La esquizofrenia - Cuidado naturopático complementario

Introducción

La esquizofrenia es una condición de salud mental que genera una distorsión de la realidad. Los síntomas de la esquizofrenia varían según el paciente, pero a menudo se describen como síntomas positivos o negativos ⁽¹⁾. Los síntomas positivos son cosas que normalmente no existen, pero que las personas con esquizofrenia experimentan. Estos pueden incluir síntomas como delirios, alucinaciones (de muchos tipos) y pensamiento desordenado. Los síntomas negativos son elementos normales que les faltan a las personas con esquizofrenia. Por ejemplo, poca afectividad, capacidad de habla limitada o deficiente, problemas para formar relaciones o falta de placer o motivación. En general, se considera que los síntomas negativos tienen un mayor impacto en la calidad de vida que los síntomas positivos. Muchos síntomas también se pueden clasificar como síntomas cognitivos, lo que significa que están relacionados con el procesamiento de la información ⁽¹⁾. Los pacientes con síntomas cognitivos pueden tener problemas para aprender y usar la información de manera apropiada. Hay varios tipos de esquizofrenias reconocidas. El diagnóstico generalmente se guía por el DSM-5, el manual que describe varias condiciones de salud mental. El diagnóstico generalmente lo realiza un psiquiatra o psicólogo.

Se considera que las causas de la esquizofrenia son una combinación de factores genéticos y ambientales. Uno de los principales factores de riesgo es tener un familiar inmediato con esquizofrenia. Por ejemplo, si uno de los padres ha sido diagnosticado, el riesgo de que un niño sufra de esta condición es de aproximadamente 13% ⁽²⁾. Se han propuesto muchos genes potenciales como causantes del desarrollo de la esquizofrenia. Los factores ambientales incluyen el uso de drogas, la vida y el entorno social, y los factores estresantes en el útero. De estos, el consumo de drogas es un factor importante. Muchos de los que sufren esquizofrenia utilizan drogas o alcohol. Algunas drogas por sí mismas pueden provocar psicosis. Las personas con esquizofrenia también usan nicotina y tabaco a tasas mucho más altas que el resto de la población.

El manejo de la esquizofrenia es complejo. La medicación de primera línea implica el uso de antipsicóticos ⁽³⁾. Los antipsicóticos pueden reducir algunos de los síntomas positivos, pero no son muy buenos para aliviar los síntomas negativos. De acuerdo a la experiencia de algunos médicos naturópatas que tratan la esquizofrenia, la mayoría de los pacientes que toman medicamentos permanecen enfermos y debilitados ⁽⁴⁾. Los medicamentos antipsicóticos se asocian con daño cerebral, problemas cardíacos y metabólicos y disfunción sexual. Parecen tranquilizar a los pacientes hasta cierto punto. Este artículo revisará algunos de los enfoques naturales en el tratamiento de la esquizofrenia.

Los primeros suplementos nutricionales que se utilizaron para tratar la esquizofrenia fueron la vitamina B3 (niacina) y la vitamina C ⁽⁴⁾. Con base en los ensayos realizados en pacientes esquizofrénicos agudos, la vitamina B3 pudo reducir el número de suicidios, mejorar las tasas de recuperación y aligerar la carga del sistema de atención médica. Se sugiere que la vitamina B3 reduce la producción de adrenocromo, un derivado tóxico de la adrenalina.

La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, generalmente se receta en dosis de gramos y por lo general se incrementa hasta que causa diarrea. En este punto, la dosis se reduce para que no cause diarrea. Esto se llama dosificación hasta llegar a la "tolerancia intestinal". La vitamina C actúa como un antioxidante y también previene la formación de adrenocromo ⁽⁴⁾. La vitamina C también realiza una serie de funciones en el cuerpo, como la producción de colágeno y de varios neurotransmisores.

La glicina es un neurotransmisor inhibitorio que a veces se usa como suplemento en el tratamiento de la esquizofrenia ⁽⁵⁾. Se dice que la glicina posiblemente ayuda con la memoria, ya que está involucrada en la transmisión de muchas señales en el cerebro. La glicina también se puede obtener a través de la dieta; las fuentes de glicina en la dieta incluyen carne, pescado, productos lácteos y legumbres.

