Conseguir el equilibrio en la vida - ¿Por dónde empiezo?

Todos tenemos en nuestras vidas a esa persona que parece tener todo resuelto. La persona que parece ser capaz de hacerlo todo, disfrutar de todo y siempre se ve positivamente renovada al final de todo. Las cosas se resuelven sin mucho esfuerzo y, al estar en la presencia de esta persona con tu pelo desordenado, sin aliento y a punto de entrar en pánico porque no puedes encontrar las llaves, te preguntas cómo lo hacen.

Bueno, encontrar el equilibrio en tu vida es algo muy individual y puede ser completamente diferente para cada uno. Implica mucha introspección, honestidad y paciencia con uno mismo, mientras los cambios se convierten en hábitos. Dicen que se necesitan 21 días para romper un viejo hábito y 21 días para crear un nuevo hábito. Eso significa que, en tres semanas, podrías encaminarte en una de dos direcciones muy diferentes, según lo que decidas.

Esta es la parte donde la introspección y la honestidad entran en juego. Tómate un momento ahora mismo para leer los primeros pasos y pensar en tus respuestas.

1. Roles: haz una lista de todas las palabras que se pueden usar para describirte, todos los diferentes roles que tienes que jugar en tu vida (es decir, hermana, madre, amiga, atleta, chef, etc.)


2. Prioriza: ordena las cosas de mayor a menor importancia, teniendo en cuenta las cosas que debes hacer y las cosas que deseas hacer en tu propio beneficio.


3. Administra tu tiempo: este es por mucho el paso más importante y puede ayudarte con tu rutina o interrumpirla si no se hace correctamente. Establece tus metas del día y no te esfuerces por lograr cosas más allá de este plan. Agregar demasiado a tu plato hará que tu día sea agitado, haciendo que trabajes menos eficientemente y te agotes más rápido. Planear el número correcto de cosas por día te hará sentirte realizado y productivo.


4. Delega: haz lo que tengas que hacer para cumplir con los plazos y delega a otra persona las cosas que no necesitas hacer personalmente. No tengas miedo de pedir ayuda si la necesitas. La mayoría de las veces, las personas que te rodean ni siquiera son conscientes de que te estás ahogando en responsabilidades y estarían completamente de acuerdo en ayudarte si supieran exactamente qué tipo de ayuda necesitas. Así que sé específico cuando delegues una tarea y recuerda siempre agradecer, aunque no la haga exactamente cómo la harías tú.


5. Planifica con antelación: arregla las cosas hoy para hacer que mañana sea más fácil. Prepara almuerzos y refrigerios, prepara tu bolsa del gimnasio, extiende la ropa que usarás el día siguiente, etc. Pasar un poco de tiempo haciendo esto hoy, te ahorrará mucha agitación mañana.


6. Sé paciente contigo mismo: el 90% de cualquier experiencia es tu percepción de la experiencia. Todos los días te traerán diferentes desafíos, y es importante ser flexible con tu horario para evitar sentirte desanimado. Si te frustras contigo mismo por no trabajar más rápido o estar más concentrado, todo tu día tendrá la misma vibra. Vive un día a la vez y no olvides respirar profundamente cuando te sientas abrumado.

Por supuesto, a todos nos gustaría tener un recordatorio de que nuestras cabezas todavía están unidas a nuestros cuerpos de vez en cuando. Esa sensación de constante neblina y confusión mental puede desconectarte del mundo y mantenerte en una perenne lucha por sobrevivir el día. Pero el equilibrio no solo comienza con enderezar la mente y despejar tu confusión mental. Como una profesional de la salud integral, se me hace imposible ver el cuerpo como algo diferente al todo, y esto significa que encontrar el verdadero equilibrio comienza en el interior.

1. INTESTINO
   Todos estamos familiarizados con la frase “eres lo que comes”. Y en realidad debemos considerar que nuestra fortaleza depende de las bacterias que viven dentro de nosotros. Y debido a que el 75% de nuestro sistema inmune vive en nuestro intestino, en realidad solo somos capaces de resistir lo que nuestras bacterias pueden soportar. Por lo tanto, el equilibrio entre lo bueno y lo malo comienza con las bacterias en nuestros cuerpos.

2. DIETA
   Una vez que nuestras bacterias y salud intestinal estén en orden, podemos sentirnos más seguros de que nuestros cuerpos podrán digerir y absorber los nutrientes que comemos. Nuestro próximo desafío es lograr el equilibrio de proteínas, carbohidratos, grasas y micronutrientes dentro de nuestra dieta. La comida es nuestro combustible (¡y nuestra medicina!), y el equilibrio de nuestros nutrientes será diferente dependiendo de nuestros objetivos de salud y estado físico.

