Dolor crónico - Soluciones naturales

Parte I: Sensibilidad a los Alimentos

El dolor crónico afecta a un gran porcentaje de la población en general sobre una base diaria o de otra manera regular. Incluye una variedad de diferentes condiciones, tales como la osteoartritis (artritis por "desgaste"), artritis reumatoide, migraña, fibromialgia, dolor de espalda baja, e incluso condiciones causadas por esfuerzos repetitivos tales como diversos tipos de tendinitis y otras lesiones que no sanan correctamente. Se estima que aproximadamente el 18,9% de los canadienses mayores de 18 años de edad sufren de dolor crónico.^[1] Muchas personas dependen de analgésicos y otros medicamentos con el fin de poder desenvolverse normalmente en el día a día. Hay una variedad de terapias naturales que ofrecen alivio del dolor crónico. Esta serie discutirá algunas de estas terapias menos conocidas.

Muchas afecciones caracterizadas por dolor crónico incluyen inflamación debido a la activación del sistema inmune. Esto es así para la mayoría de las condiciones autoinmunes - tales como la artritis reumatoide (RA), artritis psoriásica, espondilitis anquilosante (EA), lupus (SLE), y otras artritis que -, así como para las migrañas, e incluso la fibromialgia, aunque esta última es menos -conocida.^[2–4] La autoinmunidad se refiere a varias condiciones en las que el sistema inmune ataca a su propio cuerpo, produciendo anticuerpos contra las proteínas presentes en las células del propio organismo, activando las células T para reaccionar contra estas proteínas, o produciendo diversos productos químicos llamados citoquinas proinflamatorias.^{[5, 6]}

Se han identificado alteraciones en la función digestiva en algunas de estas condiciones. En la fibromialgia, por ejemplo, existe una asociación con la presencia de "intestino permeable". ^[7] ] "Intestino permeable" es un término que describe una situación en la que existe un deterioro en la función de barrera de la mucosa intestinal, permitiendo que las partículas de comida más grandes entren en el torrente sanguíneo y provoquen una reacción inmunológica. En un estudio de 40 pacientes con fibromialgia, 17 pacientes con síndrome de dolor crónico regional, y 57 controles normales, los pacientes con dolor crónico tenían tasas significativamente más altas de aumento de la permeabilidad intestinal en comparación con los controles normales.^[7] La presencia del aumento de la permeabilidad intestinal, o "intestino permeable", también ha sido demostrada en pacientes con artritis juvenil ^[8] En otro estudio se encontró elevada permeabilidad intestinal en un grupo de pacientes con lupus, espondilitis anquilosante (EA), y otra condición llamada enfermedad de Behcet. ^[9]

Los médicos naturistas reconocen que ciertos alimentos pueden actuar como disparadores para el desarrollo del intestino permeable, lo que puede conducir a la activación inmune cuando las proteínas de los alimentos implicados entran en la circulación. El consumo de estos alimentos puede conducir a la hiperactivación del sistema inmune, similar a lo que puede ocurrir con las alergias. El término "sensibilidad a los alimentos" se utiliza para describir este fenómeno. Aunque el rol de sensibilidad a los alimentos en el dolor crónico es todavía poco reconocido, hay una serie de estudios que sugieren una superposición entre algunas de estas condiciones, en particular, la fibromialgia, con la enfermedad celíaca (intolerancia al gluten).^[10] En otro estudio sobre artritis reumatoide se encontró que estos pacientes tenían aumentado los niveles de anticuerpos específicos de alimentos presentes en el fluido intestinal, en comparación con los sujetos normales.^[11]Los alimentos implicados incluyen las proteínas de la leche de vaca (alfa-lactoalbúmina, beta-lactoglobulina, caseína), cereales, huevo de gallina (ovoalbúmina), bacalao y carne de cerdo.^[11] Resultados similares se encontraron en un estudio anterior sobre las proteínas de trigo y leche. ^[12]

La identificación y eliminación de la sensibilidad a los alimentos pueden representar una estrategia eficaz para el tratamiento del dolor crónico. Animamos a los lectores a buscar la guía de un médico naturista en la realización de este tipo de enfoque.

