La depresión posparto - Un enfoque naturopático

La tristeza posparto y la depresión posparto

La principal diferencia entre la tristeza y la depresión posparto radica en la gravedad y la duración de los síntomas. Estos síntomas pueden incluir tristeza, llanto, ansiedad, pérdida de interés en cosas que antes te agradaban, falta de deseo de estar con tu recién nacido y más. En la tristeza posparto, estos síntomas están presentes de una manera leve y tienen un impacto mínimo en el funcionamiento de la madre.^[1] No sucede lo mismo en el caso de la depresión posparto, ya que ésta interfiere con el funcionamiento normal y se experimenta más intensamente y durante más tiempo. Si ya se sufre de depresión, o se tiene antecedentes de depresión posparto, hay un aumento del riesgo de sufrir depresión después del parto; de hecho, hasta una de cada siete mujeres en los EE. UU. experimenta esto.[1] Se asocia con un aumento de la morbilidad infantil y, en las madres, con baja energía, interferencias en el sueño y la capacidad para conectarse con el bebé, falta de concentración y más.^[1]

No está claro qué causa específicamente la tristeza y la depresión posparto; sin embargo, es razonable presumir que puede haber una variedad de factores subyacentes tales como la genética, antecedentes médicos, problemas de neurotransmisores, afecciones de la tiroides, desequilibrios hormonales, problemas sociales y más.^[1]

Tratar las deficiencias

El análisis de sangre es una forma simple pero efectiva de determinar si parámetros como la vitamina B12, la vitamina D, el hierro y/o la tiroides son factores que contribuyen al bajo estado de ánimo.

En los casos de niveles bajos de la B12, la administración de suplementos con tabletas sublinguales o inyecciones intramusculares o subcutáneas de B12 puede ser de gran ayuda. Nuestra dieta es una fuente impredecible de B12, ya que la absorción de esta vitamina puede variar dependiendo del funcionamiento de nuestro intestino.

La suplementación con vitamina D3, preferiblemente a través de emulsiones líquidas o cápsulas de gel, puede ayudar a tratar la deficiencia de vitamina D3. En Canadá, la deficiencia de vitamina D es bastante común, especialmente en los meses de invierno, y puede tener un impacto directo en el estado de ánimo.

Para el hierro bajo, hay una variedad de formas diferentes disponibles por prescripción y de venta libre. Al igual que ocurre con la B12, la absorción de hierro varía de persona a persona, y la presencia de otros minerales como calcio o ciertos alimentos puede interferir con la cantidad que obtenemos de nuestros alimentos. Dicho esto, la vitamina C y la lisina promueven la absorción de hierro, por lo que puede ser útil tomar tu suplemento con alimentos que contengan esos dos compuestos. El aumento del consumo de alimentos ricos en hierro, como la carne roja, las semillas de calabaza, el hígado, el té de hojas de ortiga y las verduras de hojas oscuras también puede ser útil.

Para comprender por completo los problemas de la tiroides, es importante hacer otros análisis además de la hormona estimulante de la tiroides (TSH). Los valores de las T3 y T4, nuestras hormonas tiroideas, así como también de la T3 inversa y los anticuerpos contra la tiroides son útiles para dilucidar qué es exactamente lo que está haciendo la tiroides. Entonces, un plan de tratamiento puede ser tan simple como tomar la hormona tiroidea sintética o la hormona tiroidea desecada de fuentes animales, puede ser más útil con el uso de minerales como el yodo y el selenio junto con algunas hierbas, o puede ser completamente diferente. A veces, la función tiroidea disminuye como resultado de la baja cantidad de hierro y/o B12, por lo que restaurar los niveles óptimos de estos elementos también puede normalizar la tiroides.

Otras vitaminas, minerales y suplementos

Multivitamínico prenatal: seguir tomando tu vitamina prenatal, que es esencialmente un multivitamínico, es una forma simple de obtener todas las vitaminas y minerales importantes para tu cuerpo. El multivitamínico prenatal también contiene ácido fólico, que es un cofactor importante para la energía y los mecanismos antiinflamatorios en el cuerpo.

Ácidos grasos Omega-3: los Omega-3 son un subgrupo importante de ácidos grasos que todos necesitamos. Hay otros ácidos grasos, por ejemplo, los omega-6, que se encuentran en cantidades mucho más altas en comparación con los omega-3, en pacientes deprimidos, así como en aquellos que padecen afecciones inflamatorias.[2] Aunque se pueden obtener los omega-3 de peces y animales marinos, por lo general no se come lo suficiente, lo que significa que la suplementación es la vía principal para obtener estos ácidos grasos.

