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El uso del teléfono celular - Cinco efectos en la salud

Español

Cinco efectos en la salud

por Katie Thomson Aitken, ND
86 Norfolk St #101, Guelph, ON N1H 4J2
tranquilmindnaturopath.com







Cell-Phone Use - Five Health Impacts





Casi todos los días, alguien publica otro artículo de noticias que dice que los teléfonos celulares están reprogramando nuestros cerebros, robando nuestra creatividad, impidiendo que podamos concentrarnos y, de alguna manera, incluso disminuyendo nuestra inteligencia, pero ¿realmente lo están haciendo?

En enero de 2018, el periódico The Globe and Mail publicó un artículo titulado: “Su teléfono inteligente lo está volviendo tonto y antisocial y lo está enfermando. Entonces, ¿por qué no puede dejarlo?”.[1] Los cargos formulados contra el teléfono celular incluían el daño de nuestras mentes, relaciones, períodos de atención, poder mental, equilibrio entre la vida laboral y familiar, la memoria y la creatividad, entre otros. ¿Pero esto es así realmente? Un artículo de revisión sobre los teléfonos inteligentes y la cognición publicado en la revista científica Frontiers in Psychology señala: “En relación con toda la atención que este tema obtiene en los medios de comunicación, la literatura de apoyo todavía está en sus etapas iniciales”.[2] En relación con todo el tiempo que pasamos con nuestros teléfonos y todas las especulaciones sobre cómo puede estar afectando nuestro cerebro, la investigación todavía es muy nueva. Después de todo, el primer iPhone fue lanzado hace apenas diez años.

Esto es lo que sabemos sobre los teléfonos celulares.

Los teléfonos celulares aumentan el estrés... por lo menos a corto plazo

Imagina esto: estás sentado con un amigo en una cafetería, esperando que llegue otro amigo. Tu teléfono vibra en tu bolsillo. Lo agarras, pensando que tu amigo te está enviando un mensaje de texto porque se le está haciendo tarde. O tal vez simplemente pienses: “¿Qué pasa en mi teléfono?”. En ese momento, estás respondiendo a tu teléfono. Dependiendo de la cantidad de notificaciones que tengas activadas en tu teléfono, de a cuántas aplicaciones les permitas enviar sus notificaciones automáticas, tu teléfono puede sonar un poco o mucho en un día, cada vez exigiendo un poco de tu atención, incluso aunque decidas no responder.

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Aquí hay otra situación: la misma cafetería, esta vez ninguno de tus amigos ha llegado todavía. Ahora, tu teléfono no ha emitido ningún sonido, no está vibrando en tu bolsillo, pero lo revisas de todos modos, en caso de que tu amigo te haya enviado un mensaje de texto, o para ver cuántos “me gusta” ha recibido tu publicación de Instagram más reciente, o simplemente para distraerte del hecho de que te toca esperar por unos minutos. De cualquier manera, dejas el teléfono a un lado solo para revisarlo nuevamente en unos minutos.

Revisar compulsivamente las notificaciones de tu teléfono pone a tu cuerpo en un estado de estrés.[3] La constante necesidad de responder o querer saber qué está pasando es un fenómeno muy nuevo, y nuestros cuerpos no están programados para ello. Recuerda, ¡el iPhone tiene apenas diez años! No estamos acostumbrados a estar disponibles todo el tiempo, y es estresante.

Los teléfonos celulares están robando tu sueño... probablemente

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Si sientes que estás perdiendo el sueño con tu teléfono celular, no eres el único.[3] Los teléfonos celulares han sido implicados como causantes de algunas alteraciones en una variedad de mediciones de sueño. Gran parte de esta investigación se ha realizado en adolescentes, en la que los adolescentes informan que se quedan despiertos por la noche para enviar mensajes a sus amigos.[3] Obviamente, cualquier cosa que estés haciendo en lugar de dormir (digamos, por ejemplo, leer novelas de misterio) va a afectar tu sueño; sin embargo, el impacto de los teléfonos celulares en el sueño parece ir más allá de los efectos de la reasignación de tiempo. Incluso los estudiantes que usaron más sus teléfonos durante el día informan que se sienten más cansados que los estudiantes que no lo hacen.[3]

