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La enfermedad por reflujo gastroesofágico Un enfoque naturopático

Español
por la Dra. Amanda Ng, ND
www.amandangnd.com





Gastrointestinal Reflux Disease

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es el flujo en dirección opuesta de los contenidos del estómago hacia el esófago, a menudo llamada también “acidez estomacal” o “reflujo ácido”. La ERGE se produce principalmente debido a un aumento de la presión abdominal o al mal funcionamiento del esfínter esofágico inferior (EEI), que es un conjunto de músculos ubicado en el extremo del esófago donde se encuentra con el estómago. La ERGE puede surgir cuando aumenta la relajación transitoria del EEI o se reduce el tono muscular del mismo. La ERGE también se puede presentar en aquellos que tienen una hernia de hiato en la que la parte superior del estómago sobresale en la cavidad torácica a través de una abertura del diafragma.[1]

La presentación de la ERGE puede variar de persona a persona, pero los síntomas más comunes incluyen dolor en el pecho (también conocido como acidez estomacal), regurgitación ácida o de los alimentos, dificultad para tragar e indigestión en forma de hinchazón y náuseas. Estos síntomas a menudo se presentan después de las comidas o al acostarse.[1] Otros síntomas menos comunes relacionados con la ERGE incluyen laringitis, tos, asma, erosiones dentales y neumonitis recurrente, que solo se manifiestan en casos de ERGE crónica y prolongada.[2] Con mayor frecuencia, la ERGE produce cambios en la mucosa esofágica debido a las propiedades erosivas del ácido gástrico, que pueden llevar a una mayor progresión de la enfermedad y posibles complicaciones como el esófago de Barrett y el sangrado esofágico, si no se trata.[1][2]

Diagnóstico

En América del Norte, la ERGE es el diagnóstico más común de todas las molestias gastrointestinales.[2] En Canadá, un promedio de cinco millones de personas, mujeres embarazadas y niños incluidos, experimentan síntomas relacionados con la ERGE al menos una vez por semana.[1] El diagnóstico de ERGE se realiza principalmente con base en los síntomas. Si los pacientes presentan síntomas típicos de acidez estomacal y regurgitación ácida, a menudo se prescribe el tratamiento sin necesidad de pruebas de investigación.[2][3] Para los pacientes con síntomas que se repiten con frecuencia durante mucho tiempo y también presentan pérdida de peso, vómitos, dificultad para tragar o evidencia de hemorragia gastrointestinal, a menudo se solicitan pruebas de diagnóstico.[3] Las pruebas diagnósticas específicas incluyen (entre otras) la endoscopia gastrointestinal alta, las biopsias endoscópicas, la radiografía de bario esofágico y la manometría esofágica. Estas pruebas pueden evaluar de manera definitiva el reflujo ácido, las lesiones esofágicas y el tiempo de relajación transitoria y el tono muscular del EEI.[3]

Tratamiento convencional

Actualmente, los inhibidores de la bomba de protones (IBP) se consideran el tratamiento de primera línea para cualquier persona que presente síntomas relacionados con la ERGE e incluso se han convertido en un método de diagnóstico.[2] Los IBP bloquean la bomba de ácido gástrico de las células en el estómago, lo que produce una menor liberación de ácido clorhídrico en el estómago. En comparación con otros tratamientos convencionales, los IBP ofrecen los mejores resultados al brindar un alivio completo de los síntomas de la ERGE y la curación a largo plazo de las erosiones esofágicas.[4] Los IBP también se han utilizado para tratar enfermedades más generalizadas como el esófago de Barrett y el síndrome de Zollinger-Ellison.[2][3] Aunque se prescriben con buenos resultados, se encontró que la terapia con IBP puede afectar negativamente la composición de la microflora intestinal, predisponiendo a los pacientes a una infección por H. pylori y C. difficile, y puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores gastrointestinales.[4]

Gastrointestinal Reflux Disease

Unos medicamentos que se usan con menos frecuencia son los procinéticos y los antagonistas del receptor H2 de histamina. La procinética aumenta la peristalsis esofágica y gástrica, lo que ayuda a fortalecer el EEI y hace que el contenido del estómago se vacíe más rápido. Los antagonistas del receptor H2 de histamina funcionan de manera similar a los IBP, pero reducen la liberación de ácido clorhídrico en el estómago a través de un mecanismo diferente. Estas dos familias de medicamentos no se prescriben con tanta frecuencia, debido a su acción más lenta y sus efectos a corto plazo, y no han demostrado ser tan efectivas como los IBP para curar las erosiones esofágicas.[2]

Tratamiento naturopático
Alimentación y estilo de vida

En el tratamiento naturopático de la ERGE, es importante abordar y eliminar los obstáculos para la curación. Dado que la ERGE es una enfermedad del sistema gastrointestinal, se debe modificar la alimentación y el estilo de vida. Para reducir la presión sobre el EEI, se recomienda hacer comidas pequeñas y frecuentes y esperar de dos a tres horas antes de acostarse después de una comida para permitir un vaciado gástrico y una digestión general más eficientes.[2] También se recomienda limitar o evitar ciertos alimentos que predisponen al reflujo irritando el esófago y relajando el EEI. Estos alimentos incluyen cafeína, alcohol, vinagre, tomates, cítricos, cebollas, chocolate, bebidas carbonatadas, comidas picantes y menta.[2][5] Se debe alentar a los fumadores a dejar de fumar, ya que este hábito aumenta la producción de ácido, disminuye la presión del EEI y predispone al cáncer de esófago.[5] Para reducir los síntomas de reflujo durante la noche, a menudo es útil dormir con la parte superior del cuerpo elevada, levantando la cabecera de la cama con una cuña o un bloque de espuma.[2]

