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La enfermedad de Crohn - Opciones de tratamiento naturopático

Español

Opciones de tratamiento naturopático
by Dr. Gayamali Karunaratna, B.Sc., M.Ed., ND

Markham Natural Health Centre
3160 Steeles Avenue East, Suite 204
Markham, Ontario, L3R 4G9

http://www.markhamnaturalhealthcentre.com





Crohn’s Disease - Naturopathic Treatment Options




INTRODUCCIÓN

La enfermedad de Crohn (EC) es un trastorno inflamatorio crónico del tracto gastrointestinal. Es una de dos enfermedades clasificadas como enfermedad inflamatoria intestinal (EII),siendo la otra la colitis ulcerosa (CU). La CU está limitada al colon, mientras que la EC puede incluir cualquier segmento del tracto gastrointestinal desde la boca hasta el ano. [1] Los síntomas de la EC incluyen dolor abdominal, distensión, hinchazón, fatiga, diarrea o estreñimiento, sangre en las heces, pérdida de peso y enfermedad perianal. El dolor abdominal puede ocurrir en cualquier lugar, pero el cuadrante inferior derecho es la región más habitual. [1] Un 65-75% de los pacientes diagnosticados con EC pierden peso. [2]

La medicina naturopática puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de la EC al reducir la frecuencia y severidad de los episodios inflamatorios y al prevenir complicaciones como la obstrucción y perforación del intestino delgado o el colon, abscesos, fístulas, sangrado intestinal y aumento de la permeabilidad intestinal. El diagnóstico de la EC puede hacerse mediante endoscopia y pruebas de radiología, pero también puede ampliarse para incluir pruebas de alergias alimentarias y análisis de heces con parasitología. [1]

Los enfoques de la medicina naturopática para el tratamiento de la enfermedad de Crohn necesitan en primer lugar una evaluación exhaustiva para determinar qué factores particulares están involucrados en cada caso individual de la enfermedad de Crohn. Luego, se podrá implementar la eliminación de esos factores y un tratamiento que haga uso de diferentes modalidades como el asesoramiento nutricional, la medicina tradicional china (MTC) y la acupuntura, la medicina botánica o la homeopatía. Este artículo tratará los factores causales comunes de la EC y los enfoques naturopáticos para el tratamiento de esta enfermedad.


FACTORES CAUSALES

Se han identificado una serie de factores causales modificables en el desarrollo y pronóstico de la EC.

Hay una cantidad sustancial de datos que demuestran que la dieta y el estilo de vida occidentales contribuyen al aumento de la prevalencia de EC entre la población de los países industrializados, lo que se ha visto respaldado por una mayor incidencia de esta enfermedad en estos países, especialmente durante el siglo XX [1]. Por otra parte, también se ha descubierto que las dietas que tienen un alto contenido de azúcar refinado, menos fibra dietética y menos frutas y verduras preceden y contribuyen al desarrollo de la EC. [3]

Aunque se considera que la EC es una enfermedad autoinmune, cada vez hay más pruebas que sugieren que puede tener una causa infecciosa. En concreto, se ha descubierto que el mycobacterium avium subespecies paratuberculosis (MAP) es el candidato infeccioso más importante. [4]

También se ha descubierto que hábitos relativos al estilo de vida, como el tabaquismo, son un factor de riesgo para el desarrollo de la EC, con un mayor riesgo para las mujeres que para los hombres [5].

Junto con el consumo de tabaco, intervenciones médicas como el uso de píldoras anticonceptivas orales en las mujeres han sido identificadas como un factor de riesgo tanto en el desarrollo como en la recaída de la EC. [6]

También se ha descubierto que un desequilibrio en la composición de la flora intestinal o el microbioma intestinal es un factor fundamental en el desarrollo de las EII, y en el desarrollo de la EC, especialmente durante la infancia. El microbioma intestinal es básicamente la defensa natural de nuestro cuerpo ya que desempeña un papel importante en la función inmune, facilita la digestión y ayuda a la producción de vitaminas. Además, se ha demostrado que los antibióticos alteran la composición de la microbiota, lo que podría predisponer a padecer EII. Por otra parte, también debe considerarse como un posible factor la prescripción de antibióticos a niños con síntomas intestinales de EC aún no diagnosticados. [7]

La prevalencia o agrupación familiar y estudios de mellizos sugieren que la EC es un trastorno genético. Los estudios del genoma en general para los genes de susceptibilidad a la EII han dado como resultado la identificación de varios loci y mutaciones para la enfermedad de Crohn y/o la colitis ulcerosa en el cromosoma 16. [8]

Es importante tener en cuenta que la recurrencia de la EC se relaciona con otras variables como la edad en el momento del diagnóstico, la extensión de la enfermedad, el lugar de la enfermedad, el intervalo de tiempo entre la aparición de los síntomas y la cirugía (en caso de ser necesaria), y la presencia de alguna enfermedad perforante. Estas variables pueden ser confusas o variables extrañas no contabilizadas pero asociadas con cualquiera de los factores causales antes mencionados. [5]

La consecuencia fundamental que tiene la identificación de estos factores modificables es que permite a los profesionales abordar y ayudar a alterar el curso de la enfermedad.


