Terapia con Saunas

Se puede desintoxicar el cuerpo de muchas maneras distintas. En esencia, la meta es eliminar los productos químicos y los contaminantes ambientales que ponen una carga tóxica sobre nuestros organismos, las cuales son responsables de la progresión de muchos problemas de salud. Estudios recientes han afirmado encontrar más de 5 millones de químicos en nuestro ambiente, los cuales tienen efectos negativos sobre nuestro sistema muscular, neurológico, cardiovascular y pulmonar. Las Lámparas o Saunas Infrarrojos son dispositivos de tratamiento que han demostrado ser un modo seguro y efectivo para lograr un mejor estado de salud gracias a su habilidad de remover estos químicos tóxicos usando la piel y el sudor como vectores. Nuestra piel es el órgano desintoxicante más grande de nuestro cuerpo, de más de 2 metros cuadrados. Nuestras glándulas sudoríparas tienen la capacidad natural para excretar muchos minerales que ya existen en nuestro organismo, como sodio, potasio, zinc, cloro, urea, fósforo y manganeso; sin embargo, a pesar de la transpiración nosotros podemos eliminar otras toxinas solubles en agua y grasa que están sobrecargando nuestro cuerpo. Por tanto, los contaminantes ambientales como los pesticidas, el formaldehido, los ftalatos y los PCB, además de drogas como las anfetaminas, la morfina y la metadona, pueden ser excretados a través de nuestro sudor, el cual podemos obtener a través del uso de la terapia del sauna. ^[1].

Fisiológicamente, el cuerpo responde al estrés térmico incrementando la frecuencia cardiaca y el gasto cardiaco, y disminuyendo la resistencia periférica permitiendo así un incremento en la circulación periférica. Con la reducción de la resistencia periférica, la presión arterial diastólica y sanguínea disminuirá, y la presión sistólica sanguínea permanecerá sin cambios. Además, existe un incremento en la tasa metabólica y el consumo e intercambio de oxígeno. El efecto general es similar al del ejercicio moderado. Por otra parte, aunado a la desintoxicación del cuerpo, tiene un componente analgésico tratante gracias a su efecto sobre el sistema nervioso simpático y el eje HPA (hipotálamo, pituitario-suprarrenal). La norepinefrina incrementa mientras que los niveles de cortisol usualmente permanecen sin cambios, mientras que los niveles de hormona del crecimiento, beta endorfinas y prolactina también aumentan. Por tanto el incremento de beta endorfinas es lo que causará que las personas alcancen niveles de placer y efectos analgésicos luego del tratamiento.^[4].

Tradicionalmente, los saunas europeos fueron populares por sus efectos calentadores sobre el cuerpo y su capacidad de excretar los desechos desintoxicados y las toxinas a través del sudor gracias a su efecto directo sobre el sistema linfático. Los saunas europeos se basaban en la electricidad o el vapor para producir calor indirecto para calentar el cuerpo. El sudor aparece gracias a la convección (Corrientes de aire) y conducción (contacto entre el aire caliente y la piel) del aire caliente que causa un aumento en la humedad al mismo tiempo que de la temperatura (75-95°/167-203°F), calentando primero el aire y luego el cuerpo. Aunque esto suene como un enfoque efectivo, esto puede causar muchos problemas debido a su naturaleza incómoda para las personas sensibles, especialmente para aquellos con condiciones pulmonares o cardiovasculares subyacentes, asmáticos, mujeres embarazadas, personas sensibles al calor y los ancianos. Puede causar un sobrecalentamiento del cuerpo, aumentar la presión sanguínea a niveles poco seguros y para las personas puede ser difícil respirar y tolerarlo debido a la humedad y las altas temperaturas.

