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El estilo de vida es medicina - Enfoque naturopático

Español

Enfoque naturopático
by George Cho, ND
4150 Chesswood Dr.
North York, ON, Canada
M4J 2B9

www.pathwaystowholeness.ca/clinic/

Lifestyle is Medicine

Imagina que tú o uno de tus seres queridos ha sido diagnosticado recientemente con una afección médica; digamos hipertensión. Como estás profundamente preocupado, consultas a un médico general, que te receta un antihipertensivo (por ejemplo, lisinopril) y una estatina para tratar los niveles elevados de colesterol que se encontraron en el análisis de sangre. Algún tiempo después, durante una consulta de seguimiento con un cardiólogo, te informa que se recomienda una cirugía de bypass debido a una arteria coronaria obstruida (un vaso sanguíneo que nutre el corazón). Desesperado por evitar la cirugía, acudes a otro médico. Este médico en particular tiene una recomendación interesante para ti: sugiere que cambies tu alimentación a una dieta a base de plantas y alimentos integrales.

Tengo una pregunta para ti: en el escenario anterior, ¿cuál de los tres médicos te dio medicina? En la mente de la mayoría de las personas, solo dos de los tres: el que prescribió el antihipertensivo y el que recomendó la cirugía. ¿Por qué? Porque en la mente de la mayoría de las personas, la medicina está compuesta de píldoras, tabletas, inyecciones y cirugías, mientras que las verduras, las frutas, las mancuernas y el sueño no lo son. Sin embargo, en este breve artículo, sostengo que la forma en que vivimos nuestra vida también es medicina. El estilo de vida es medicina.

Las enfermedades han cambiado en los últimos 200 años

En 2012 se conmemoró el ducentésimo aniversario del New England Journal of Medicine (Revista Médica de New England o NEJM, por sus siglas en inglés), que es una revista médica muy respetada. Para celebrarlo, la revista quiso ver cómo había evolucionado el contenido de la revista a lo largo de los años. Por lo tanto, comparó lo que escribían los científicos y los médicos a principios del siglo XIX, principios del XX y en el 2000. En los años 1800, encontraron que las principales preocupaciones de los médicos eran enfermedades como la espina bífida, la epilepsia y la rabia. También escribían sobre desmayos, heridas de bala e incluso heridas por balas de cañón. La tisis, la diarrea y la neumonía fueron las principales causas de muerte, pero la dentición, las lombrices e incluso “beber agua fría” también causaron muertes en aquellos días.[1]

Cien años después, a principios del siglo XX, las principales preocupaciones eran enfermedades como la tuberculosis, la gonorrea, la sífilis, la difteria, el sarampión, la neumonía, la escarlatina y la fiebre tifoidea. Curiosamente, Massachusetts también tenía una colonia de leprosos en ese momento.[1] Sin embargo, a fines del siglo XX, las enfermedades cardíacas, el cáncer, la diabetes, las enfermedades no infecciosas de las vías respiratorias, etc., eran el foco principal de la revista médica.[1]

Los autores del informe también notaron un cambio en lo que se documentó como las principales causas de muerte en Estados Unidos. Las principales causas de muerte en 1900 fueron la neumonía, la tuberculosis y las infecciones gastrointestinales, pero más de 100 años después, en 2010, fueron afecciones como enfermedades del corazón, cáncer, enfermedades de las vías respiratorias no infecciosas, enfermedades cerebrovasculares, Alzheimer y diabetes.[1] Esto concuerda en gran medida con otros datos. En 2018, el Journal of the American Medical Association (revista de la Asociación Médica Estadounidense o JAMA, por sus siglas en inglés) informó que las principales causas de muerte en los Estados Unidos eran enfermedades como la cardiopatía isquémica, los cánceres de pulmón, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la enfermedad de Alzheimer, el cáncer colorrectal, la diabetes y el accidente cerebrovascular.[2]

¿Notas un cambio, un cambio en la naturaleza de las enfermedades en los últimos 200 años? La respuesta debe ser absoluta: “sí”. Las enfermedades han pasado de ser principalmente infecciones a aquellas causadas principalmente por malos hábitos de estilo de vida, como la forma en que comemos, dormimos, nos movemos y nos estresamos. Los principales factores de riesgo son cosas como la mala alimentación, el tabaquismo, la presión arterial alta y el índice de masa corporal alto, factores todos que están relacionados con nuestros estilos de vida.[2] De hecho, la Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2020, dos tercios de todas las enfermedades serán el resultado de las elecciones de estilo de vida.[3]

Los medicamentos siguen siendo nuestra principal solución Lifestyle is Medicine

Aunque la naturaleza de las enfermedades ha cambiado, la práctica de la medicina no ha cambiado mucho. Usamos brebajes y mezclas sintéticas en el pasado hasta que aparecieron píldoras, inyecciones y cirugías más sofisticadas, que se han mantenido como las principales modalidades hasta el día de hoy. En los Estados Unidos, el 68% de los hombres y el 82% de las mujeres entre 18 y 44 años de edad están tomando medicamentos. Este número aumenta al 81% y al 89% de los hombres y mujeres de mediana edad. Entre los ancianos, está por encima del 90%.[4] El 44% de los hombres ancianos y el 57% de las mujeres ancianas toman cinco o más medicamentos. Más de uno de cada diez está tomando más de 10 medicamentos [4]. Esto es una burla.

