Beneficios de la acupuntura para pacientes con cáncer - Análisis

El uso de medicamentos complementarios para el tratamiento del cáncer y sus efectos secundarios se ha disparado en los últimos años. Las terapias complementarias son aquellas que no son de naturaleza farmacéutica, y que pueden no solo mejorar la calidad de vida sino también reducir los efectos secundarios de la terapia convencional. Estas terapias incluyen masajes, yoga, meditación, acupuntura, suplementos nutricionales y terapias intravenosas.

Las personas que padecen cáncer a menudo sufren varios efectos secundarios. En primer lugar, pueden experimentar dolores relacionados con el cáncer o bien agitación emocional intensa, como ansiedad y depresión, que pueden causar trastornos del sueño. Por otra parte, también pueden sufrir efectos secundarios directamente relacionados con la cirugía, la quimioterapia, la radiación o la terapia hormonal, como, por ejemplo, náuseas y vómitos, dolor quirúrgico crónico, fatiga, llagas en la boca o sofocos. Además, pueden sufrir otros efectos secundarios provocados por los medicamentos que normalmente se administran para tratar esos efectos secundarios. Por desgracia, minimizar y prevenir los efectos secundarios no es una especialidad médica muy relevante por lo que encontrar y utilizar terapias que sean efectivas, seguras y tengan bajos efectos secundarios es de suma importancia.

La acupuntura se ha usado durante mucho tiempo en la medicina tradicional china y se está utilizando cada vez más en los países occidentales. Consiste en la inserción de agujas muy finas en la piel en puntos del cuerpo que han demostrado tener una gran capacidad conductora. Además, varios estudios han destacado la seguridad de los tratamientos de acupuntura en pacientes con cáncer ya que presentan tasas muy bajas de efectos adversos. Los efectos adversos más comunes son hematomas o dolor en el sitio en que se inserta la aguja y, por otra parte, un estudio indicó que el riesgo de padecer efectos adversos era de 0.05 por cada 10.000 tratamientos (1).

El potencial que tiene la acupuntura para mejorar la calidad de vida en los pacientes con cáncer es enorme. De hecho, los estudios médicos que se han llevado a cabo son bastante impresionantes y una investigación reciente concluyó que la mayoría de los estudios coinciden en señalar los beneficios de la acupuntura para los dolores relacionados con el cáncer, la fatiga asociada con el cáncer, las náuseas y los vómitos, los sofocos y la calidad de vida (2). Esto nos hace preguntarnos por qué esta terapia no se considera una parte importante del cuidado de la salud estándar.

El sistema inmunológico es un factor clave en la lucha contra el cáncer y en la prevención de la diseminación metastásica. Sin embargo, a menudo se debilita durante los tratamientos convencionales, lo que puede conducir a la interrupción del tratamiento y al aumento del riesgo de infección. Por eso, los tratamientos que pueden prevenir una disminución en el número de células inmunes son de vital importancia. Muchos estudios han demostrado que los tratamientos de acupuntura pueden aumentar la producción de macrófagos, neutrófilos, linfocitos citolíticos naturales, linfocitos e inmunoglobulinas (3). Un estudio reciente, aunque bastante reducido, seleccionó al azar a 18 participantes con cáncer colorrectal en estadio 2 o 3 y les administró sesiones semanales de acupuntura junto con su tratamiento de quimioterapia o quimioterapia sola. Se observó que el grupo de pacientes que recibía acupuntura experimentó un aumento considerable del número de glóbulos blancos, linfocitos citolíticos naturales y neutrófilos en comparación con el grupo que solo recibió quimioterapia (3).

La neuropatía periférica se caracteriza por causar hormigueo y dolor en los dedos de las manos y los pies y, además, los pacientes también pueden ser excesivamente sensibles al calor, el frío y la presión. Afecta mucho a la calidad de vida, puede persistir durante muchos meses o incluso años y normalmente no se trata adecuadamente con los medicamentos que se administran de manera habitual. Una investigación reciente resumió los hallazgos de varios estudios con respecto al efecto que tiene la acupuntura en la neuropatía periférica (4). En un pequeño estudio se trató a cinco pacientes que sufrían neuropatía periférica con acupuntura una vez a la semana durante dos sesiones de 6 semanas (separadas por cuatro semanas) y estos mostraron una mejora significativa en cuanto al dolor. Además, los beneficios persistieron durante seis meses en cuatro de cada cinco pacientes (5). En otro estudio piloto reciente 25 pacientes que sufrían de neuropatía periférica de grado 2 o superior hasta 19 meses después de recibir quimioterapia recibieron tratamientos de acupuntura una vez a la semana durante 10 semanas. Al final de las 10 semanas, los marcadores de dolor disminuyeron de un 20.1 a un 13.2, un 56% de las personas indicó haber experimentado una mejoría en la función diaria (caminar, hacer sentadillas) y un 40% de los pacientes indicaron haber visto reducidos sus síntomas en más de un 50%. Además, tras realizar un seguimiento se concluyó que los resultados persistían a las cuatro semanas (6).

Las náuseas y los vómitos son un síntoma común tantos en entornos posoperatorios como tras la quimioterapia. Una investigación llevada a cabo por Cochrane analizó los resultados de 26 estudios en los que más de 3000 pacientes habían recibido acupuntura para náuseas y vómitos, y concluyó que la estimulación de un solo punto fue extremadamente efectiva. Además, los datos indicaban que la acupuntura obtuvo mejores resultados que los medicamentos antieméticos (7).

