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TDAH

Español

TDAH - Explorando los factores de riesgo y los tratamientos naturales

Escrito por: Brian Casteels, ND

210 Willmott St. Unit 5D
Cobourg ON
K9A 4S3




TDAH - Explorando los factores de riesgo y los tratamientos naturales




Introducción

El trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una preocupación neurológica común. El estimado de la prevalencia en niños es aproximadamente del 5.29% a nivel mundial. Un estudio Alemán encontró que el 70% de estos niños pueden continuar siendo afectados en la adultez. Algunas características del TDAH incluyen: aumento de la inatención, impulsividad e hiperactividad. El TDAH ha sido asociado con la obesidad y la inactividad infantil, las adicciones, los riesgos elevados de lesiones, la disminución del rendimiento académico, así como con los desafíos ocupacionales o sociales. Por tanto, es importante entender qué puede hacerse para disminuir el potencial impacto negativo del TDAH en la vida de las personas.

El tratamiento de primera línea para el TDAH generalmente es la terapia conductual y medicamentos estimulantes. A pesar de que la medicación estimulante a menudo es considerada segura, se encuentra asociada a algunos efectos secundarios negativos, tales como el insomnio, los dolores de cabeza, la anorexia y la pérdida de peso. También existe alguna preocupación sobre la salud cardiovascular, retardo en el crecimiento y una función anormal de la corteza prefrontal y su desarrollo. Tener un mejor entendimiento acerca de los factores causantes y agravantes del TDAH puede ofrecer ideas sobre mejores opciones de tratamiento. Existen múltiples prácticas complementarias dietéticas, de estilos de vida y alternativas que pueden ser usadas en el TDAH. El uso de esas prácticas alternativas tiene el potencial para reducir la dependencia a la medicación y/o mejorar los resultados generales del tratamiento


Factores causantes y agravantes del TDAH Factores causantes y agravantes del TDAH

Se ha demostrado en repetidas ocasiones que las tareas para evaluar las funciones ejecutivas a menudo están alteradas en los niños con TDAH. Se piensa que esto es el resultado de un desarrollo atípico en estas áreas, con una alta probabilidad para múltiples factores de influir en el fenotipo del TDAH.[10]

Medio ambiente y la Epigenética

Los agentes ambientales han sido implicados en el TDAH. Ejemplos de estos agentes incluyen el ftalatos y el plomo. Ciertos neurotóxicos (los bifenilospoliclorados, el metilmercurio, el arsénico, el tolueno, el manganeso, el clorpirifos, el fluroide, el tetracloroetileno, el diclorodifeniltricloroetano, los polibromodefeniléteres) también pueden afectar el desarrollo cerebral. Algunos químicos pueden incluso perjudicar el desarrollo del sistema nervioso durante generaciones. Un estudio que usaba modelos de ratones encontró que la exposición prenatal a la nicotina estaba relacionada con la expresión transgeneracional de un fenotipo de TADH. [15]

Algunos estudios también demostraron que la exposición secundaria al cigarrillo incrementaba la severidad de los síntomas en preescolares previamente diagnosticados con TDAH. El fumar durante la adolescencia también se ha asociado a una disminución de los niveles de atención que perduran hasta la adultez. Durante las fases del desarrollo, el cerebro y el sistema nervioso pueden ser susceptibles a una serie de distintas tensiones y factores de riesgo. En conjunto con los riesgos mencionados anteriormente, el estrés maternal y las infecciones durante la gestación pueden tener un rol en el desarrollo del TADH. Ciertos estudios han sugerido que el estrés maternal puede resultar en una inflamación que puede estar asociada al incremento del riesgo. Otros factores tales como el consumo del alcohol, la marihuana y la cocaína durante la gestación, también es asociado con la promoción del TADH.

Los medicamentos son otro punto importante a considerar. Un estudio asoció el uso del Labetalol durante el embarazo con un aumento del riesgo de padecer el TADH. Mientras que otro estudio encontró que el acetaminofén utilizado durante el embarazo estaba asociado con un diagnóstico hospitalario incrementado del Trastorno de Hiperactividad (Cociente de riesgo = 1.37; 95% CI, 1.19-1.59), mayor uso de medicamentos para el TADH (cociente de riesgo = 1.29; 95% CI, 1.15-1.44) y mayor presencia sintomática del TADH a los 7 años (cociente de riesgo = 1.13; 95% CI. 1.01-1.27). Los efectos secundarios del acetaminofén fueron peores en aquellos con mayor uso maternal durante el embarazo y si se usaron por más de un trimestre. Pueden existir implicaciones relacionadas con otros medicamentos que no han tenido la investigación adecuada en esta área.