3. AGUA
   Dependiendo de nuestra edad y sexo, nuestros cuerpos pueden estar compuestos de 50-75% de agua. Sin siquiera sentir sed, nuestra necesidad de agua a nivel celular sigue siendo la misma. Cuando el cuerpo se deshidrata, los procesos corporales comienzan a disminuir y funcionan de manera ineficiente. El equilibrio de líquidos es un componente clave del rendimiento deportivo y puede ser muy peligroso si se pasa por alto.

4. EJERCICIO
   Dependiendo de tus objetivos de salud e intereses personales, tu régimen de ejercicio variará. Para aquellos que tienen dificultades con el ejercicio, encontrar el equilibrio podría consistir en equiparar los días de gimnasio con los días que no son de gimnasio en una semana. Para aquellos que hacen ejercicio regularmente, el equilibrio se trata más sobre los tipos de ejercicio que hacen y la variedad que viene con el entrenamiento cardiovascular versus entrenamiento de fuerza, o intensidad baja versus alta ⁽¹⁾.

   El ejercicio regular es genial. Reduce nuestro riesgo de todo tipo de enfermedades crónicas (enfermedades cardíacas, diabetes, depresión). Pero una cosa que debemos saber es que nuestros cuerpos se adaptan a cualquier estrés que les pongamos. Nuestros huesos se remodelan y se descomponen constantemente, depositando células en áreas donde se necesita una estructura ósea más fuerte. Los corredores tienen huesos fuertes en sus piernas, pero esto se produce a expensas de una estructura ósea más débil en la parte superior de sus cuerpos. Esto significa que resbalar y caerse sobre el hielo podría provocar con bastante facilidad una fractura en alguien con una estructura ósea muy débil.

   

   Alternar tus rutinas de entrenamiento le dará a su cuerpo un entrenamiento completo y mejorará tu estado físico general.

   Si no tienes acceso a un gimnasio, puedes hacer ejercicio subiendo escaleras o trabajando en el jardín, realizando tareas domésticas, yoga, etc. Hacer ejercicio en casa puede incluir hacer sentadillas contra la pared, flexiones, planchas, abdominales, sentadillas y estocadas.

5. SOCIALIZACIÓN
   Incluso las mariposas más sociales necesitan una noche para ellas de vez en cuando. Y, por otro lado, incluso los introvertidos se pueden beneficiar de una salida nocturna. Encontrar el equilibrio en tu vida social te permitirá obtener el descanso que necesitas, ser productivo en el trabajo y mantener tus amistades. Si te resulta difícil adaptar el ejercicio y la socialización a tu día, considera cambiar tu lugar de reunión de la barra de un bar a un paseo por el malecón. ¡Tus amigos y chequera te lo agradecerán!



6. SUEÑO
   Con un horario ocupado, dormir es a menudo el elemento esencial que más se ve afectado. En promedio, necesitamos ocho horas de sueño por noche, pero este número varía entre las personas. El sueño es importante para ayudar a tu cuerpo a recuperarse y permite que tu sistema inmune se fortalezca y evite que te enfermes. Hay muchas aplicaciones para teléfonos inteligentes con temporizadores que se pueden configurar para recordarte que te prepares para ir a dormir o apagues la televisión. Una vez que sepas cuántas horas de sueño necesitas para despertarte renovado y funcionar correctamente al día siguiente, puedes hacer todo lo posible para incorporar eso en tu plan diario (2).

Con respecto a todas las actividades que llevas a cabo en un día, todo parecería menos obligación si no tuvieras que hacerlo solo. Correr en grupo es el ejemplo perfecto de cómo encontrar la forma de ser parte de un grupo de apoyo mientras das los pasos que necesitas para el día. Si cocinar es una tarea ardua, haz que tus hijos se involucren en hacer ensaladas, poner la mesa, lavar los platos, etc. ¡Enciende la música y conviértelo en una experiencia familiar divertida!

Ríete de las cosas. Escribe tu frase inspiradora favorita en una tarjeta y guárdala en tu billetera para que siempre recuerdes mantenerte en calma en situaciones estresantes. No dejes de ver el panorama general y mantén la perspectiva. Rodéate de personas que te inspiren y eleven. No te tomes a ti mismo demasiado en serio y siempre mantén tu sentido del humor.

Concéntrate en lo que estás haciendo en este momento, vive en el presente y no te preocupes por el pasado. Ten una idea de lo que vendrá en el futuro, pero solo para ayudarte a dirigir lo que estás haciendo hoy a lo que quieres en el futuro. Además de ayudarte a hacer las cosas correctamente, esto reduce drásticamente la carga abrumadora que sientes y puede reducir significativamente los niveles de estrés. Último consejo de hoy, ¡no te olvides de respirar!