El dolor de espalda y lumbago - Enfoques naturales

Introducción

El dolor de espalda es extremadamente común y lo han experimentado casi todos en algún momento de la vida. El nombre oficial del dolor de espalda baja es lumbago, y se define literalmente como dolor en la parte inferior de la espalda. Hay muchas causas posibles para el dolor de espalda y, a menudo, ni siquiera es posible identificar una causa específica. Si este es el caso, podría llamarse inespecífico. El dolor de espalda, como todos los otros tipos de dolor musculoesquelético, puede ser causado por lesiones o trauma. Las lesiones más comunes son lesiones por esguince o presión (que son básicamente daños o inflamación de los músculos, tendones o ligamentos).

Hay algunas condiciones médicas que pueden ser la causa del dolor en la espalda baja. Primero, existe la posibilidad de una hernia de disco. Los discos son almohadones que se encuentran entre cada una de las vértebras espinales óseas, y por diversas razones (una vez más, generalmente una lesión), se pueden desplazar y también pueden causar la compresión de un nervio.^[1] En estas circunstancias, a veces el único síntoma es el dolor de espalda, pero la mayoría de las veces, hay otros síntomas acompañantes como entumecimiento u hormigueo en la espalda y la pierna (afección que se llama ciática). La ciática en sí misma es otra causa del dolor de espalda, y puede ocurrir sin necesidad de la presencia de una hernia discal acompañante. La ciática puede aparecer porque hay algún tipo de irritación en los nervios de la espalda. Por ejemplo, las infecciones y los tumores pueden causar ciática.^[2]

La tercera gran categoría de causas para el dolor de espalda son los problemas óseos o las afecciones de los huesos. La espondilitis anquilosante y la espondilolistesis son ambas causas médicas para el dolor de espalda. En la espondilitis anquilosante, hay inflamación de las articulaciones y la columna vertebral, lo que produce rigidez que empeora por la mañana y mejora con el movimiento.^[3] En la espondilolistesis, hay un hueso que se sale de su posición, y esto crea síntomas similares a los del disco herniado (dolor, rigidez, entumecimiento y hormigueo).

En este artículo, comenzaremos hablando de diferentes medidas de prevención para el dolor de espalda. Después de eso, discutiremos las opciones de tratamiento natural que pueden ofrecer alivio. Algunos tratamientos abordan directamente la causa subyacente, pero muchos tratamientos están orientados específicamente a mejorar los síntomas. En muchas de las causas del dolor de espalda y del dolor de espalda inespecífico, el tiempo (junto con el descanso) generalmente producirá una mejoría. Esto es especialmente cierto si la causa subyacente es una lesión, donde el curso natural es pasar de la fase aguda a la fase crónica, que es otra forma de decir que las cosas deberían mejorar por sí solas sin intervención.

Existen múltiples estrategias que ayudan a prevenir el dolor de espalda y que se puede realizar mientras estás en casa, o incluso mientras te trasladas al trabajo o mientras estás en la oficina.^[4] ¡Una de las mejores cosas que puedes hacer es asegurarte de tener un peso saludable y mantenerte activo! Muchas personas desarrollan dolor de espalda simplemente porque tienen sobrepeso, o porque lo tienen y no hacen suficiente ejercicio. El peso adicional significa más tensión en la espalda. La actividad física regular es extremadamente importante. Tanto la actividad aeróbica como el entrenamiento de resistencia (o el levantamiento de pesas) pueden ser útiles. La clave en este sentido es activar los músculos y aumentar la frecuencia cardíaca. Muchas recomendaciones sugieren hacer ejercicio durante al menos 30 minutos, de tres a cinco veces por semana. Obviamente, asegurarte de no lastimarte mientras haces ejercicio es extremadamente importante. Lo ideal es hacerlo con un entrenador personal o con alguien que sepa cómo realizar varios ejercicios si no te sientes cómodo con el proceso. Esto es especialmente cierto si estás levantando pesas pesadas. En este caso, deberás asegurarte de doblar las rodillas, tensionar los músculos abdominales y evitar la torsión, ya que todas estas maniobras pueden ayudar a prevenir las lesiones en la espalda.

Otro conjunto de factores a tener en cuenta son las posturas que tu cuerpo adopta de forma rutinaria durante largos períodos de tiempo. Pasarás aproximadamente un tercio de tu vida durmiendo, por lo que tu posición al dormir es muy importante. Normalmente hay dos posiciones para dormir que se consideran óptimas para el cuerpo; una es acostado boca arriba. Si optas por esta posición, asegúrate de usar una almohada más delgada para que tu cabeza no esté demasiado alta (ya que esto puede causar dolor en el cuello, lo que puede provocar dolor de espalda). La otra posición que es más fácil para el cuerpo es de lado. En esta posición, se recomienda tener una almohada entre las rodillas y, a veces, entre los tobillos, así como entre los brazos. La idea es mantener tu cuerpo en una posición sin torsión tanto como sea posible. La almohada para la cabeza debe ser de grosor medio, de modo que la cabeza quede recta sobre el cuello, creando un ángulo de 180 grados, no inclinado hacia arriba o hacia abajo.