Factores Sociales y Relacionados con la Salud

Muchos factores incluidos los discutidos anteriormente pueden afectar la salud de cada individuo. Según las estadísticas sanitarias del 2013 para los niños de EE.UU, el TADH es casi cuatro veces más prevalente cuando la salud es pobre. Añadido a la salud física, los factores sociales también juegan un papel. Por ejemplo, los niños de familias de madres solteras son más propensos a ser diagnosticados con TADH (12% vs 8%). Problemas maritales entre los padres pueden también tener un impacto. En un estudio Nigeriano, una valoración negativa del matrimonio por los padres fue asociada con un aumento del TADH en sus niños (OR=0.1; CI= ´0.017, 0.567). [25]

Uso de los Monitores Electrónicos Uso de los Monitores Electrónicos

La cantidad de tiempo que cada quien invierte usando varios monitores, por ejemplo computadoras, televisores, etc, pueden tener un impacto en la habilidad para prestar atención. Esto puede resultar de la promoción de cortos fragmentos de información. Un estudio encontró que la exposición diaria a la televisión a los 18 meses de edad estaba asociada con la hiperactivadad y la inatención a los 30 meses. Puntuaciones dudosas en evaluaciones de juegos de video se correlacionaron con tener horas diarias de video juegos (r=0.47, P=.002) y la inatención (r=0.37, P=.01). Otro factor a considerar, es que el tiempo ante los monitores puede afectar adversamente la duración y la latencia del sueño. Las restricciones del sueño pueden causar alteraciones de la función neuroconductual, y 25-50% de los padres de los niños con TADH reportan trastornos del sueño, especialmente problemas para mantenerse o quedarse dormidos. Como se ha señalado hasta ahora, múltiples factores son muy capaces de causar o agravar los síntomas del TADH. Por tanto, es esencial que se minimicen o eliminen los factores de riesgo. En conjunto con esto, una serie de tratamientos naturales pueden utilizarse para reducir el riesgo de los factores causantes así como para apoyar para un funcionamiento psicológico óptimo.


Tratamientos Dieta y Nutrición
Dieta y Nutrición

La dieta es un componente esencial para la salud durante toda la vida. La lactancia materna exclusiva antes de los 6 meses de edad se ha asociado con una disminución de la incidencia del TADH, mientras que la introducción temprana a la alimentación con biberón puede aumentar el riesgo. En personas mayores, existe evidencia que sugiere que dietas por eliminación pueden mejorar los síntomas del TADH, mostrando claras conexiones entre la dieta y el comportamiento. Los preservativos, aditivos, y ciertas comidas que puedan causar respuestas negativas, pueden ser eliminados en estas dietas. Elecciones apropiadas en sus alimentos también pueden tener un beneficio en el tratamiento de las quejas físicas relacionadas con la comorbilidad, los problemas para el sueño así como la posible reducción de la inflamación, los cuales, como fue mencionado anteriormente, pueden ser factores agravantes en el TADH.

El azúcar, en relación con el TADH, ha creado mucha discusión, y varios estudios han encontrado una disminución de la atención posterior a la ingesta de grandes cantidades de azúcar. Un mecanismo de acción propuesto es el efecto hipoglicémico de rebote que resulta en la disminución de la atención. Sin embargo, el azúcar en general no parece afectar a todas las personas. Un estudio encontró que la ingesta total de azúcar no afectaba los síntomas del TADH, pero cuando se comparaba el consumo normal de azúcar proveniente de las frutas, con otras fuentes, se encontró una relación importante con el TADH, con un mayor riesgo para el azúcar que no era consumida de las frutas (P<0.05). Este mismo estudio también encontró que los alimentos ricos en vitamina C estaban relacionados con una disminución del riesgo para TADH (P<0.05).[36] p>

La dieta también puede ser una parte importante de la desintoxicación, la cual puede ser beneficiosa basado en las relaciones existentes con las toxinas discutidas previamente. Estudios recientes sugieren que la dieta está relacionada con la salud celular a través de la modulación apropiada de las respuestas genéticas, la apoptosis celular, y la desintoxicación. [37] La desintoxicación también puede ser beneficiada a través de la mejora de la función digestiva mediante la utilización de probióticos y asegurando una adecuada fibra dietética viscosa. La suplementación con N-acetilcisteína, vitamina E, C y selenio puede ser usada para reducir las toxinas a través del incremento de los niveles del glutatión. Varias pruebas de orina y sangre están disponibles para medir los niveles de toxina en el cuerpo. Sin embargo, no se encontró ningún estudio que midiera específicamente los efectos de la desintoxicación en el TADH, pero el reporte de un caso indicó mejoras en el Trastorno del Déficit de Atención. Por tanto, se requiere de mayor investigación para explorar las implicaciones de la dieta y la desintoxicación en el TADH.

