietud causan en los pacientes. Pueden ser dolorosas, con picazón o liberar fluidos, causar problemas con la autoestima y estar constantemente presentes como un recordatorio de una condición subyacente. De los casos que he visto en la práctica, la hidradenitis supurativa (HS) es la “tormenta perfecta” de todas estas preocupaciones. Esta condición crónica se presenta como un absceso tipo furúnculo de gran tamaño, que a menudo se encuentra en grupos en áreas susceptibles de rozaduras como la ingle, las axilas, las nalgas y debajo de los senos. Los pacientes pueden pensar que tienen un vello infectado producto del afeitado, o que tienen un ganglio linfático agrandado en el área. La HS a menudo se conoce como "acné inverso", ya que las lesiones que se encuentran en estas áreas pueden romperse y liberar pus maloliente. También se pueden formar túneles entre las lesiones, cosa que produce la expansión de los abscesos. En general, son sensibles al tacto y pueden causar gran incomodidad en la actividad normal, dependiendo de la gravedad de la condición. Las lesiones usualmente comienzan a aparecer después de la pubertad y generalmente progresan a medida que pasa el tiempo, aunque los síntomas pueden aparecer y desaparecer, y la gravedad puede variar entre los casos. Pueden quedar cicatrices notables después de que los abscesos se rompen. (1)

El diagnóstico de la HS requiere la presencia de nódulos dolorosos profundos que pueden ser drenantes, cicatrices en puente o lesiones abiertas presentes en el área de la axila, la ingle, las regiones perineales, las nalgas y cerca de los pliegues cutáneos. También son crónicos y recurrentes. La HS ocurre con una frecuencia tres veces mayor en las mujeres que en los hombres, aunque es más probable que los hombres sufran de formas más severas de esta enfermedad, pero el motivo de esto aún se desconoce. Sin embargo, entre el 1% y el 4% de la población sufre de esta condición. Puede variar mucho en severidad y se clasifica en tres niveles. La primera etapa se diagnostica cuando hay uno o más abscesos aislados, sin formación de tractos entre ellos o cicatrización en el área. La segunda etapa se desarrolla cuando los abscesos se vuelven recurrentes y se forma un tracto sinusal entre ellos, y la tercera etapa implica conexiones múltiples entre abscesos que a menudo invaden un área completa. Las lesiones tempranas a menudo pueden sanar sin tratamiento, o pueden progresar en cuestión de horas o días a una lesión grande o abrirse. Otros sistemas de clasificación se basan en cuántas áreas están involucradas y cuántos abscesos están presentes en total, cuán cerca y qué tan bien definidos están. (2)

El conocimiento sobre la causa subyacente de la HS evoluciona constantemente. No es contagiosa, y no es causada por una mala higiene. La fisiología básica comienza de forma muy parecida al acné debido al crecimiento excesivo de bacterias que obstruyen el folículo piloso, y algunas teorías postulan que este desequilibrio bacteriano subyacente es la causa. Sin embargo, las teorías más recientes consideran las infecciones bacterianas como una consecuencia y culpan a la sobreproducción de una sustancia llamada queratina de tapar los poros y causar lesiones similares a la formación de puntos negros. (3) La incidencia es más alta en las personas obesas, por lo que es posible que la fricción de los pliegues de la piel pueda conducir al desarrollo de esta condición, aunque la prevalencia no es similar a la de la obesidad. Los desequilibrios hormonales también pueden entrar en juego en los individuos afectados: niveles más altos de andrógenos (testosterona, DHT) aumentan la liberación de aceites en los folículos capilares y estimulan el crecimiento de bacterias, cuya combinación podría agravar las infecciones, que de otra forma serían leves, en los folículos capilares. Otra teoría es que esta infección desencadena una reacción autoinmune en aquellos pacientes con HS, causando una cascada de inflamación y agravamiento en el área de los folículos bloqueados. Alternativamente, la función inmune puede ser demasiado baja para combatir las infecciones bacterianas, permitiendo la progresión de las lesiones (4). Se necesita más investigación para aclarar qué papel juega el sistema inmune en la HS. Fumar es otro factor de riesgo estrechamente relacionado con el desarrollo de esta condición. La investigación ha demostrado que la exposición a la nicotina puede causar un engrosamiento de la dermis, la capa superior de la piel, que en individuos predispuestos puede iniciar el bloqueo de los folículos pilosos. (5) También puede haber múltiples factores que juegan un papel en el desarrollo de esta condición dermatológica.

El tratamiento de la HS es un desafío. Hasta la fecha, la FDA no ha aprobado ningún tratamiento para la HS, lo que significa que el uso de cualquier medicamento se considera 'off label' o fuera de lo indicado. Se están realizando investigaciones para identificar tratamientos efectivos que alivien los síntomas de esta enfermedad, con el objetivo de reducir o eliminar los brotes, prevenir las cicatrices y los túneles y prevenir futuros episodios de lesiones. La selección del tratamiento depende en gran medida del alcance y la gravedad de la enfermedad. Las lesiones de leves a moderadas se abordan inicialmente con terapias tópicas: los antibióticos y esteroides son a menudo la base del tratamiento. Las inyecciones de esteroides alrededor de las lesiones también se pueden usar para reducir rápidamente el dolor y la incomodidad en algunos casos. Con frecuencia se consideran las terapias sistémicas, incluidos los antibióticos, y pueden proporcionar alivio a largo plazo para algunos pacientes. Los casos más graves pueden tratarse con retinoides sistémicos (derivados de la vitamina A como el Acutane), aunque el beneficio de su uso no está claro y pueden producir efectos secundarios indeseados. La medicación inmunosupresora es otra intervención que se ha estudiado para casos graves de HS, aunque se necesita más investigación para aclarar qué medicamento funciona mejor. El tratamiento para los casos que no muestran mejoría o que son demasiado severos como para usar medidas menos invasivas puede justificar una cirugía para extirpar el tejido de la enfermedad mediante escisión o terapia con láser. (3)


