Los medicamentos para el TDAH
por la Dra. Krysten DeSouza, ND
3405 South Millway
Mississauga, ON L5L 3R1
desouzanaturopathic.com
En muchas partes del mundo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) no es un diagnóstico común. Pero en América del Norte, una gran parte de la población pediátrica está siendo examinada y diagnosticada con TDAH todos los días. Si bien existen diferencias en la cultura y la dieta, ¿podría haber cosas que estamos pasando por alto en nuestro conocimiento de esta afección del desarrollo?
En los últimos 20 años, los criterios de diagnóstico han cambiado, lo que hace que aumente la probabilidad de que más niños sean diagnosticados. En 1994, el diagnóstico del TDAH se basaba en tres síntomas básicos: hiperactividad, falta de atención e impulsividad. Este diagnóstico tenía que hacerse antes de los siete años e incluir informes de maestros, padres y otros miembros de la familia. En 2013, los criterios de diagnóstico se modificaron para incluir nueve síntomas relacionados con la falta de atención y nueve síntomas relacionados con la hiperactividad / impulsividad. Para ser diagnosticado con TDAH, al menos seis de estos síntomas deben estar presentes durante un período de seis meses como mínimo. Los nuevos criterios también aumentaron el rango de edad de siete años a 12 años.[1] Esto significa que muchos más niños ahora están expuestos a los medicamentos para el TDAH.
De hecho, el 3–5% de la población ahora es diagnosticada con TDAH pediátrico o adulto. Los síntomas están relacionados con la exposición al alcohol y la nicotina en el útero y durante todo el desarrollo. Los niños tienen tres veces más probabilidades de ser diagnosticados que las niñas, y los hermanos de niños con TDAH también tienen mayores probabilidades de recibir el diagnóstico.[2]
¿Por qué tratarlo lo antes posible?
El TDAH no es una afección potencialmente mortal, pero puede conducir a comportamientos riesgosos que pueden ser fatales. Sin tratamiento, es más probable que los niños con TDAH abandonen los estudios o sean expulsados de la escuela y conduzcan automóviles de una forma arriesgada que puede terminar en accidentes. En su adultez, pueden tener dificultades para mantener un empleo, por lo que pueden tener un historial laboral mediocre y menores ingresos. Cuanto antes una persona identifique sus dificultades y busque tratamiento, más pronto podrá estabilizar su atención y prosperar social y académicamente. Esto puede revertir muchas de estas consecuencias negativas y ayudarles a tener una mejor calidad de vida.
¿Cuándo tratarlo?
Ocurren muchas más cosas en los niños diagnosticados con TDAH. El TDAH a menudo se presenta junto con un trastorno de ansiedad u otro trastorno del estado de ánimo. El trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno negativista desafiante también están estrechamente alineados con el TDAH y pueden dificultar la identificación de la mejor opción de tratamiento. Los medicamentos farmacéuticos comunes para el TDAH a menudo son estimulantes, lo que no sería adecuado para una persona que también padece un trastorno de ansiedad. Por lo tanto, identificar las afecciones comórbidas es crucial para desarrollar un plan de tratamiento efectivo.
¿Qué causa el TDAH?
Al igual que con cualquier condición que afecte al cerebro, no hay análisis de sangre ni herramienta de diagnóstico estándar. A menudo se entregan cuestionarios a los padres y maestros para que monitoreen a los niños a lo largo del tiempo. La resonancia magnética funcional se ha utilizado para monitorear el progreso con las terapias farmacológicas en el mundo de la investigación; sin embargo, no está fácilmente disponible para la población en general. Quizás aquellos con antecedentes familiares de TDAH están más conscientes de los síntomas de sus hijos y es más probable que actúen más temprano en la vida de ellos. Sin embargo, la genética es solo un factor involucrado en el desarrollo del TDAH. Otros factores pueden incluir:[3]
toxinas ambientales en pesticidas y plásticos
uso de drogas, alcohol y nicotina en el embarazo
tipo de crianza (es decir, padres con ansiedad, padres que pasan por un divorcio o conflicto)
factores nutricionales y dietéticos
Medicamentos para el TDAH
En la medicina alopática y en la naturopática los objetivos del tratamiento del TDAH son los mismos. El primer objetivo es, por supuesto, reducir los síntomas de TDAH de impulsividad, falta de atención e hiperactividad. Debido a que muchos de estos niños tienen problemas para concentrarse en sus actividades diarias, el segundo objetivo es aumentar los comportamientos saludables y el rendimiento académico. Esto a su vez puede mejorar la autoestima del niño y ayudarlo a interactuar mejor en los entornos sociales. El tercer objetivo del tratamiento es minimizar los efectos secundarios de los medicamentos tanto como sea posible. La medicina convencional ha desarrollado buenos medicamentos que cumplen con la mayoría de estos objetivos; sin embargo, siempre hay trabajo por hacer en esta área.
Los medicamentos utilizados para controlar el TDAH afectan algunos o los tres neurotransmisores clave en el cerebro: la serotonina, la dopamina y la noradrenalina. Estos neurotransmisores aumentan la comunicación entre diferentes partes del cerebro y el resto del cuerpo. Son moléculas muy poderosas, por lo que requieren un sistema transportador específico para moverse a través de partes del cerebro. Cuando finalizan su trabajo, se reabsorben rápidamente en un área controlada y solo se liberan cuando es necesario. Desde una perspectiva bioquímica, se considera que en el TDAH hay una cantidad excesiva de transportador y una cantidad insuficiente de neurotransmisores para transportar. Esta comprensión y la insuficiencia del neurotransmisores se han convertido en el foco del desarrollo de los productos farmacéuticos.