Más allá de lo que se informa sobre el sueño, algunos investigadores han intentado descubrir cómo los teléfonos celulares afectan las diferencias observables del sueño como las ondas cerebrales, el flujo sanguíneo cerebral y el movimiento rápido de los ojos durante el sueño. Hasta ahora, la investigación ha sido mixta; algunos autores informan que las frecuencias de los teléfonos celulares no causan efecto y otros demuestran que a la gente le está tomando más tiempo quedarse dormida y que hay cambios en los patrones de las ondas cerebrales y los movimientos oculares durante el sueño.[3] Sin embargo, hasta ahora nadie ha estudiado los cambios cerebrales y la percepción del sueño en conjunto.[3] Sabemos que las personas que usan teléfonos informan que duermen peor, y que el uso del teléfono celular antes de dormir puede afectar el funcionamiento del cerebro durante el sueño, pero todavía falta juntar las pistas para relacionar ambos hechos.

Los teléfonos celulares capturan tu atención, incluso cuando intentas ignorarlos

La atención es un tema candente en este momento. Las tasas de TDAH aumentan a medida que tenemos más tecnología.[2] La capacidad de atención de la persona promedio ha disminuido desde la llegada de los teléfonos inteligentes.[1] Los teléfonos celulares usan alertas para llamar tu atención. Mientras usas tu teléfono, estás menos atento. Esta es la razón por la cual existen reglas sobre el uso del teléfono mientras conduces, pero la gran preocupación no es solo si tu teléfono celular afecta tu atención en el momento, sino si puede impactar la atención con el tiempo cuando estás lejos de tu teléfono.[2] El problema con los teléfonos celulares y la atención es que incluso cuando tratamos de ignorarlos, aún pueden afectar nuestra atención. Como señala un artículo de revisión en la revista científica Frontiers in Psychology sobre los hábitos del uso de la tecnología móvil y su relación con la función cognitiva: “Es importante destacar que los teléfonos inteligentes son capaces de interferir con la atención enfocada incluso cuando el usuario intenta ignorarlos... Simplemente escuchar el sonido o sentir la vibración que transmitía la alerta era suficiente como para distraer a los participantes y disminuir su capacidad para enfocar su atención en la tarea principal”.[2] Curiosamente, parece que el teléfono celular ni siquiera necesita sonar o vibrar para disminuir la atención. Otra investigación ha demostrado que la simple presencia de un teléfono celular es suficiente para causar una disminución de la atención durante las tareas difíciles.[2] Si bien los efectos a corto plazo de los teléfonos celulares en la atención son claros, los resultados a largo plazo siguen siendo desconocidos. Cuando está lejos de un teléfono celular, ¿un usuario mejora su atención? Esto aún no se ha determinado.

Los teléfonos celulares están cambiando la manera en que usamos nuestra memoria, lo que podría ser un problema (o no)

Vivimos en un mundo donde tenemos acceso a toda la base de contenido de Internet en nuestros bolsillos. Esto ha conducido a la expectativa de que podrás acceder a la información en cualquier otro momento. Cuando la expectativa es que podremos acceder a la información en un momento posterior, nuestro cerebro disminuye el almacenamiento de esa información en la memoria a largo plazo.[2] ¿Es esto un problema? ¿O nos estamos adaptando a la tecnología, recordando dónde se almacena la información en lugar de la información en sí misma?[2]

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Si bien buscar la información puede ser una adaptación razonable a nuestro mundo de información densa y altamente accesible, ¿qué pasa con nuestras experiencias personales? La investigación ha demostrado que tomar fotos reduce el recuerdo de los objetos observados.[2] Esto es importante, debido a la forma en que usamos nuestros teléfonos celulares para documentar momentos de la vida con fotos y videos para guardarlos y compartirlos con amigos.[2] Al tomar estas fotos, podemos estar disminuyendo nuestros propios recuerdos de nuestras experiencias de vida.

