Estrés - Estrategias naturales para la gestión del estrés

¿Qué es el estrés?

El estrés es un estado de tensión mental y emocional resultante de circunstancias adversas o exigentes. Es ese sentimiento abrumador y angustiante que sentimos cuando nos preocupamos por algo concreto. El estrés es la reacción de una persona ante eventos que se consideran amenazantes o que tienen el potencial de desestabilizar a alguien, y puede ser positivo o negativo, o ambos, dependiendo de las circunstancias y del período de tiempo durante el que se experimenta.

Causas:

Todo el mundo experimenta estrés. Los desencadenantes varían según el individuo y por eso es tan importante entender cuáles son. Estos desencadenantes se pueden identificar fácilmente revisando y evaluando los pensamientos y sentimientos experimentados en ciertas situaciones. Los factores desencadenantes de estrés más habituales son cuestiones financieras, estudiar para un examen, solicitar un nuevo empleo, acudir a una entrevista, preocupaciones de salud, relaciones sentimentales y la muerte de un ser querido.

¿Se considera que todo tipo de estrés es malo? El estrés es beneficioso cuando motiva a la gente a ponerse en movimiento para lograr objetivos y cumplir con fechas de entrega. También proporciona la energía necesaria para reaccionar rápidamente en situaciones de emergencia. Además, el estrés agudo aumenta la capacidad intelectual y también la inmunidad y la resiliencia.

El estrés crónico es una de las principales causas de muchas enfermedades. Además, el estrés a largo plazo provoca una disminución de la inmunidad, problemas digestivos, (1) fatiga crónica, hipotiroidismo, enfermedades inflamatorias y autoinmunes y trastornos hormonales. (2)

El sistema nervioso está formado por dos partes fundamentales: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico. El SNC está formado por el cerebro y la médula espinal, mientras que el sistema nervioso periférico está formado por el sistema nervioso autónomo (SNA). El SNA se divide en dos partes: el sistema nervioso simpático (SNS) y el sistema nervioso parasimpático (SNP). En una persona saludable, hay un equilibrio entre el SNS y SNP. El estrés es un sistema de alerta vital y tiene un impacto directo en el sistema nervioso simpático activando una respuesta de "lucha o huida". La respuesta de lucha o huida es esa sensación de "adrenalina" que se experimenta cuando el cuerpo percibe un peligro inmediato y necesita preservar toda la energía posible para escapar y estar a salvo, por ejemplo, cuando nos está persiguiendo un tigre. Por otro lado, el SNP funciona en un estado relajado de "descanso y digestión".

Cuando se está bajo estrés constante, el modo SNS se activa y los procesos corporales normales y los órganos involucrados en la digestión, la eliminación y la curación /reparación no funcionan correctamente. Las repercusiones que tendría una menor actividad del SNP serían una reducción en la absorción de nutrientes, un aumento de la ansiedad y una mayor pérdida de energía a consecuencia de una falta de sueño, por lo que es muy importante saber cómo desactivar la respuesta del SNS. (2)

Cuando el cuerpo está experimentando estrés, el hipotálamo envía señales a la glándula pituitaria que a su vez también envía señales a las glándulas suprarrenales para que produzcan cortisol y otras hormonas como la epinefrina. El cortisol se conoce como la hormona del estrés. En un estado de secreción constante y prolongada de cortisol se produce un déficit de otras hormonas importantes como la progesterona y el estrógeno. Por lo tanto, las hormonas del estrés tienen efectos inhibitorios sobre el sistema reproductivo. (3) Los incrementos en la secreción de cortisol inhiben el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, debido a un bucle de retroalimentación negativo, inhibiendo la liberación de la hormona liberadora de gonadotropinas, la hormona folículo estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) desde la glándula pituitaria. Así, FSH y LH juegan respectivamente un papel importante en la secreción de estrógenos y la ovulación. (2) Además, la producción a largo plazo de cortisol agota los recursos y conduce a un estado general de agotamiento conocido como insuficiencia suprarrenal o fatiga suprarrenal.