Las hierbas pueden usarse como tratamientos complementarios. Se pueden consumir en forma de cápsula, tableta, té o tintura. El Ginkgo biloba es una hierba que puede contar con evidencia para su uso en el tratamiento de la esquizofrenia ⁽⁶⁾. Actualmente hay ensayos clínicos en progreso para determinar mejor el efecto del Ginkgo en pacientes con esquizofrenia. Sin embargo, varios estudios han demostrado que el Ginkgo, solo o en combinación con antipsicóticos puede reducir los síntomas negativos, aumentar el efecto de los antipsicóticos, reducir los efectos secundarios de los medicamentos o mejorar la eficacia de los medicamentos. Todos estos son resultados prometedores con mínimos efectos secundarios si es que tiene alguno. El cannabis es un medicamento que a menudo usan los pacientes esquizofrénicos, pero la evidencia disponible sugiere que no es útil; y podría ser bastante dañino ⁽⁷⁾.

Los síntomas negativos de la esquizofrenia están asociados con una mala calidad de vida. Por esta razón, estos tipos de síntomas tienen una alta prioridad en el tratamiento. Existen tres categorías de tratamientos psicosociales: terapia cognitiva conductual (TCC), capacitación en habilidades sociales (SST) e intervenciones de tratamiento combinado (8).

El enfoque de la TCC sugiere que la forma en que se interpretan los eventos tiene consecuencias sobre cómo piensan, sienten y se comportan las personas. Se pueden individualizar los objetivos de la TCC para cada paciente, pero a menudo lo que se intenta es disminuir los síntomas específicos, aumentar la comprensión de la enfermedad, reducir la angustia y desarrollar habilidades para lidiar con las situaciones difíciles. Se ha utilizado para el tratamiento de múltiples condiciones de salud mental, incluida la psicosis, y hay guías disponibles. La TCC por lo general implica la identificación de pensamientos que no son beneficiosos para la salud, y luego se genera evidencia a favor y en contra de estos pensamientos. A menudo, se hace evidente que los pensamientos son desadaptados, y simplemente el conocimiento de la evidencia puede ayudar a sentar las bases para la modificación del comportamiento.

La teoría detrás de la SST es que se debe ayudar a los pacientes a adquirir habilidades personales para lograr la competencia social, lo que incluye expresarse adecuadamente, recibir información y ser capaces de mantener una conversación apropiada con los demás ⁽⁸⁾. La SST también puede ayudar a las personas a ser más asertivas y administrar mejor su medicación. Para aquellos con esquizofrenia, esto puede ser particularmente importante, ya que puede permitir una comunicación clara y un mejor manejo de la enfermedad a largo plazo. También puede disminuir los costos asociados para el sistema de atención médica.

La combinación de ambos tratamientos no tiene una clara evidencia de beneficio más allá de lo que ofrece cada tratamiento por sí mismo. La TCC cuenta con una gran cantidad de evidencia que respalda su uso, y también tiene evidencia que muestra que puede ayudar con el mantenimiento de la mejoría de los síntomas negativos durante seis meses después del tratamiento (8). Los tratamientos psicosociales pueden ser prestados por una gran cantidad de profesionales médicos, pero aquellos en mejor posición para ofrecerlos son los psiquiatras o los psicólogos, quienes cuentan con un entrenamiento especial en su aplicación. La evidencia disponible no dicta necesariamente cuál es la mejor manera de intervenir a un paciente determinado.

Es muy difícil vivir con esquizofrenia. También es una situación extremadamente difícil de manejar desde la perspectiva de los cuidadores. Si hay síntomas cognitivos significativos o síntomas positivos intensos, a veces la hospitalización es la única manera de iniciar el tratamiento. El pilar de la terapia son los medicamentos antipsicóticos. Aunque pueden reducir algunos de los síntomas positivos, la evidencia sugiere que no son muy buenos para reducir los síntomas negativos. Además, muchos pacientes informan que se sienten anulados o adormecidos mientras toman los medicamentos.

Las terapias naturales son típicamente complementarias y vienen en muchas formas. Hablamos de la vitamina B3 y la vitamina C como sustancias potencialmente útiles para reducir la producción de adrenocromo, un derivado tóxico de adrenalina. Hablamos de la glicina como un neurotransmisor inhibidor que potencialmente puede ayudar con la memoria. Por último, hablamos del Ginkgo como una opción herbal que actualmente se está investigando, pero con muchos resultados prometedores. No se recomienda el uso de cannabis.

Los tratamientos psicosociales son extremadamente seguros. Tanto la TCC como la SST pueden ser útiles para pacientes esquizofrénicos. Es probable que el beneficio esté correlacionado con el grado de intensidad de los síntomas. Hay evidencia sólida detrás de ambas terapias y deben ser suministradas por profesionales certificados. En general, hay una serie de diferentes terapias naturales complementarias que se pueden considerar. Por favor, consulta con tu médico naturopático para obtener una evaluación más profunda.