En la segunda parte vamos a discutir el papel de la terapia de acupuntura …

En la primera parte hemos revisado el papel de la activación inmune en condiciones que contribuyen al dolor crónico. En particular, hemos discutido el papel de la sensibilidad a los alimentos. La acupuntura es otra prometedora terapia natural para el dolor crónico. La acupuntura consiste en la inserción de agujas muy finas, comparable a la anchura de un cabello, en puntos específicos del cuerpo. Estos puntos podrán estar ubicados cerca de los puntos desencadenantes en los grupos de músculos grandes o cerca de la trayectoria de las vías nerviosas. La acupuntura actúa haciendo que los músculos tensos se relajen, disminuyendo el espasmo muscular, aumentando el flujo sanguíneo local, y bloqueando la transmisión de los impulsos de dolor a través de los nervios, y estimulando la liberación de sustancias naturales que eliminan el dolor como las endorfinas.^[1–3] Una multitud de estudios han demostrado que la acupuntura es eficaz para el dolor crónico causado por la osteoartritis, dolor de espalda baja, dolor de cabeza, dolor de cuello, y tendinitis.

Los ensayos controlados aleatorios realizados por el Colegio Canadiense de Medicina Naturopática han demostrado que el cuidado naturopático para el dolor de hombro y para el dolor de espalda baja, que incluye la acupuntura como elemento clave del plan de tratamiento, fue más eficaz que los tratamientos estándar, tales como el uso de ejercicios específicos.^{[4, 5]}

En otro estudio de 44 pacientes con osteoartritis de la rodilla se encontró que el uso de dos protocolos diferentes de acupuntura que combinan el uso de diferentes puntos en la pierna fue capaz de reducir el dolor considerablemente. [6] Las clasificaciones de dolor subjetivo, así como la rigidez y la función se mejoraron después de la acupuntura tratamiento.

En un estudio de 60 pacientes con dolor de cuello crónico, se demostró que el tratamiento con acupuntura diaria durante dos ciclos de seis días mejoró rápidamente el dolor, medido por el índice de valoración del dolor (PRI), escala analógica visual (EAV), intensidad del dolor presente (PPI), y la puntuación total del dolor.^[7]

Por último, una revisión y meta-análisis publicado por la revista Archives of Internal Medicine concluyó que "la acupuntura es eficaz para el tratamiento del dolor crónico y, por tanto, es una opción de referencia razonable". [8] Las condiciones revisadas por este estudio incluyen dolor de espalda y cuello, osteoartritis, dolor de cabeza crónico y dolor en el hombro.

Se ha demostrado que la acupuntura ejerce un efecto anti-inflamatorio, y también puede afectar a la reparación de tejido lesionado. [9] Por ejemplo, la acupuntura puede incrementar la síntesis de colágeno de tipo I, que es el principal factor que influye en las propiedades biomecánicas de los tendones. [9] Se ha demostrado que la acupuntura inhibe la liberación de la sustancia P en la transmisión de la sensación de dolor, mientras que aumenta la liberación en el cuerpo de sustancias naturales inhibidoras del dolor como las endorfinas. ^{[2, 3]}

Sobre la base de tal evidencia clínica y mecanicista, parece que la acupuntura puede ser una terapia muy valiosa en el tratamiento del dolor crónico.

En la parte III vamos a discutir el uso de la terapia de inyección homeopática…

En las secciones anteriores, hemos examinado el papel de la función de barrera intestinal y sensibilidad a los alimentos, así como el papel de la acupuntura en el tratamiento de las condiciones con dolor crónico. En esta sección se discute el papel de la terapia de nutrientes por vía intravenosa en el tratamiento del dolor de espalda baja, fibromialgia, migraña y neuralgia.