La dieta y la hidratación

A menudo, el agua es de gran beneficio cuando se trata de las nuevas madres. El estado de ánimo bajo es común en aquellas que no beben suficiente agua, por lo que ser más consciente de la ingesta de agua (se pueden hacer infusiones con frutas y/o verduras) puede ayudar.

Lo mismo ocurre con la alimentación de las nuevas madres: tienen patrones de alimentación irregulares, especialmente si no cuentan con mucha ayuda. Esto significa que el cuerpo carece de los nutrientes vitales para la energía y el metabolismo, lo que también afecta el estado de ánimo.

Factores del estilo de vida

Conectarse con el bebé: el contacto piel con piel y pasar tiempo con el bebé pueden ayudar a calmar a la madre y al bebé de manera considerable; estas prácticas también ayudan a fomentar el apego saludable y la autonomía en el bebé.

Movimiento: con un poco de movimiento se logra mucho. Al principio, cuando el cuerpo aún se recupera de la experiencia del parto, se recomienda tomarlo con calma dependiendo de cómo haya sido el parto o cesárea. Después de las etapas agudas iniciales, el movimiento en realidad ayuda a la sanación y promueve un mejor estado de ánimo. Las caminatas y los estiramientos suaves son buenos puntos de partida y, a medida que el cuerpo sana, un ejercicio más vigoroso puede ayudar a mejorar la circulación y liberar endorfinas, lo que mejora el estado de ánimo y la energía.

Pedir y recibir ayuda: todos necesitamos ayuda, a veces necesitamos mucha y, a veces, no tanta. Consigue ayuda de cualquier manera que puedas: alguien que te prepare una comida; pide a una amiga que se encargue de cuidar al bebé mientras tomas una siesta, te duchas o sales por un minuto; una persona que te escuche; y/o ayuda profesional para ayudarte a medida que haces la transición a un período diferente de tu vida.

Masajes y aromaterapia: se ha demostrado que el masaje, especialmente con aromaterapia, mejora el estado físico y mental de la madre en el período de posparto y también promueve la conexión con el bebé.^[3]

Cambio de ambiente: salir a caminar, reunirte con tus seres queridos, unirte a un grupo de mamás y bebés e ir a un lugar que disfrutes pueden ser medidas simples para ayudarte a mejorar tu estado de ánimo.

Hierbas

Manzanilla (Matricaria reticulata): la manzanilla es un tónico para los nervios, calma los nervios, ya sea que alguien se sienta demasiado estimulado o deprimido. Es una hierba que es segura para el posparto y, en dosis diluidas, también para los bebés; de hecho, es una hierba que puede ayudar a mejorar la producción de leche.^[4] La mejor manera de consumir manzanilla es bebiendo el té; se ha demostrado que mejora la calidad del sueño y alivia la depresión posparto en las madres.^[5]

Lavanda (Lavandula angustifolia): la lavanda, como la manzanilla, es una hierba calmante. Se ha demostrado que ayuda con el estrés, la ansiedad, el sueño y la depresión posparto en mujeres sanas y deprimidas. ^[6] El té de lavanda tiene efectos similares, por lo que ayuda a reducir la ansiedad, aliviar la depresión y mejorar la calidad del sueño.^{[7] [8]}

Escutelaria (Scutellaria lateriflora): la escutelaria es otra hierba para los nervios que ayuda no solo con la ansiedad, sino también con la depresión. Se ha demostrado que mejora el estado de ánimo y revierte los comportamientos de tipo depresivo.^[9][10]

Hierba de San Juan (Hypericum perforatum): esta hierba ha demostrado ayudar a quienes padecen de depresión, con resultados comparables a los de los antidepresivos convencionales, y también lo hace después del parto.^[11] La investigación muestra que esta hierba, administrada en dosis específicas, es segura para la madre y el bebé durante la lactancia, pero se debe tener precaución durante el embarazo.^[12][13]

Conclusión

Existen muchos enfoques simples y complejos para la depresión posparto, muchos de los cuales también aumentarán la energía en las nuevas madres. Es importante consultar con un profesional de la salud antes de implementar un plan más allá de la dieta, el ejercicio y los cambios en el estilo de vida con el fin de que obtengas la atención que necesitas para sentirte mejor