El uso del teléfono celular sin duda está cambiando la manera en que recordamos las cosas, aunque todavía queda por ver si eso realmente es un problema.[2]

Los teléfonos celulares forman hábito y son posiblemente adictivos, lo cual es un problema porque el uso excesivo de tu teléfono celular puede causar otros problemas de salud

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Independientemente de si eres adicto o no, los comportamientos relacionados con los teléfonos celulares son “similares a las adicciones”.[3] Los usuarios de teléfonos celulares pueden mostrar síntomas de abstinencia cuando están lejos de su teléfono, depender por completo de sus teléfonos para realizar tareas y desarrollar tolerancia, lo que significa que necesitarán cada vez más tiempo con el teléfono celular para tener el mismo nivel de disfrute que anteriormente obtenían.[3] Al igual que otras adicciones, el uso excesivo del teléfono celular puede causar problemas a los adolescentes con sus padres e interferir en su rendimiento escolar.[3] The Globe and Mail acertó cuando dijo que los teléfonos celulares eran adictivos, “si no en el sentido clínico refutado, entonces para todos los efectos y propósitos".[1]

Ya sea que alguien sea adicto o no, el uso excesivo de teléfonos celulares puede causar muchos problemas.[3][4] Es importante destacar que los teléfonos celulares tienen un gran impacto en la salud mental, poniendo a los usuarios que los usan en exceso en mayor riesgo de sufrir de depresión, ansiedad y baja autoestima.[3][4] También están ejerciendo presión sobre nuestra salud física ya que hay muchas personas que sufren del síndrome del “cuello de texto” por la mala postura que mantienen al usar el teléfono.[5] En general, el uso excesivo del teléfono celular tiene un impacto significativo en la salud física y mental, lo cual es preocupante para una tecnología tan extendida y posiblemente adictiva.

Entonces, ¿los teléfonos celulares nos vuelven “tontos y antisociales y nos enferman”? Bueno, aunque elementos de la función cognitiva, como la atención y la memoria, parecen verse afectados, no sé si me atrevería a decir que los teléfonos inteligentes te están volviendo tonto. Sin embargo, no deben subestimarse los efectos del uso excesivo de los teléfonos celulares en la salud. La falta de sueño, la mala postura, una mayor exposición al estrés y un mayor riesgo de ansiedad y depresión son cosas importantes a considerar. Parecería que los teléfonos celulares, como los estamos usando actualmente, están teniendo un impacto negativo en nuestra salud, especialmente en los que más los usan. Entonces, ¿qué podemos hacer?

Considerando todo lo discutido anteriormente, estas son mis recomendaciones basadas en el sentido común sobre el uso del teléfono celular.

Guárdalo fuera de tu dormitorio. Guarda tu teléfono, en algún lugar lejos de tu cama, antes de irte a dormir. Ganas puntos adicionales por guardarlo treinta minutos o más antes de acostarte.

Desactiva tus notificaciones. Como se describió anteriormente, cada vez que tu teléfono te envía una notificación, estresa tu cuerpo, incluso por un momento. ¿Por qué no eliminamos ese estrés tanto como sea posible?

Aleja tu teléfono de ti. Si dependes de tu teléfono, puede que te cueste acostumbrarte a esto, pero tu atención mejorará. Deja tu teléfono en una cartera o en el cajón del escritorio en lugar de tenerlo sobre tu escritorio. Dale un lugar junto a la puerta con tus llaves, y déjalo allí cuando llegues a casa, en lugar de llevarlo contigo todo el tiempo.

Sé consciente sobre la toma de fotografías. Debes estar al tanto de que quizás no recuerdes algo tan bien si tomas una foto y presta atención a la cantidad de tiempo de un evento que estás gastando en tomar fotos en vez de simplemente vivirlo.

Usa tu teléfono menos. El uso excesivo de teléfonos celulares te pone en riesgo de una variedad de problemas de salud física y mental. Evita esto asegurándote usar tu teléfono de una forma más moderada.