Por otro lado los saunas infrarrojos, usan calentadores de cerámicas que producen calor radiante (energía infrarroja). Existen tres tipos de longitudes de onda que pueden emitir los saunas infrarrojos; cercano, medio y lejano. Los mejores resultados sobre la salud se han obtenido con las longitudes de onda de infrarrojo lejano que tienen 4-14 micras de longitud. Esta es una forma de energía que crea una fuente de calor que va más allá de la superficie de la piel a través de las vibraciones. Como resultado, aparecen cambios metabólicos entre las células dado que las ondas de longitud infrarrojas incrementan la temperatura del cuerpo e inducen la transpiración sin tener que calentar el aire como los saunas tradicionales estilo Europeo. Por tanto, podemos lograr la misma meta de incrementar el drenaje linfático y la transpiración a temperaturas mucho menores (45-50°/113-122°F). Esto permite que el tratamiento sea mucho más tolerable para pacientes de alto riesgo y sensibles al calor y evite algunos de los efectos secundarios previamente advertidos asociados con los saunas de vapor tradicionales.

Como se mencionó anteriormente, una acumulación de sustancias toxicas sobre el cuerpo puede tener efectos perjudiciales para nuestra salud. Por tanto, se ha demostrado que eliminar cualquier carga toxica con la terapia con sauna, tiene efectos positivos para muchos problemas de salud. Ha probado ser de gran ayuda para aquellos con el síndrome de fatiga crónica y depresión. Promueve el tono muscular e incrementa la tasa de curación para condiciones musculoesqueléticas al incrementar la circulación del cuerpo, permitiendo un mejor intercambio de oxígeno y drenaje linfático. Otras investigaciones han demostrado beneficios sobre pacientes con dolor crónico y condiciones inflamatorias como la fibromialgia y la artritis reumatoide, condiciones cardiovasculares y al eliminar toxinas como el mercurio y plomo a través de la excreción por el sudor. Además, puede ayudar en la pérdida de peso, como han propuesto algunas investigaciones que una persona en condiciones moderadas podía sudar fácilmente hasta 500 gramos en un sauna, consumiendo cerca de 300 kcal, esto es el equivalente a correr 2-3 millas. Aunado a esto, actúa sobre el hígado al promover el funcionamiento apropiado de las reacciones de fase I y fase II; esto permite que el hígado desintoxique mejor y elimine toxinas y moléculas solubles en agua y grasas del organismo.

Se realizó un pequeño estudio usando 28 pacientes con depresión leve, fatiga general y pérdida del apetito. Los pacientes fueron divididos en un grupo control y un grupo con tratamiento. Se les realizaron veinte sesiones de 15 minutos de terapia con sauna infrarrojo a catorce pacientes en un periodo de cuatro semanas. Los resultados demostraron, que en comparación con el grupo control, el grupo con tratamiento tuvo mejoras estadísticamente significantes en cuanto a las dolencias somáticas, mejoraron el apetito y la capacidad para relajarse.^{[4, 5]}.

Los efectos de la terapia del sauna sobre el alivio del dolor han demostrado resultados positivos. Los saunas infrarrojos ayudan a aliviar la inflamación, el dolor y la rigidez en las articulaciones y los músculos gracias a que permite la relajación muscular, incrementan la elasticidad en los tendones y articulaciones y reducen la viscosidad del líquido sinovial. También se disminuye el tiempo de curación de las heridas dado que los saunas infrarrojos permiten que la circulación de las células rojas alcance el área lesionada, proporcionando nutrientes y otras propiedades curativas al área. Se demostró evidencia a través de un estudio el cual incluyo a 46 pacientes quienes estaban hospitalizados por dolor crónico (de al menos 6 meses de duración) y se les dividió en dos grupos. Todos los sujetos participaron en un protocolo multidisciplinario, el cual incluyo una terapia cognitiva conductual, rehabilitación y terapia de ejercicio. Sin embargo, a 22 de estos sujetos se les dio una terapia adicional de quince minutos de sauna infrarrojo lejano, cinco días a la semana por cuatro semanas. El resultado final reveló que el grupo sauna demostró disminución de los comportamientos del dolor y niveles menores de ira. Un seguimiento de dos años revelo que el 77% del grupo sauna pudo retornar a su trabajo en comparación con el 50% de los del grupo sin sauna. Por tanto, al terapia con sauna infrarrojo puede ser beneficiosa para aquellos que sufren de artritis, fibromialgia y otros dolores musculares o articulares incluyendo el dolor relacionado con las lesiones.