Suplementos Nutricionales

Una parte de la población con TADH puede padecer de deficiencias nutricionales. Niveles bajos de zinc (Zn) se han asociado al TADH. En algunos casos, cuando se corrigen las deficiencias del Zn, la inatención calificada por los padres y maestros mostro mejoría así como los efectos de algunos medicamentos estimulantes. Bajos niveles de hierro (Fe), también pueden afectar los síntomas del TADH. Un estudio encontró que los pacientes desatentos con TADH tenían alta probabilidad de padecer una deficiencia de Fe (P=0.02), y los síntomas de intención podían mejorar con la suplementación con hierro (P=0.02).[42]

Existe evidencia que sugiere que los niveles vitamínicos también pueden encontrarse deficientes. Las investigaciones indican que es posible padecer de deficiencias de vitamina D y micronutrientes. Algunas personas pueden incluso mejorar con suplementos como el ácido graso omega 3. Por ejemplo, un metanálisis basado en 699 individuos con TADH halló un efecto pequeño pero significante con la suplementación con ácidos grasos tipo omega 3 sobre el TADH. Se necesitan de más estudios para determinar cómo éstas y otras vitaminas, así como los suplementos nutricionales, pueden impactar sobre el TADH.

Medicina Botánica y la Acupuntura

Las investigaciones sobre la medicina botánica y la acupuntura como tratamiento para el TADH también son limitadas, a pesar de que, algunos estudios sugieren una mejora. Por ejemplo, el Gingko Biloba puede tener un efecto positivo a través del aumento de la actividad dopaminérgica. Algunas investigaciones sugieren que el Gingko Biloba puede ser capaz de mejorar los síntomas del TADH y la calidad de vida con mínimos efectos secundarios. Las investigaciones preliminares sobre la acupuntura sugieren una mejoría de los síntomas del TADH basado en mediciones subjetivas y mejor rendimiento académico. La acupuntura también puede mejorar las comorbilidades asociadas como el insomnio.[49]


Ejercicio Ejercicio

El ejercicio ha demostrado reducir los síntomas del TADH, mejorando los parámetros neuropsicológicos, las habilidades motoras y la conducta social. Puede que también mejore el rendimiento en la lectura y la aritmética. Un pequeño estudio tipo cohorte, que constaba de 9 niños con TADH, encontró una mejoría de los síntomas con la práctica del yoga y un agravamiento de los mismos cuando la práctica se volvía menos frecuente. Este estudio indicó que puede ser importante ser consistente con el ejercicio. Otros ejercicios como la actividad aeróbica y el Tai Chi también pueden mejorar los síntomas, en conjunto con la inversión de más tiempo en áreas naturales, como parques a diferencia de las ciudades. [54]


Conclusión

Múltiples factores pueden contribuir al desarrollo o empeoramiento de los síntomas del TADH. En consecuencia, es muy importante minimizar estos factores de riesgo, lo cual puede ser llevado a cabo con el consumo de comida orgánica, evitando el uso ilícito de drogas, medicaciones innecesarias, el fumar, el alcohol, minimizando el tiempo ante monitores electrónicos, etc. Es especialmente importante reducir la exposición a toxinas durante el embarazo. Carece la investigación sobre las terapias alternativas y complementarias. Sin embargo, los estudios sugieren que el estilo de vida, incluyendo una nutrición apropiada y el ejercicio, así como la inversión de tiempo en la naturaleza, son importantes. Puede haber un beneficio adicional con el uso de ciertas hierbas y tratamientos nutricionales así como de otras terapias como la acupuntura.

Cuando se consideran los beneficios del ejercicio, puede que sea necesario encontrar actividades divertidas y por tanto deseables para que se realicen a largo plazo. Esto puede conllevar a resultados longevos. Cultivar un estilo de vida que incorpore una dieta saludable, una vida social y el ejercicio rutinario, así como el uso de tratamientos potencialmente beneficiosos, puede mejorar los síntomas en muchas personas. Esto podría minimizar la necesidad de medicamentos, así como disminuir la aparición del TADH en el presente y en futuras generaciones.