Un informe de la revista científica del Canadian Medical Association Journal (revista de la Asociación Médica Canadiense) dice que los medicamentos recetados suponen una gran carga para el sistema de salud pública en Canadá, que asciende a miles de millones de dólares. ¿Te animas a adivinar qué medicamentos se estima que representan el mayor costo para la atención médica en Canadá? En el primer lugar están los medicamentos antihipertensivos, que cuestan al sistema de atención médica unos 1400 millones de dólares. En el segundo lugar están los medicamentos para bajar el colesterol. En el tercer lugar están los medicamentos biológicos para enfermedades inflamatorias. Otros que aparecen en la lista de los diez primeros son los medicamentos reductores de ácido, los medicamentos para la diabetes que no son insulina, la insulina, los antidepresivos, los antipsicóticos y los opioides.[5]

Las balanzas no se están inclinando

¿Te das cuenta de que la mayoría de los medicamentos mencionados anteriormente se usan para tratar enfermedades causadas por un mal estilo de vida? La hipertensión, la diabetes, el colesterol alto, etc. son, en la gran mayoría de los casos, causados por un estilo de vida deficiente. Esto puede explicar por qué a los pacientes no les va muy bien. Uno podría pensar que, con todo el dinero que estamos usando para enfrentar estas enfermedades, a las personas les iría mejor, pero ese simplemente no es el caso para muchos. Por el contrario, lo que sucede con mayor frecuencia es que le agregan más medicamentos al tratamiento de los pacientes y a muchos se les dice que deben tomar dichos medicamentos de por vida. Aunque tenemos una gran cantidad de medicamentos para tratar las enfermedades cardíacas, el cáncer, la hipertensión y la diabetes, estas enfermedades y los problemas que causan aún superan todas nuestras píldoras, tabletas, inyecciones y cirugías, y en incluso los ingredientes botánicos, vitaminas, minerales, y todos los otros suplementos que utilizan los médicos naturopáticos.

Cierra el grifo Lifestyle is Medicine

¿Por qué sucede esto? Es porque muchos de estos medicamentos no tratan la causa raíz de la enfermedad. Esto se puede entender con un ejemplo de un grifo desbordado. Imagina que, en tu casa, un grifo está abierto y tienes todo el piso inundado de agua. En esta situación, ¿sería bueno trapear el piso? Obviamente no. Sin embargo, esto es precisamente lo que nuestro sistema médico actual está haciendo. Muchos medicamentos simplemente están trapeando los síntomas sin cerrar el grifo de los malos hábitos de vida.

Los Dres. Mark Hyman, Dean Ornish y Michael Roizen lo expresaron muy bien en su maravilloso artículo sobre la medicina del estilo de vida cuando dijeron:

“Hacer caso omiso de las causas subyacentes y tratar solo los factores de riesgo es algo así como trapear el piso alrededor de un fregadero que rebosa de agua en lugar de cerrar el grifo, por lo que los medicamentos generalmente deben tomarse toda la vida”.[6]

La afirmación anterior me recordó la atención médica que se le dio a mi padre. Su médico le dijo que tomara estatinas por el resto de su vida. Sin embargo, nunca habló con papá acerca de cambiar su alimentación que todavía incluía productos procesados, queso y alimentos de origen animal. Dicha dieta puede alimentar el colesterol elevado, sin embargo, descuidando ese aspecto, a mi padre simplemente se le dijo que tomara medicamentos para tratar el síntoma del colesterol elevado. Este es un excelente ejemplo de trapear el piso sin cerrar el grifo.

Se pueden presentar numerosos casos para demostrar esta desafortunada situación de la forma en que muchos consideran la medicina. Algunos ejemplos comunes son los pacientes a los que se les dice que tomen de por vida antihipertensivos y medicamentos que reducen la glucosa sin que se les brinde la asesoría adecuada para cambiar su alimentación, evitar los productos procesados, con alto contenido de azúcar y cambiar los alimentos de origen animal por una dieta con más alimentos integrales, a base de plantas, y tener una actividad física que cumpla con las recomendaciones canadienses actuales de aproximadamente 150 minutos de actividad aeróbica moderada a vigorosa por semana.[7] Si continuamos tratando de combatir las enfermedades relacionadas con el estilo de vida sin tratar la causa subyacente de un estilo de vida deficiente, nosotros como médicos, o lo que es peor, los propios pacientes siempre se mantendrán trapeando el piso.

Conclusión

El panorama de enfermedades que aquejan a la sociedad está cambiando y, por lo tanto, se debe dar el respectivo cambio en la forma en que se practica la medicina. Ya es hora de que nos sacudamos la idea de que la medicina consiste solo en pastillas, tabletas, inyecciones y cirugías. Las compañías farmacéuticas no deben tener un monopolio sobre el uso del término.

Entonces, volviendo al ejemplo original con el que comenzamos el artículo, recordemos que las pastillas, tabletas, inyecciones y cirugías son parte de la medicina, pero nunca olvidemos que los cambios en el estilo de vida también son medicina. Una gran cantidad de las enfermedades en nuestro mundo son el resultado de elecciones de estilo de vida. Si el estilo de vida es la causa, entonces ciertamente el estilo de vida también debe ser parte de la medicina.