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Enfoque naturopático de los productos finales de glicación avanzada (AGEs)

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Los productos finales de glicación avanzada (AGEs, por sus siglas en inglés) son compuestos que se generan bajo condiciones de hiperglicemia. Pueden formarse de manera endógena o consumirse a través de la dieta. El aumento de la presencia de AGEs en el cuerpo humano se asocia con diversas condiciones crónicas y relacionadas con el envejecimiento.

Entender el impacto de los AGEs en la salud humana, cómo los factores relacionados al estilo de vida contribuyen a la acumulación de AGEs y qué medicinas naturales los modulan, nos ofrece una oportunidad para prevenir sus efectos dañinos.

¿Qué necesitas saber sobre los AGEs?

Los AGEs son el resultado de reacciones no enzimáticas entre los grupos carbonilo de azúcares reductores y los grupos amino libres de proteínas, lípidos o ácidos nucleicos. Se han identificado y estudiado varios AGEs. Entre ellos se encuentran la Nε-carboximetil-lisina (CML), la pentosidina, la Nε‑carboxietil-lisina (CEL), la hidroimidazolona-1 derivada del metilglioxal (MG‑H1), y la pirralina. Los AGEs se acumulan en el interior y exterior de las células en fluidos corporales y tejidos. Estos se han relacionado con la alteración de señales intracelulares, la expresión de genes, la generación de especies reactivas del oxígeno y la activación de cascadas inflamatorias. La acumulación de AGEs se ha asociado con procesos patológicos involucrados en la diabetes, la enfermedad renal crónica, la enfermedad cardiovascular, la osteoporosis, los trastornos músculo esqueléticos, la enfermedad ocular, el cáncer, la infertilidad, y enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

Las fuentes exógenas de AGEs que consumimos se encuentran principalmente en comidas que han sido expuestas a temperaturas altas y secas de cocción (p. ej., asados a la parrilla, horneados, rostizados, sellados y fritos) y a tiempos prolongados de cocción. Los AGEs son particularmente abundantes en comidas de origen animal (p. ej., carne de res, quesos grasos y madurados). También están presentes en altas concentraciones en comidas procesadas con calor seco (p. ej., galletas saladas, papas fritas y galletas dulces).

AGEs

Los extractos acuosos y el humo del tabaco también se han identificado como factores que contribuyen al incremento de los AGEs en vivo. El tabaco y el humo del tabaco generan especies reactivas llamadas glicotoxinas las cuales son productos altamente reactivos de la glicación que pueden rápidamente inducir la formación de AGEs en las proteínas.

Modificaciones del estilo de vida ayudan a reducir la acumulación de AGEs

Los estados hiperglicémicos estimulan la formación de AGEs. Limitar el consumo de comidas y bebidas con azúcar añadido, particularmente fructosa, y consumir comidas de bajo índice glicémico en lugar de comidas de alto índice glicémico ayuda a controlar la glicemia y reduce la producción endógena de AGEs.

Seguir una dieta que reduce la ingesta de AGEs ha demostrado ser una manera efectiva de reducir la cantidad de AGEs circulantes. Esta estrategia incluye limitar el consumo de productos de origen animal. La preparación de las comidas con tiempos breves de cocción y a temperaturas más bajas, con más humedad (p. ej., hervidos, escalfados, guisados y al vapor) o con soluciones ácidas (marinado) o jugo de limón y vinagre reduce la formación de AGEs. Optar por nueces y semillas crudas en vez de rostizadas también es una manera efectiva de reducir el consumo de AGEs.

El ejercicio es otra estrategia de estilo de vida para disminuir los niveles de AGEs. En un programa de modificación de estilo de vida de 12 semanas, diecisiete mujeres no diabéticas de edad mediana mostraron una correlación positiva significativa de la disminución de CML con un numero promedio de pasos en caminatas diarias (p = 0.044). Un ensayo clínico que examinó el impacto del ejercicio sobre los AGEs en pacientes que viven con el virus de inmunodeficiencia humana encontró que un entrenamiento durante tres meses, que consistía en sesiones de sesenta minutos ejecutadas tres veces por semana, disminuía los niveles de AGEs (línea de base: 0.93 ± 0.08 AU vs. el seguimiento a los tres meses: 0,59 ± 0,04 AU; p < 0.001) comparado con el control.