Estimulantes
Los estimulantes son el tratamiento de primera línea para el TDAH. Estos incluyen Ritalin y Concerta, que también se conocen como metilfenidato. Las anfetaminas son otra clase de drogas estimulantes y también se conocen como Dexedrine, Adderall y Vyvanse.
Hay formas de acción corta (3–4 horas) y de acción prolongada (10–12 horas), pero ambas funcionan de la misma manera: inhiben la recaptación de dopamina y noradrenalina después de recibir señales en el cerebro. Esto significa que, si el cuerpo de un individuo no elimina la dopamina, esta puede quedarse más tiempo y tener una acción mucho más poderosa. Esto es exactamente lo que sucede. Las emociones comunes asociadas con la dopamina incluyen atención, placer, motivación y gratificación. Con cualquier cosa que afecte a la dopamina de esta manera aumentan los riesgos de abuso. La cocaína tiene un mecanismo similar que afecta la vía de la dopamina.[4] Por supuesto, esta dosis a menudo es mayor y se administra de manera diferente, pero los efectos de generación de placer y el riesgo del abuso son los mismos.
La norepinefrina se asocia con el estado de alerta y la energía, y tiene un riesgo menor de abuso.
No estimulantes
Estos medicamentos de segunda línea a menudo se usan principalmente para otras afecciones. Los antidepresivos, antihipertensivos y estabilizadores del estado de ánimo a menudo se usan junto con estimulantes o cuando los estimulantes no han sido efectivos. Estos medicamentos funcionan al afectar la vía de la serotonina y la noradrenalina. De manera similar a los estimulantes, al inhibir la recaptación en el cerebro, podemos hacer que una cantidad mayor de estas hormonas estén disponibles para su uso. La serotonina es conocida como la hormona de la felicidad y también juega un papel en las obsesiones y compulsiones asociadas con el TDAH.
Ventajas y desventajas
No hay duda de que estos medicamentos funcionan. Muchas personas manifiestan mejorías en la atención, la memoria, la productividad y el control emocional a los pocos días de comenzar el tratamiento. Son medicamentos potentes y pueden manejar casos difíciles. Excepto que, al alterar la química en el cerebro, ¿podríamos estar haciendo más daño que bien?
Los efectos secundarios más comunes son la sobreexcitación del sistema nervioso central y el insomnio. Si bien muchos niños tienen mejoras en su rendimiento en el aula y en las boletas de calificaciones, los padres notan una mayor desvinculación social, una pérdida de creatividad y retraimiento. Estos niños se ven atontados, deprimidos e inactivos en el patio de recreo. En casa, estos niños se saltan las comidas debido a falta de apetito, dolor de estómago, náuseas o incluso vómitos. La alteración gastrointestinal es uno de los efectos secundarios más comunes y a menudo se pasa por alto o se ignora.
Es importante tener en cuenta que, en los estudios de investigación realizados en niños, tres semanas se considera un estudio a largo plazo. La mayoría de los niños que comienzan a tomar medicamentos para el TDAH tomarán los medicamentos mucho más de tres semanas. Estos niños pueden desarrollar tics y temblores anormales, sufrir de letargo excesivo e incluso tener pensamientos suicidas. A la larga, los dos órganos principales más afectados son el hígado y el corazón. El médico debe monitorear de cerca las anormalidades en las enzimas hepáticas y la toxicidad hepática. Se ha informado de cardiotoxicidad y problemas cardiovasculares incluso con el uso de pequeñas dosis de medicación durante tres semanas.[5] En general, se debe considerar un análisis de riesgo-beneficio antes de comenzar una ronda de medicamentos para el TDAH.
Mensaje final
Los médicos naturopáticos son expertos en el manejo de la conexión cerebro-intestino. Ya sea que los medicamentos formen parte del plan de tratamiento o no, buscar una opinión naturopática puede ayudar a mejorar la efectividad del medicamento, reducir los efectos secundarios y promover el proceso de curación natural del cuerpo. Se deben incluir sesiones de orientación para ayudar al niño a sentirse apoyado en sus emociones y a tomar conciencia de sus acciones. No queremos que el niño crea que el medicamento controlará sus acciones y comportamiento. Idealmente, esto puede ayudar mentalmente a retirarles los medicamentos a muchos niños cuando sea el momento adecuado. Todo este proceso comienza con un buen sistema de apoyo, una dieta saludable y la motivación para vivir una vida libre de drogas.
[1] Centers for Disease Control and Prevention. Symptoms and Diagnosis of ADHD. Available from https://www.cdc.gov/ncbddd/adhd/diagnosis.html. Updated 2019‑11‑01.
[2] Centre for ADHD Awareness, Canada. ADHD Facts – Dispelling the Myths. Available from https://caddac.ca/adhd/understanding-adhd/in-general/facts-stats-myths/. Posted 2017.
[3] Thapar, A., et al. “What causes attention deficit hyperactivity disorder?” Archives in Disease of Childhood, Vol. 97, No. 3 (2011): 260–265.
[4] Gottlieb, S. “Methylphenidate works by increasing dopamine levels.” BMJ, Vol. 322, No. 7281 (2001): 259.
[5] Morton, W.A., and G.G. Stockton. “Methylphenidate Abuse and Psychiatric Side Effects.” Primary Care Companion to the Journal of Clinical Psychiatry, Vol. 2, No. 5 (2000): 159–164.