Zinc Zinc

Un nutriente que puede ser útil en esta condición es el zinc. El zinc puede ayudar a reducir los niveles de andrógenos que pueden conducir al exceso de producción de aceite y al bloqueo de las glándulas, y tiene propiedades antiinflamatorias. Un estudio piloto demostró una mejoría después de la administración de 90 g de gluconato de zinc por día en 22 participantes, informando que 8 lograron la remisión completa y 14 mostraron una mejoría significativa. La respuesta variable posiblemente se deba a deficiencias de zinc en algunos pacientes que muestran mejoría y no en otros. Un segundo estudio midió los marcadores inflamatorios mediante biopsia en las lesiones de HS antes y después de 9 meses de suplementación con 90 mg de zinc. Los autores informaron una disminución en los marcadores inflamatorios, que pudieran estar contribuyendo a las lesiones en esta condición. Aunque se necesita más investigación para aclarar el papel del zinc en la HS, se debe considerar la administración de suplementos en estos pacientes debido al bajo riesgo de complicaciones. (6) Si se toman altas dosis de zinc sin cobre, se puede producir una deficiencia de cobre, así que asegúrate de hablar con un médico naturópata sobre el producto que es más adecuado para ti.


Anti-inflammatory Therapies Terapias anti-inflamatorias

Desde un enfoque naturopático, se puede abordar la HS utilizando nutrientes, hierbas y estrategias dietéticas que ofrezcan propiedades antiinflamatorias. Disminuir cualquier desencadenante inflamatorio y posibles compuestos contribuyentes como las citoquinas en el cuerpo puede reducir el enrojecimiento y el empeoramiento de las lesiones. Identificar los factores desencadenantes de los alimentos puede ser un buen comienzo: en los pacientes que he visto con esta afección, la disminución de la ingesta de productos lácteos y el azúcar refinado parece proporcionarles cierto alivio, aunque es probable que los factores desencadenantes sean específicos de cada paciente. Una prueba de sensibilidad a los alimentos IgG puede guiar la eliminación de los alimentos desencadenantes de la dieta si el paciente no tiene claro cuáles son. Como fundamento de las terapias anti-inflamatorias, el aceite de pescado con un alto nivel de EPA es el primer suplemento que viene a la mente para abordar la causa subyacente de esta condición. La salud y el equilibrio de la flora intestinal también pueden estar afectando la salud de la piel en estos pacientes, y un probiótico de calidad puede estar indicado después de discutir sus problemas digestivos y hábitos alimenticios. También se puede considerar la aplicación tópica de compresas de aceite de ricino o directamente a la piel como una medida antiinflamatoria, alternando con aplicaciones de un aceite antibacteriano como el aceite de árbol de té o el aceite de orégano aplicado en el área afectada.


Control del peso

Existe una alta correlación entre la presencia de la HS y la obesidad, y los estudios sugieren que el grado de obesidad se corresponde con la gravedad de la enfermedad. En pacientes con sobrepeso u obesidad, la masa corporal puede estar contribuyendo de varias maneras a esta afección. Se ha demostrado que el exceso de tejido adiposo aumenta los niveles de inflamación y afecta los niveles hormonales, lo que puede agravar las lesiones inflamatorias involucradas en la HS. El aumento del peso corporal también puede agravar la fricción en los pliegues y predisponer a la obstrucción e irritación de las lesiones que están presentes, mientras que otra explicación posible para esta conexión es una predisposición genética subyacente común entre la obesidad y la HS que se está investigando actualmente. (7) Se estudió la pérdida de peso como un tratamiento para la HS en un pequeño ensayo, que demostró que una pérdida de peso del 15% se asocia con una mejoría significativa de la enfermedad (8). Sin embargo, la HS no es infrecuente en pacientes de peso corporal normal, en los que la pérdida de peso probablemente no influya en la progresión de la enfermedad, y en algunos pacientes cuando pierden peso se les afloja la piel aumentando la fricción. Esta observación también sugiere que el peso podría ser más un factor agravante que una causa de esta condición.

Aunque se carece de datos para respaldar las terapias naturales en el tratamiento de la HS, la dificultad en la resolución o un alto riesgo de efectos secundarios de las terapias convencionales puede llevar a los pacientes a buscar alternativas. Como siempre, la resolución o mejora de esta condición depende de la identificación de cualquier desencadenante en cada paciente único, y algunos pueden responder mejor que otros. La educación sobre el pronóstico y las opciones disponibles es una parte importante de la consulta para que los pacientes puedan tomar la decisión que sea más beneficiosa para su calidad de vida.