Hierbas con efectos demulcentes

Las hierbas demulcentes o mucilaginosas se usan tradicionalmente como mucoprotección de la mucosa esofágica, tanto para calmar los tejidos irritados como para promover la curación. Dichos productos botánicos incluyen el regaliz (Glycyrrihza glabra), el malvavisco (Althea officinalis) y el olmo resbaladizo (Ulmus fulva).[6] Al proporcionar una barrera física a la mucosa y estimular la producción de mucina protectora, se ha demostrado que las hierbas demulcentes disminuyen notablemente la intensidad de los síntomas, como la llenura abdominal superior y el dolor epigástrico. Los estudios también han encontrado que las hierbas demulcentes tienen importantes propiedades de curación de úlceras en comparación con el placebo o el control después de solo ocho semanas de tratamiento.[7] Es importante tener en cuenta, cuando se usa el regaliz a largo plazo, que es preferible usar la forma deglicirrhizinazada (también conocida como DGL), para prevenir los posibles efectos secundarios de aumento de la presión arterial.[6] Ten en cuenta también que el malvavisco y el olmo resbaladizo no deben tomarse al mismo tiempo que otros medicamentos, ya que pueden disminuir su absorción y afectar su eficacia.[6]

Plantas con efectos antiinflamatorios
Gastrointestinal Reflux Disease

Al igual que sus contrapartes demulcentes, los productos botánicos antiinflamatorios también se utilizan para proporcionar alivio de los síntomas de ERGE al promover la curación de la mucosa irritada. Las hierbas específicas para el tratamiento de la ERGE incluyen la manzanilla (Matricaria recutita), la alcaravea (Carum carvi), el cardo mariano (Silybum marianum), el bálsamo de limón (Melissa officinalis), la menta (Mentha piperita) y la celidonia mayor (Chelidonium majus).[8] Se ha demostrado que estas hierbas mejoran la motilidad gástrica, protegen contra el desarrollo de úlceras por la disminución de la producción de ácido, aumentan la producción de mucina y aumentan las citoquinas antiinflamatorias. Aunque estas hierbas pueden mejorar la motilidad gástrica, no se ha demostrado que disminuyan necesariamente el tiempo de vaciado gástrico.[8]

Melatonina

La melatonina es una hormona que se produce naturalmente en el cerebro y el tracto gastrointestinal. Desde la glándula pineal en el cerebro, la melatonina actúa como una hormona endocrina y participa en la regulación de los ritmos circadianos, específicamente el ciclo sueño-vigilia.[9] Dentro del sistema gastrointestinal, la melatonina participa en varios mecanismos relacionados con el control de la secreción de ácido gástrico, el mantenimiento de la integridad estructural y la regulación de la inflamación. Los estudios encontraron que el tratamiento de la ERGE con melatonina produjo un aumento en los niveles séricos de gastrina, un aumento en la presión del EEI y una disminución en la duración de la relajación transitoria del EEI.[10] Por lo tanto, la melatonina protege el esófago al minimizar el contacto con el refluxato gástrico. A través de sus propiedades antioxidantes, se ha demostrado que la melatonina protege la mucosa gástrica del daño de los radicales libres, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y otros agentes gastrotóxicos al aumentar la circulación a la mucosa esofágica y estimular la producción de citoquinas antiinflamatorias.[2][10]

Fosfatidilcolina

La colina es un nutriente esencial para los humanos y es necesaria para la integridad estructural y la función de señalización de todas las células. La colina también se usa para la neurotransmisión, donde se combina con otro compuesto llamado acetil CoA, para formar la acetilcolina, un neurotransmisor de activación muscular.[11] Dado que la fosfatidilcolina es un precursor de la acetilcolina, se utiliza con el propósito de fortalecer y tonificar la contracción del músculo EEI.[5] La colina se puede encontrar en alimentos como los huevos y las carnes, incluidas las aves y el pescado. Se necesitan dosis más altas de colina para el tratamiento de la ERGE; por lo tanto, la suplementación con fosfatidilcolina es la mejor opción en comparación a obtenerla de los alimentos.

Conclusión

Con las numerosas opciones de tratamiento natural disponibles, la ERGE es relativamente sencilla y puede tratarse eficazmente al inicio de los síntomas. Si no se trata, la ERGE puede progresar a condiciones más serias y complicadas que pueden requerir intervenciones más intensivas, como la cirugía. A menudo, el uso de una serie de tratamientos que funcionan a través de diferentes mecanismos produce los mejores resultados, ya sea que elijas un tratamiento convencional, un tratamiento naturopático o ambos. Ten en cuenta que es importante trabajar con un médico naturopático cuando se trata de determinar cuál es el tratamiento correcto para ti.