El tratamiento con sauna también ha probado ser una terapia efectiva y segura para una amplia variedad de enfermedades cardiacas. Para determinar el efecto de la terapia con sauna infrarroja sobre la salud cardiovascular, un estudio uso sujetos con al menos un factor de riesgo coronario para el cual se sentaron en un sauna con infrarrojo lejano a 60° por 15 minutos, todos los días durante dos semanas. Los participantes a los que se les dio tratamiento con sauna tuvieron una disminución significativa de la presión sistólica sanguínea en comparación con aquellos que no se les dio (un promedio de 110mmHg vs 122 mmHg). El estudio sugirió que había un incremento del óxido nítrico en respuesta a la terapia con sauna infrarrojo.^{[4, 6]}.

Un estudio japonés observo el efecto del sauna infrarrojo lejano sobre pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva. Al principio tomaron 25 hombres con riesgo cardiovascular y 10 controles saludables para que recibieran diez sesiones con sauna infrarrojo en un plazo de dos semanas (15 minutos a 60°) seguidos de 30 minutos de descanso en cama con una manta. El propósito de esto era observar la capacidad de la terapia infrarroja para mejorar la función endotelial. El resultado demostró mejoras significativamente importantes en la dilatación de la arteria braquial (no tratados con nitroglicerina). Luego tomaron 20 pacientes diagnosticados con ICC (clase II o III según la New York Heart Association) para que atravesaran el mismo tratamiento con sauna. El grupo con sauna infrarrojo experimento mejoras en la dilatación dependiente de la función endotelial de la arteria braquial luego de solo 10 sesiones, sin haber cambios para el grupo control. Además, 17 de los 20 participantes tuvieron mejoras sobre los síntomas clínicos. Por tanto, la terapia con sauna infrarrojo puede ser beneficiosa para los pacientes con patologías cardiacas.

Los oficiales de policía de Utah fueron evaluados debido a su consistente exposición a los laboratorios de metanfetaminas, ya que existe un riesgo de 7 a 15 veces mayor de enfermarse. Un estimado del 50% de los 300 oficiales de Utah involucrados en las actividades relacionadas con los laboratorios de metanfetaminas reportaron altas tasas de muerte, cáncer, o síntomas inusuales, implicando una conexión entre la exposición relacionada con los laboratorios de metanfetaminas y los problemas subsecuentes sobre la salud. Sesenta y nueve oficiales que entraron de forma consecutiva al “Utah Meth Cops Project” fueron evaluados antes y después de un programa de tratamiento que involucraba ejercicio gradual, apoyo nutricional comprensivo y una terapia con sauna física. Las evaluaciones incluían valores pre y post tratamiento de la Corporacion de Investigacion y Desarrollo (Research and Development Corporation, RAND, en ingles), un cuestionario corto de 36 items (36-item Short Form Health Survey, SF-36, en ingles) en comparación con las normas RAND poblacionales, los valores de intensidad de los sintomas, niveles de neurotoxicidad, examinación del Estatus Mini Mental, frecuencias de presentación de los síntomas y una evaluación estructurada de la seguridad del programa de tratamiento. El estudio concluyo que se observaron mejoras sobre la salud que eran estadísticamente importantes en cuanto a los valores de neurotoxicidad, los valores sintomáticos y las evaluaciones SF-36. El protocolo de desintoxicación fue bien tolerado, con una tasa de finalización del 92.8%^[9].

En conclusión, la terapia con sauna tiene un largo historial de uso seguro cuando es usado correctamente. Sin embargo, como muchos tratamientos, la terapia con sauna puede tener efectos secundarios si se usa cuando no es indicado. Asegúrese de hablar con su profesional de la salud antes de considerar la terapia con sauna y evaluar si es el tratamiento apropiado para usted. Tenga precaución con la claustrofobia, el embarazo (la hipertermia puede ser teratogénica), edema linfático extremo, hipoglicemia, enfermedades renales, enfermedades hepáticas, algunas enfermedades respiratorias, marcapasos y otros implantes metálicos. ^[1].