La terapia de nutrientes por vía intravenosa es un grupo diverso de tratamientos en los cuales diferentes nutrientes se utilizan en el tratamiento de condiciones específicas. Los nutrientes que son comúnmente combinados en el tratamiento del dolor crónico incluyen las vitaminas del grupo B y magnesio. El "cóctel de Myer" describe una fórmula de uso común que combina las vitaminas del grupo B con el magnesio, el calcio y la vitamina C. [1] El aporte de estos nutrientes por vía intravenosa alcanza rápidamente concentraciones más altas en el cuerpo que no pueden ser alcanzadas a través de la administración oral. La absorción de nutrientes en el intestino está limitada, y esto puede ser un problema particular en aquellos con función digestiva subóptima. La administración IV evita este problema.

Los estudios existentes sugieren que la terapia de nutrientes IV puede ser eficaz para reducir el dolor y mejorar la calidad de vida en pacientes con dolor crónico. Un estudio reciente (2013) encontró que el uso de magnesio intravenoso ayuda a reducir el dolor lumbar crónico [2] Un total de 80 pacientes con dolor lumbar crónico - a pesar de haber sido tratados con una combinación de fisioterapia, así como con anticonvulsivos, antidepresivos o analgésicos simples - fueron tratados con magnesio intravenoso durante dos semanas, seguido de magnesio por vía oral durante cuatro semanas, o un placebo. El grupo de magnesio experimentó una reducción significativa en el dolor, y este efecto se prolongó hasta seis meses. También hubo una mejora en el rango de movimiento, incluyendo la flexión, extensión, y los movimientos de flexión lateral.

En otro estudio se encontró que el magnesio por vía intravenosa fue eficaz en el tratamiento del síndrome de dolor regional complejo (CRPS). [3] Se trata de una enfermedad poco entendida que se traduce en dolor local grave, por lo general un brazo o una pierna, después de algún tipo de lesión, cirugía, accidente cerebrovascular o ataque al corazón; pero que el dolor es desproporcionado con la gravedad de la lesión inicial. Ocho pacientes con CRPS se les dio magnesio por vía intravenosa en forma diaria durante cinco días, y dos pacientes recibieron inyecciones de solución salina solamente. Los resultados muestran que después de cinco días, el grupo de magnesio experimentó una mejoría del dolor, menor deterioro, y una mejor calidad de vida, y el magnesio fue bien tolerado.

Por último, varios estudios han demostrado que el magnesio por vía intravenosa es muy eficaz para el tratamiento y prevención de las migrañas. [6-9] En un estudio se examinó a 120 pacientes con migraña aguda, que recibían 1 gr de magnesio IV. En este estudio se encontró un beneficio limitado para la migraña sin aura, pero en aquellos pacientes con un aura, hubo una significativa menor intensidad de la fotofobia y una reducción de casi el 40% del dolor en la hora posterior. [6] En otro estudio se examinó el uso de magnesio IV en 40 pacientes con moderados a fuertes dolores de cabeza, incluyendo migrañas sin aura, dolores de cabeza en racimo, dolores de cabeza crónicos por tensión, o migraña crónica. [9] Aproximadamente el 80% de todos los pacientes experimentaron la completa eliminación del dolor dentro de los 15 minutos posteriores a la infusión de magnesio. [9] No se observó recurrencia o empeoramiento del dolor dentro de las 24 horas del tratamiento en el 56% de los pacientes. También hubo a una eliminación de los síntomas asociados a la migraña, tales como la fotofobia y las náuseas.

Estos estudios indican que la terapia de nutrientes por vía intravenosa puede ser una estrategia eficaz para el tratamiento de una amplia variedad de condiciones con dolor crónico, que van desde el dolor lumbar, fibromialgia y hasta migrañas.

En la parte IV se discutirá el papel de los novedosos, suplementos anti-inflamatorios.