Finalmente, debes asegurarte de que tu postura durante el día (conduciendo, mientras estás sentado o en el trabajo) sea la correcta. Vale la pena invertir en la creación de un espacio de trabajo ergonómico, porque pasamos una parte muy importante de nuestros días trabajando. Puedes usar una almohada pequeña en tu asiento como soporte para la parte baja de la espalda. Si usas una computadora, asegúrate de que esté colocada de modo que no te sientas incómodo al escribir o al mirar el monitor. En la misma línea, asegúrate de usar ropa y zapatos cómodos. Es sorprendente lo mucho que estas cosas pueden influir en el dolor de espalda, especialmente si cambian tu centro de gravedad (como los tacones altos o la ropa muy ajustada, por ejemplo). Asegúrate de tomar descansos, independientemente de qué estrategias estés empleando. Incluso si tu entorno es óptimo, es importante asegurarte de no permitir que tu cuerpo se vuelva inactivo o rígido. Intenta tomar al menos un descanso de cinco minutos cada hora.

Tu médico naturópata primero hará una evaluación para tratar de identificar la causa de tu dolor de espalda. Si se descubre una causa, ese será el objetivo del tratamiento. Si no se puede identificar una causa clara, entonces el tratamiento probablemente girará en torno a la mejoría de los síntomas. Uno de los enfoques más comunes que los médicos naturópatas usan para el dolor de cualquier tipo es la acupuntura. La acupuntura implica el uso de agujas muy delgadas que se insertan en lugares específicos (este proceso con frecuencia es completamente indoloro). Para los casos de dolor de espalda, muchos médicos naturópatas probablemente usarían la acupuntura en un contexto occidental, y no en un contexto de medicina tradicional china. Esto significa que es probable que se inserten las agujas en las áreas con mayor dolor o rigidez muscular, y que manipulen las agujas hacia arriba y hacia abajo para ayudar a liberar los puntos desencadenantes. Los puntos desencadenantes son áreas de músculos tensados que a menudo se desarrollan y pueden ser un factor importante en el empeoramiento de los niveles de dolor. La acupuntura a menudo se combina con otras terapias manuales, como el masaje. Aunque los médicos naturópatas no son terapeutas de masaje, están entrenados en diversas técnicas de masaje. Por último, los dispositivos terapéuticos son otras opciones de tratamiento comunes. Estos incluyen dispositivos tales como ultrasonido o láser. Cada uno de estos dispositivos tiene indicaciones específicas o razones para usarlos, pero uno o ambos se han utilizado con éxito para tratar el dolor de espalda.

Otros tratamientos comunes incluyen suplementos nutricionales y tratamientos herbales. Estos tratamientos también se individualizarán según los factores específicos del caso del paciente. En general, los antiinflamatorios se usan comúnmente. Esto incluye hierbas como la curcumina o la boswellia, que pueden tomarse en forma de tintura (extractos de alcohol), o en forma de cápsula o tableta. Generalmente, los antiinflamatorios pueden tardar una semana o más en volverse completamente efectivos, pero algunas personas pueden ver los resultados casi de inmediato, si la inflamación es un componente importante del dolor de espalda. Algunos suplementos nutricionales se enfocan en los componentes básicos del sistema musculoesquelético, como la glucosamina y el sulfato de condroitina, o minerales como el calcio y el magnesio. Otros se enfocan estrictamente en el componente del dolor, como la membrana natural de la cáscara del huevo [Natural Eggshell Membrane] (NEM®).

Uno de los estudios más rigurosos disponibles sobre la medicina naturopática analizó el tratamiento del dolor de espalda.^[5] El estudio fue un ensayo clínico aleatorizado. 75 trabajadores de correo postal recibieron atención naturopática o fisioterapia estandarizada durante un período de 12 semanas. Los que contaron con la atención naturopática recibieron asesoría sobre su alimentación, técnicas de relajación profunda y acupuntura. La intervención de control recibió educación e instrucción sobre ejercicios de fisioterapia usando un folleto educativo aprobado. El dolor de espalda se midió usando una cantidad de métricas. Los resultados mostraron que los participantes en el grupo de cuidados naturopáticos tenían un dolor de espalda significativamente más bajo y una mayor calidad de vida. Todos los resultados secundarios también mejoraron significativamente en el grupo que recibió atención naturopática, incluida la flexión espinal, la pérdida de peso y el índice de masa corporal. En general, se recomienda enfáticamente que busques ayuda para tu dolor de espalda; ten la seguridad de que cuando consultas con tu médico naturópata, estás en buenas manos.