Es imposible eliminar el estrés, pero hay algunas técnicas sencillas que pueden ayudar a gestionarlo adecuadamente:

Adaptógenos: Es decir, el uso de hierbas botánicas para modular la respuesta al estrés. Los adaptógenos tienen numerosas propiedades que abarcan desde mejorar la energía hasta aumentar el rendimiento mental en momentos de necesidad. Existen adaptógenos relajantes y estimulantes. Hable con su médico naturopático para averiguar qué adaptógeno es adecuado para su situación particular.

Cuidado de uno mismo: Es fácil sentirse agobiado con tareas y cosas que hacer y por eso el cuidado de uno mismo es una parte importante de cualquier tratamiento./p>

• ¡Participar en una actividad entretenida que le de energía es importante! Reserve 15 o 20 minutos al día para disfrutar un poco más de la vida.
• Siga una rutina normal: ¡los seres humanos son criaturas de hábitos y a nuestro cuerpo también le gusta la rutina!
• Duerma mucho: el cuerpo sana y se recupera durante la fase de sueño. La falta de sueño provoca agitación y esto a su vez produce más estrés. (4)

Sistemas de apoyo: Estos se componen de amigos o miembros de la familia, o ambos. Las sesiones de apoyo pueden ser muy beneficiosas para reducir el impacto del estrés puesto que ofrecen soluciones a los problemas y permiten la liberación emocional. Es importante liberar la tensión de una manera saludable para que los factores de estrés no se internalicen y causen más daño al cuerpo. (2)

Ejercicio: La actividad física produce endorfinas, que son sustancias químicas en el cerebro que actúan como analgésicos naturales. Las endorfinas también mejoran la capacidad de dormir, lo que a su vez reduce el estrés. Los estudios demuestran que el ejercicio es efectivo para reducir la fatiga, mejorar el estado de alerta y concentración y mejorar la función cognitiva. (5) Evite hacer ejercicio unas cuantas horas antes de acostarse, ya que esto puede interrumpir los patrones de sueño.

Meditaciones y exploraciones corporales con imaginería guiada: Los estudios demuestran que los programas de meditación son eficaces para reducir la angustia psicológica. (6) La reducción de estrés basada en la atención plena es una práctica cada vez más popular que puede aliviar el estrés y tratar ciertas enfermedades. (7)

Ejercicios de respiración profunda: La atención plena y los ejercicios de respiración profunda normalizan los niveles de cortisol. (8) Existen varias técnicas, y estos ejercicios de respiración profunda pueden ayudar a equilibrar el sistema nervioso simpático y parasimpático. Inhale a través de la nariz durante 5 segundos, mantenga la respiración durante 5 segundos, y luego exhale a través de la boca durante 6-7 segundos. La clave es exhalar más. Repita este proceso 5 veces.

Yoga: Una clase de yoga de 60 minutos a la semana durante un período de seis semanas generó sentimientos de claridad mental, compostura, alegría, energía y confianza. Además, los miembros del grupo de yoga también afirmaron sentirse más satisfechos en su vida, tener más claro el propósito de su vida y haber ganado más confianza en sí mismos durante situaciones estresantes. También los programas de yoga a corto plazo son eficaces para mejorar el bienestar y aumentar la resistencia al estrés. (9)

El estrés a largo plazo tiene efectos profundos en la salud física, mental y emocional. El estrés crónico conduce en última instancia a un estado de agotamiento, en el que las personas desarrollan fatiga suprarrenal y/u otros problemas de salud. Los signos y síntomas del estrés varían mucho y se asemejan a los síntomas de muchas otras enfermedades. Es importante evaluar si los síntomas que está experimentando son un resultado del estrés o de otra enfermedad. El estrés es inevitable, pero hay herramientas disponibles para ayudar a minimizar su impacto.

Los doctores naturopáticos tienen herramientas a su disposición para evaluar los niveles de estrés en los pacientes. Hable con un profesional de la salud antes de probar cualquier suplemento o adaptógeno nuevo para asegurarse de que son de buena calidad y para minimizar el riesgo de interacciones medicamento-hierba. Los médicos naturopáticos pasan tiempo con sus pacientes y hacen muchas preguntas como parte de una evaluación inicial que tiene el objetivo de entender a cada paciente. Todas las personas son diferentes y, por lo tanto, los doctores naturopáticos diseñan planes de tratamiento individualizado para cada uno de sus pacientes.