AGEs

Eliminar la exposición a los productos del tabaco reduce los niveles de AGEs circulantes. En un estudio transversal que evaluó 8905 individuos (fumadores actuales, no fumadores y fumadores en el pasado), se midió la autofluorescencia en piel, un marcador biológico de la acumulación de AGEs. Los niveles de autofluorescencia en piel se incrementaban al fumar activamente y con el aumento de número de horas de exposición al humo del tabaco de otros fumadores. Adicionalmente, el estudio encontró que los niveles de autofluorescencia en piel de personas que fueron fumadoras en el pasado se aproximaba a los niveles de personas que nunca habían fumado después de alrededor de 15 años de haber dejado de fumar.

Suplementos naturales pueden ayudar a reducir los niveles de AGEs

Probióticos y prebióticos: en un estudio abierto, controlado y aleatorizado, veinte pacientes sometidos a diálisis peritoneal, o bien continuaron su ingesta usual de alto contenido en AGEs o siguieron una dieta restringida en AGEs durante un mes. La restricción del consumo de AGEs resultó en la reducción de AGEs sérico y en la alteración de la flora bacteriana intestinal. En otro estudio aleatorizado, controlado, sesenta y cinco sujetos con diabetes tipo 2 recibieron dextrina como prebiótico o placebo. Luego de ocho semanas, el suplemento con dextrina mejoró los niveles de CML (−93.40 ng / ml, 26.30%) en el grupo de intervención comparado con el grupo de control.

Benfotiamina: en un estudio clínico trece sujetos con diabetes tipo 2 consumieron comidas con alto contenido de AGEs antes y después de tres días de terapia con benfotiamina (1050 mg / d). Los marcadores séricos de disfunción endotelial y estrés oxidativo, así como los niveles de AGEs, aumentaron luego del consumo de comidas con alto contenido de AGEs, y esos efectos se redujeron significativamente por la benfotiamina. Los autores concluyeron que la benfotiamina puede prevenir completamente la disfunción micro y macro vascular inducida por alimentos ricos en AGEs en pacientes con diabetes tipo 2.

Carnosina: en una revisión sistemática de diecinueve estudios in vitro, quince estudios en animales y dos estudios en humanos que investigaban el rol de la carnosina sobre los cambios inducidos por los AGEs, se encontró que todos, menos dos de ellos, indicaron que la carnosina puede prevenir la formación de AGEs. La revisión concluyó que la carnosina tiene propiedades anti glicación y puede impedir la carbonilación de proteínas y los enlaces cruzados inducidos por azúcares reductores. Un estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo en el que participaron cincuenta y cuatro pacientes diabéticos tipo 2 concluyó que doce semanas de suplemento de L -carnosina (1000 mg / d) produjo una reducción significativa de los niveles de pentosidina sérica comparado con los niveles basales (p < 0.05).

Quercetina: en un estudio de prueba cruzada, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, se encontró que 160 mg / d de quercetina logró disminuir las concentraciones (Intervalo de confianza [IC] del 95%: −73.6, −6.8 nmol / L; p = 0.019) de metilglioxal plasmático (el precursor más potente de los AGEs) comparado con placebo.

Coenzima Q10: en un estudio aleatorizado, controlado con placebo, cincuenta sujetos con nefropatía diabética fueron asignados a recibir un suplemento de CoQ10 (100 mg / d) o placebo por doce semanas. Además de demostrar que el suplemento de CoQ10 durante doce semanas tuvo un efecto favorable sobre el metabolismo de la glucosa, este estudio encontró que este suplemento de CoQ10 disminuyó significativamente los niveles de AGEs (−316.4 ± 380.9 AU vs. +318.6 ± 732.0 AU, p < 0.001) comparados con placebo.

Conclusión

La investigación científica sobre los productos finales de glicación avanzada sigue evolucionando. A medida que aumentamos nuestro conocimiento sobre cómo los factores asociados al estilo de vida moderno contribuyen a la presencia de AGEs, y que continuamos descubriendo cómo los AGEs se comportan en nuestro cuerpo, se nos presentan oportunidades para realizar cambios en nuestro estado personal de AGEs.