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Probióticos - Su influencia sobre la inmunidad

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Probióticos - Su influencia sobre la inmunidad
Escrito por: Tanya Lee, H.BSc., N.D.

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Toronto, ON M6G 1K1


Health Centre of Milton
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Probióticos - Su influencia sobre la inmunidad




Introducción

Los probióticos son una intervención popular usada por los médicos naturistas en el tratamiento de afecciones atópicas, tales como el eczema, las alergias y el asma, así como trastornos digestivos; de hecho, la evidencia epidemiológica ha demostrado que los niños con enfermedades atópicas tienen flora intestinal (probióticos) diferente en comparación con los niños sanos. Los probióticos se definen como microorganismos, por lo general miembros de los géneros Lactobacillus, Bifidobacterium, y Streptococcus, que, naturalmente, colonizan el tracto gastrointestinal. Tener una adecuada flora probiótica es integral para el buen funcionamiento y desarrollo del sistema inmune. La incidencia de enfermedades atópicas ha ido aumentando en los últimos años y las razones de este aumento pueden estar relacionadas con la falta de exposición a probióticos naturales al nacer. La investigación reciente ha vinculado estas razones con el hecho de que los probióticos, tales como los que se encuentran en la leche materna, tienen la capacidad de equilibrar las respuestas inmunes influyendo en la formación apropiada del tracto digestivo en los lactantes. Nuestros flora probiótica no cambia significativamente después de la infancia, por lo que la colonización adecuada de la flora intestinal en el nacimiento y durante la infancia resulta crucial para el desarrollo de un sistema inmunológico sano y fuerte a medida que envejecemos. Con el fin de comprender esto plenamente, tenemos que volver a lo básico para saber cómo los probióticos optimizan el desarrollo del sistema inmune al nacer.


El papel de los probióticos en el nacimiento El papel de los probióticos en el nacimiento

El sistema inmune neonatal es un entorno sin explotar ya que este sistema inexperto ha sido expuesto a muy pocas cosas en el útero. Esto significa que el sistema inmunológico es una pizarra en blanco, con un desarrollo muy sensible e influenciado por cualquier cosa con el cual entre en contacto al salir de la matriz; factores como la edad gestacional del bebé, la dieta y el modo de parto, todos influyen sobre este sistema inmunológico justo al nacer. Cuando nace un bebé, su primer encuentro con bacterias es a través del canal vaginal, la exposición a las bacterias comensales como Escherichia coli, enterobacterias, enterococos, estreptococos y estafilococos. En segundo lugar la exposición del bebé ante bacterias es a través de la leche materna y al final de la primera semana, si reciben lactancia materna exclusivamente, el intestino neonatal es colonizado con Bifidobacterium. Curiosamente, los bebés que nacen por vía vaginal tienen la misma colonización bacteriana después de 48 horas, ya sean amamantados o no, sin embargo las diferencias en las bacterias entre los lactantes amamantados y los alimentados con fórmula son detectables ya para el día 7, y definitivamente al 1 mes. Esta exposición y colonización de bacterias maternas en el tracto intestinal es crucial para el desarrollo del sistema digestivo y, por tanto, para la adecuada optimización del sistema inmunológico. Por esta razón, el parto vaginal y la lactancia materna exclusiva en la primera infancia es muy aconsejable si es seguro y factible realizarlo. Para consolidar esta idea, una serie de estudios epidemiológicos y clínicos han encontrado que la lactancia materna puede reducir significativamente la incidencia de la enfermedad atópica y la obesidad en los niños adolescentes, en comparación con aquellos que fueron alimentados exclusivamente con fórmula, debido a su contenido probiótico. El aparato digestivo es la primera parte del sistema inmunológico que se forma en un bebé - un sistema digestivo saludable colonizado por buenas bacterias influirá en el desarrollo de un sistema inmunológico saludable y bien balanceado.


Limitaciones - ¿Que si tuviese que parir mediante cesárea, o no pudiese amamantar?

A pesar de los esfuerzos concertados para un parto vaginal y/o la lactancia materna exclusiva, no es realista para cualquier profesional de la salud esperar que este sea el caso por cada nueva madre. Hay circunstancias imprevistas que están más allá del control de nadie que podrían resultar en una cesárea o tener que recurrir a la alimentación con fórmula, que sería más seguro para la salud de la mamá y el bebé. En estas circunstancias, el sistema inmune debería entonces ser influenciado mediante la toma de probióticos en forma de suplemento con el fin de ayudar a fomentar el desarrollo de un saludable sistema digestivo e inmunológico.


Beneficios de los probióticos en forma de suplemento Beneficios de los probióticos en forma de suplemento

Una mezcla probiótica de bacterias similares a las bacterias colonizadas en el tracto vaginal y la leche materna puede crear un ambiente con beneficios para la salud similares a la lactancia materna y el parto vaginal. Una serie de estudios de revisión recientemente realizadas concluyeron que la ingesta de probióticos a través de fuentes dietéticas o suplementos puede ayudar significativamente a tratar problemas digestivos, como el cólico infantil, y prevenir la enfermedad atópica para cuando estos niños llegan a la adolescencia. Además, los valiosos efectos de los suplementos probióticos en el sistema inmunológico se ven reflejados en una serie de estudios que muestran una reducción de la fiebre, congestión, tos, síntomas parecidos a la gripe y el uso de antibióticos en los niños afectados por infecciones de las vías respiratorias superiores. Los probióticos no son sólo beneficiosos para la salud neonatal, pero también durante el período perinatal. La colonización probiótica en mujeres embarazadas también puede influir mucho en la presentación de enfermedades atópicas en sus hijos. Una revisión reciente encontró que los suplementos de probióticos en las mujeres embarazadas pueden reducir de manera significativa el riesgo de alergias y eczema en sus hijos.[8]

A la luz de esta sólida base de investigación, muchos fabricantes importantes de fórmulas infantiles comerciales han añadido probióticos a sus fórmulas para ayudar a mejorar la salud de los lactantes que no pueden ser amamantados, las cuales pueden ser fácilmente encontradas en el mercado hoy.


Conclusión:

Los probióticos son un complemento común que se venden fácilmente en tiendas de alimentos saludables por muchas razones, las áreas más comunes y mejor investigadas son los efectos favorables sobre el sistema inmunológico. La exposición de un recién nacido a los probióticos de la madre al nacer, desde el canal vaginal y la leche materna, es importante para optimizar el desarrollo del sistema digestivo y por lo tanto el equilibrio del sistema inmune. Se ha recomendado la lactancia materna durante al menos 6 meses para que el bebé reciba la colonización bacteriana adecuada de los intestinos. Basado en el efecto beneficioso del sistema inmunitario neonatal a la exposición a las bacterias en el canal vaginal, esto es muy recomendable para los recién nacidos con partos de cesárea. Si la lactancia materna no es una opción, por una serie de razones comprensibles, se alentó que los bebés reciban estas bacterias beneficiosas a través de un suplemento probiótico apropiado para la edad infantil o una fórmula fortificada con una mezcla de probióticos.