La fatiga asociada con el cáncer no es el tipo de fatiga que se alivia simplemente con el descanso y el sueño. A menudo es debilitante y puede persistir de manera crónica tras el tratamiento por lo que los pacientes a menudo buscan atención complementaria para aliviar este síntoma. Un estudio de pacientes con cáncer de mama en fase 1-3 administró el tratamiento habitual a 75 pacientes (sin acupuntura) y a 227 les administró tratamientos de acupuntura una vez a la semana durante 6 semanas. Los marcadores de fatiga se midieron antes y después del tratamiento y, después de las 6 semanas de tratamiento, hubo mejoras significativas en el grado de fatiga en el grupo de acupuntura en comparación con el grupo de control (8).

Los sofocos son un efecto secundario muy común de las terapias con hormonas que se administran a mujeres con cáncer de pecho y a hombres con cáncer de próstata. Tanto hombres como mujeres pueden experimentar sofocos graves varias veces al día. El tratamiento más común para los sofocos es ISRS o gabapentina, pero a menudo los pacientes no experimentan un alivio completo. Un estudio reciente analizó a siete hombres con cáncer de próstata que sufrían sofocos y a los que se les administró terapia deprivativa con andrógenos. Cada uno de ellos se sometió a sesiones de acupuntura dos veces a la semana durante seis semanas y al final la gravedad de los sofocos había disminuido y todos los hombres indicaron que habían experimentado una reducción de al menos un 50% en la frecuencia de los sofocos (9). Otra prueba clínica más amplia tuvo en cuenta a 120 supervivientes de cáncer de pecho que estaban experimentando al menos dos sofocos al día. Se les seleccionó, de manera aleatoria, para recibir o sesiones de acupuntura semanales durante 8 semanas o gabapentina a diario. Los sofocos mejoraron de manera significativa y tuvieron menos efectos secundarios en el grupo que recibía acupuntura (10).

El dolor en pacientes con cáncer puede ser a consecuencia de la cirugía, los efectos secundarios de la radiación o la quimioterapia, o del propio tumor que causa presión e inflamación. Por lo general, para el dolor se administran medicamentos potentes, como los opiáceos, que pueden tener efectos secundarios desagradables. Los tratamientos complementarios para el manejo del dolor son muy importantes. En un estudio con 183 pacientes que estaban en remisión o que recibían tratamiento de manera activa se les trató con acupuntura para aliviar el dolor. Los resultados mostraron que los marcadores de gravedad habituales del dolor crónico disminuyeron de 7.04 a 2.56 (11). El dolor en las articulaciones también es una queja común en mujeres que toman inhibidores de la aromatasa para el cáncer de mama. Un estudio con 67 mujeres seleccionó aleatoriamente un grupo para que recibiera 10 sesiones de electroacupuntura y se observó que los marcadores de dolor medidos por el Brief Pain Inventory fueron significativamente más bajos en el grupo que recibía acupuntura que en el grupo de control y que los beneficios persistían a las 12 semanas de recibir el tratamiento (12).

El linfedema es el resultado de la eliminación de los ganglios linfáticos debido al cáncer de mama. Un estudio lo definió como una diferencia de más de 2 cm en la circunferencia de cada brazo. Seleccionaron a 37 pacientes con cáncer de mama que recibieron tratamientos dos veces por semana durante cuatro semanas. La reducción promedio en el tamaño del brazo afectado fue de 0.9 cm, lo que se consideró estadísticamente significativo (13)

La xerostomía o boca seca son síntomas comunes a pacientes con cáncer de cabeza y cuello que han recibido radiación. Las glándulas salivales pueden deteriorarse, lo que disminuye la producción de saliva. Sin embargo, hay varios estudios positivos que destacan los beneficios de la acupuntura para el tratamiento de esta condición crónica. Un estudio con 145 pacientes con cáncer de cabeza y cuello que padecían sequedad bucal seleccionó aleatoriamente un grupo al que administró ocho sesiones de acupuntura y otro grupo que recibió el cuidado bucal habitual. Se observó que la acupuntura consiguió una reducción significativamente mayor de los síntomas en pacientes que padecían de xerostomía grave y saliva pegajosa, y que necesitaban tomar líquidos constantemente y se despertaban a menudo por la noche para beber (14).

Se han llevado a cabo muchos otros estudios para evaluar la eficacia de la acupuntura en los parámetros generales de calidad de vida de pacientes con cáncer y, por lo general, todos ellos mostraron beneficios. Un estudio realizado con pacientes de cáncer de mama seleccionó a 40 mujeres de manera aleatoria para que recibieran 10 sesiones de acupuntura semanales o placebo. Los investigadores querían saber si la acupuntura podía mejorar la fatiga, el sueño y la angustia psicológica. Los resultados mostraron una mejora estadísticamente significativa en fatiga y una disminución de la ansiedad, además de una mejora en los patrones de sueño (15). Otro estudio trató a 33 pacientes de cáncer de pulmón una o dos veces a la semana durante 7-13 sesiones y también se observaron mejoras significativas en los marcadores relacionados con el dolor, las náuseas, el apetito y el bienestar general (16).

La acupuntura es un tratamiento que ha sido investigado en profundidad para conocer su eficacia con respecto al alivio de los efectos secundarios en tratamientos de cáncer convencionales, y que sin duda puede mejorar la calidad de vida de manera significativa.