Hasta ahora, hemos discutido el papel de la sensibilidad a los alimentos, la acupuntura y la terapia de nutrientes por vía intravenosa en el tratamiento del dolor crónico. En esta sección, se discute el papel de agentes naturales selectos, que, si bien pueden ser conocidos por otros efectos, son relativamente desconocidos por su papel en el tratamiento del dolor crónico. Estos agentes son la vitamina D, los probióticos, y un agente más nuevo llamado membrana de la cáscara de huevo naturales (MEN).

La administración de vitamina D y probióticos es una intervención importante para el dolor crónico porque ayudan a regular la función inmune. Como se discutió en la primera parte, una característica central de muchas condiciones de dolor crónico es una actividad excesiva del sistema inmunológico, a menudo con el sistema inmune "atacando" inapropiadamente las propias células del cuerpo. Se ha demostrado que la vitamina D y los probióticos aumentan la tolerancia inmunológica en varios tipos de enfermedades autoinmunes y alérgicas, regulando el equilibrio del efector y el equilibrio de las células T reguladoras y la capacidad de respuesta inmune en general. [1-3] Además, existe un creciente cuerpo de evidencia evaluando su eficacia para las condiciones de dolor crónico.

En un estudio se encontró que muchos pacientes con artritis reumatoide (AR) eran deficientes en vitamina D, con niveles por debajo de 50 nmol / L, incluyendo hasta un 30% de los que tomaban suplementos de vitamina D de 800 UI o más. [4] Esto pone de relieve la necesidad de una evaluación y el tratamiento adecuado de los niveles de vitamina D, especialmente en pacientes con enfermedad autoinmune. Otro estudio encontró que el tratamiento con vitamina D activada en combinación con medicamentos inmunosupresores en pacientes con artritis reumatoide llevó a un alivio del dolor significativamente mejor después de tres meses, en comparación con el uso de medicamentos inmunosupresores solos. ^[5]

Con respecto a la fibromialgia, una encuesta encontró que, de 100 pacientes con fibromialgia, 61 tenían deficiencia de vitamina D. [6] Otro estudio encontró que mientras que no hubo diferencia en las tasas de deficiencia de vitamina D entre pacientes con fibromialgia y sujetos sanos, los niveles de vitamina D se asociaron con la intensidad del dolor, de tal manera que los niveles más bajos de vitamina D se asociaron con un aumento del dolor y peor función. ^[7]

Hay una serie de estudios que sugieren que la suplementación con probióticos puede ser útil para reducir el dolor asociado con la artritis reumatoide. Un estudio encontró que la suplementación con un preparado de bacterias productoras de ácido láctico pudo reducir de manera significativa el dolor y mejorar la capacidad de los pacientes para realizar actividades físicas, como caminar dos millas, pasear y otras actividades diarias. [8] También hubo una significativa reducción en el marcador inflamatorio PCR. Otro ensayo aleatorizado, controlado encontró que la suplementación con Lactobacillus rhamnosus redujo el número de articulaciones dolorosas en casi un 50%, y redujo la evaluación global de la actividad de la enfermedad en el 71% de los grupos con probióticos en comparación con el 30% del grupo control, a pesar que esto no fue estadísticamente significativa. ^[9]

NLa membrana natural de la cáscara de huevo (NEM) es un agente anti-inflamatorio y proporciona ingredientes específicos necesarios para la reparación del cartílago dañado, por ejemplo. [10, 11] La NEM ha demostrado que mejora el dolor, la amplitud de movimiento, y la función medida por la escala WOMAC en pacientes con osteoartritis [10, 11] NEM ha demostrado tener efecto dentro de un período relativamente corto de tiempo; tan pronto como diez días.^[11]

Hay muchas terapias naturales que ofrecen promesas para los individuos que sufren de condiciones de dolor crónico. Mientras que el conocimiento de estas opciones crece, se espera que más gente recurra a estas terapias en los próximos años, en particular, dado su bajo perfil de efectos secundarios y excelente historial de seguridad.