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El consumo de alcohol - Perspectivas naturopáticas

Español

Perspectivas naturopáticas
por George Cho, ND
4150 Chesswood Dr.
North York, ON M4J 2B9
www.pathwaystowholeness.ca/clinic

Alcohol Consumption

Durante las últimas décadas, la comunidad médica y de salud ha recomendado el “consumo moderado de alcohol” al público en general. Sin embargo, los informes científicos recientes hacen que sea difícil para cualquier médico razonable continuar con esta práctica. Quizás ha llegado el momento de que la comunidad médica le ponga fin a esta recomendación poco útil y dañina y, en cambio, defienda la causa de la abstinencia por encima de la moderación.

Las cantidades recomendadas actuales son demasiado altas

En la actualidad, a menudo se recomienda que los hombres beban no más de 196 g por semana y las mujeres 98 g por semana de alcohol. Esto se traduce en aproximadamente dos bebidas por día para los hombres y una bebida por día para las mujeres. Sin embargo, en los últimos años, los científicos han alertado sobre la posibilidad de que estas recomendaciones sean demasiado altas. Por ejemplo, un estudio publicado a principios de 2018 analizó la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de mortalidad por todas las causas, la esperanza de vida y la enfermedad cardiovascular.[1] Para la mortalidad por todas las causas, encontraron una “relación positiva y curvilínea con el consumo de alcohol, con el menor riesgo para aquellos que consumen menos de 100 g por semana. Las relaciones fueron similares para hombres y mujeres”.[1]

Alcohol Consumption

En primer lugar, debemos enfatizar dos cosas. Primero, para algunos de nuestros lectores comunes, es importante señalar que una “relación positiva” no significa que sea “buena”. De hecho, en este caso, significa exactamente lo contrario. Lo que los investigadores están diciendo es que encontraron que más alcohol se asociaba con más riesgo de muerte. En segundo lugar, recuerda que la recomendación actual para los hombres es no exceder los 196 g por semana. Bueno, en este estudio, encontraron que el menor riesgo de muerte se encontraba en aquellos que consumían menos de 100 g por semana. Por lo tanto, las recomendaciones actuales para hombres son al menos 96 g más altas que la cantidad que se encuentra en este estudio relacionada con un menor riesgo de muerte.

El informe comparte a continuación los resultados sobre el riesgo de muerte para diversas enfermedades cardiovasculares. Lo que los científicos descubrieron fueron “relaciones aproximadamente lineales con los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad coronaria excluyendo el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca, la enfermedad hipertensiva mortal y el aneurisma aórtico fatal. Por el contrario, hubo una relación inversa y aproximadamente log-lineal con el infarto de miocardio”.[1]

Alcohol Consumption

¿Qué significa “relación lineal”? En pocas palabras, los investigadores dicen: “más alcohol, más riesgo de muerte”. Esto es significativo; ¿por qué? Debido a que la comunidad médica y de salud ha estado pregonando por un tiempo que “el alcohol es bueno para el corazón”. Sin embargo, este estudio mostró que el consumo de alcohol por encima de 100 g por semana se asoció con un mayor riesgo de muerte por varias enfermedades del corazón. La única condición en la cual el alcohol redujo el riesgo de muerte fue en el ataque cardíaco. El estudio concluye con los resultados de que el consumo de alcohol con base en las recomendaciones actuales se asoció con una menor esperanza de vida.[1] Así que, claramente este estudio, que por cierto analizó más de medio millón (599 912) de sujetos de tres grandes grupos de estudio, presenta una imagen muy diferente de la que se suele tener sobre el alcohol. El único beneficio real observado aquí es que el consumo de alcohol redujo el riesgo de muerte por ataque cardíaco en un 6%. Para muchas otras enfermedades cardiovasculares, aumentó el riesgo de muerte, en algunos casos hasta en un 15 y 24%. Lo triste es que estos mayores riesgos se encontraron en niveles que están dentro de las pautas recomendadas. Claramente nuestras pautas son demasiado altas.

Los niveles recomendados deben ser cero

Por lo tanto, el estudio anterior demuestra claramente la gran posibilidad de que las recomendaciones actuales sean demasiado altas y que deberían reducirse. ¿Pero qué tanto? La opinión de este autor es que las recomendaciones deben reducirse por completo. Deberían ser cero. Y para apoyar esto, pasamos a otro estudio de 2018...

El 23 de agosto de 2018, The Lancet publicó un artículo científico en línea que ocupó los principales titulares en los medios de comunicación.[2] De hecho, la BBC informó sobre este artículo científico con el titular: “Ni siquiera una copa al día: lo que dice sobre el consumo de alcohol el mayor estudio sobre enfermedad y muerte del mundo”.[3] Ese es un título sorprendente con enormes implicaciones, y la realidad es que la BBC no estaba exagerando; eso es exactamente lo que encontraron los investigadores. Estas son algunas de las conclusiones de los científicos:

Alcohol Consumption
  • El alcohol es el séptimo factor principal de riesgo tanto para la muerte como para los años de vida que se pierden debido a la discapacidad.
  • Entre los adultos jóvenes y de mediana edad (de 15 a 49 años de edad), el alcohol es el principal factor de riesgo de muerte a nivel mundial.
  • Para las personas mayores de 50 años, el cáncer es la principal causa de muerte debido a que el consumo de alcohol se relaciona con el 27.1% de todas las muertes por cáncer en las mujeres y el 18.9% de las muertes por cáncer en los hombres.
  • El alcohol solo se asocia con un menor riesgo de muerte en la diabetes y la cardiopatía isquémica.

El hallazgo más relevante es que la cantidad segura de alcohol era cero. Los autores lo afirman de forma sucinta e inequívoca en su artículo. Escribieron:

“El nivel de consumo de alcohol que minimizó el daño en la salud fue de cero bebidas estándar por semana”.[2]

“El alcohol es un factor de riesgo importante para la carga global de enfermedades y causa un daño importante a la salud. Encontramos que el riesgo de mortalidad por todas las causas, y específicamente de los cánceres, aumenta con los niveles crecientes de consumo, y el nivel de consumo que minimiza el daño a la salud es cero”.[2]

Pero ¿qué hay de los beneficios para el corazón? ¿No deberíamos tomar eso en cuenta? Bueno, los investigadores lo consideraron, y esto es lo que encontraron:

“Al estimar la curva de riesgo relativo ponderado, encontramos que el consumo diario de cero bebidas estándar minimizaba el riesgo general de todos los daños a la salud. El riesgo aumentó uniformemente con cantidades crecientes de bebida diaria. Esta curva de riesgo relativo ponderado tuvo en cuenta los efectos protectores del consumo de alcohol asociados con la cardiopatía isquémica y la diabetes en las mujeres. Sin embargo, estos efectos protectores se vieron contrarrestados por los riesgos asociados con los cánceres, que aumentaron uniformemente con el consumo”.[2]

¿Podrían los investigadores ser más claros? Incluso cuando se tienen en cuenta los beneficios del corazón, no cambia el resultado. El nivel que tiene el riesgo más bajo es cero.

El alcohol es cancerígeno

El nuevo hallazgo derivado de este estudio que podría ser sorprendente para muchos de los lectores comunes es cuán fuertemente está el alcohol relacionado con el cáncer. Esto puede sorprender a algunos lectores porque lo que se conversa sobre el alcohol en relación con la salud siempre está dominado por sus beneficios para el corazón. Pero esta es una asociación ya bien documentada. El consumo de alcohol se asocia con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, como los de la cavidad oral, la faringe, el esófago, el colon, el hígado, la laringe y el seno femenino.[4][5] Esto no sorprende, ya que el alcohol es un carcinógeno del grupo 1, lo que significa que causa cáncer. De hecho, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), una división de la Organización Mundial de la Salud, enumera el “etanol en las bebidas alcohólicas” y el “acetaldehído asociado con el consumo de bebidas alcohólicas”, como carcinógenos del grupo 1.[6] “Carcinógeno” significa que causa cáncer. Los carcinógenos del grupo 1 son aquellos sobre los que IARC tiene la certeza de que causan cáncer. El alcohol está en ese grupo junto con sustancias tales como el asbesto, el benzopireno, la brea de alquitrán de hulla, el virus de Epstein-Barr, los virus de la hepatitis B y C, los virus de papiloma humano de los tipos 16 y 18, el PCB y el formaldehído.

La forma tampoco importa. Como se reporta en un documento: “Todas las bebidas alcohólicas (cerveza, vino, vino de arroz, sake, bebidas espirituosas o licores [sic]) tienen efectos similares en el riesgo de cáncer, la cantidad total de etanol consumida es el factor determinante del riesgo”.[7]

¿Cómo causa cáncer el alcohol? Aunque todavía hay mucho por descubrir en esta área, los científicos tienen varias explicaciones. Por ejemplo, el acetaldehído en las bebidas alcohólicas puede provocar daños en el ADN.[8] El alcohol puede alterar el metabolismo del estrógeno, lo que puede explicar la fuerte relación entre el alcohol y el cáncer de mama en las mujeres.[8] Otros posible mecanismos incluyen la producción de especies reactivas de oxígeno, cambios en el metabolismo del folato y la supresión del sistema inmune.

Entonces, la próxima vez que te digan o desees recomendar el alcohol porque es “beneficioso para el corazón”, vale la pena hacer una pausa y preguntarte: “Pero, ¿qué hay sobre el cáncer?”.

Conclusión: abstinencia, no moderación.

Por lo tanto, está claro para la ciencia que las bebidas alcohólicas no son una sustancia saludable. Los profesionales médicos y de salud deben dejar de recomendar cantidades moderadas de alcohol para la “salud del corazón”. Como hemos visto, eso es una tergiversación y una generalización excesiva. Sabemos que el consumo de alcohol no es un componente necesario, importante o útil para la salud del corazón. Hay muchas otras formas mejores de mantener el corazón saludable, como una dieta basada en alimentos integrales, vegetales y ejercicio de intensidad moderada. ¿Creemos realmente que para que el público logre un pequeño aumento de los beneficios para la salud del corazón, vale la pena aumentar su riesgo de cáncer al mismo tiempo? ¿Por no mencionar todos los otros posibles problemas sociales y emocionales que están asociados con el consumo de alcohol? ¿La col rizada tiene estos mismos problemas? ¿El agua? ¿Otras frutas y verduras? ¿Los frijoles y granos enteros? Necesitamos una nueva perspectiva con respecto a este asunto.

Los profesionales médicos y de salud debemos ser honestos con nosotros mismos: si hubiera alguna otra bebida, comida, hierba o suplemento que tuviera el mismo perfil de salud que el alcohol, puedes estar seguro de que la comunidad médica denigraría de esa sustancia. Probablemente se consideraría muy poco ético recomendar dicha sustancia a los pacientes. Entonces, ¿cómo es que sí se puede hacer con el alcohol? Es hora de que los profesionales médicos y de salud cambiemos por completo nuestras recomendaciones a los pacientes y les digamos la verdad: el alcohol es perjudicial para la salud, y la recomendación más responsable que podemos hacer no es la moderación; es la abstinencia.