TRATAMIENTO NATUROPÁTICO
Naturopathic Treatment Modificaciones dietéticas

Una dieta saludable es esencial para tratar cualquier enfermedad crónica relativa al estilo de vida, por eso se dice que "eres lo que comes". Como la EC es una enfermedad del tracto gastrointestinal, la dieta es esencialmente la base del tratamiento terapéutico. Por lo general, se recomienda una dieta de eliminación en pacientes con EC. Esta dieta consiste en eliminar alimentos habituales que causan alergias alimenticias como, por ejemplo, los productos lácteos, el trigo, los huevos y el maíz, por nombrar tan solo algunos. [1] También puede incluir una mayor ingesta de alimentos antiinflamatorios con alto contenido de ácidos grasos esenciales como el salmón, las sardinas o la caballa y reducir la ingesta de alimentos inflamatorios como la carne roja, el alcohol, la cafeína y el azúcar. Es importante señalar que, aunque la dieta de eliminación permite incluir verduras de la familia Brassica y una porción de fruta al día, se recomienda que los pacientes con EC que presenten síntomas de obstrucción intestinal leve o parcial como dolor severo y vómitos e incapacidad para evacuar, o aquellos que se hayan sometido recientemente a cirugía gástrica eviten las verduras crudas y las frutas porque podrían no pasar a través de las estenosis y causar obstrucción del bolo. [1]

Ácidos grasos Omega 3

La ingestión de aceite de hígado de bacalao o aceite de pescado se hizo popular por primera vez en el siglo XIX en Inglaterra al considerarse una fuente de vitamina D para niños privados de sol. Los ácidos grasos Omega 3 se consideran ácidos grasos esenciales (EFA, por sus siglas en inglés) porque no se pueden producir en el cuerpo humano, aunque se encuentran en forma de EPA o ácido eicosapentaenoico y DHA o ácido docosapantaenoico en grandes cantidades de vida marina. En concreto, el ácido eicosapentaenoico o EPA tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir los brotes e inflamación que se observan en la enfermedad de Crohn. Los ácidos grasos Omega 3 actúan de dos maneras: reduciendo la producción de prostaglandinas inflamatorias (específicamente leucotrieno B4 y tromboxano A2), que se encuentran en un nivel elevado en la mucosa intestinal inflamada, o inhibiendo la síntesis de citocinas. Un estudio descubrió que tomar un suplemento de aceite de pescado con recubrimiento entérico que proporcione 2,7 g de ácidos grasos Omega 3 al día durante 12 meses puede reducir la tasa de recaída de la EC. [9] Los alimentos principales que contienen ácidos grasos Omega 3 con alto contenido de EPA son la linaza, las nueces, y mariscos como el salmón salvaje de Alaska, las sardinas, las anchoas, el charrán ártico o el bacalao.

Curcumina

La curcumina es un compuesto natural que se encuentra en la planta Curcuma Longa, y que normalmente se utiliza añadiendo una especia que se conoce como curcuma a los alimentos. No solo se ha descubierto que la curcumina tiene propiedades antioxidantes sino que además se ha demostrado que también tiene propiedades antiinflamatorias. [10] Actúa regulando negativamente la respuesta inflamatoria disminuyendo a su vez la actividad de mediadores inflamatorios como la ciclooxigenasa 2 (COX-2), lipoxigenasa y enzimas óxido nítrico sintasa, e inhibiendo la producción de citoquinas inflamatorias como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) e interleuquinas. [11] Debido al papel que tiene la inflamación en la mayoría de las enfermedades crónicas, se ha examinado el potencial que tiene la curcumina en las enfermedades inflamatorias neoplásicas, neurológicas, cardiovasculares, pulmonares, metabólicas y crónicas. [12]

Probiotics Probióticos

Como ya se comentó anteriormente, el cuerpo humano está colonizado por una gran cantidad de microbios en el tracto gastrointestinal que se conocen colectivamente como microbiota o microbioma. La microbiota es responsable del mantenimiento fisiológico de un estado de salud bueno debido a que se encarga de la regulación de los procesos metabólicos y de apoyar al sistema inmune. Los desequilibrios de la flora intestinal se conocen como disbiosis y pueden deberse a varias causas como, por ejemplo, el uso prolongado de antibióticos que posteriormente puede provocar enfermedades inflamatorias del intestino como la enfermedad de Crohn. [13] Los probióticos, por otro lado, son bacterias saludables y vivas que pueden reponer el microbioma intestinal. Proporcionar un soporte probiótico adecuado a los pacientes con EC puede ayudar a la remisión de la enfermedad e incluso reducir la necesidad de medicamentos. [1]

Glutamina

La L-glutamina es un aminoácido que se encuentra naturalmente en el cuerpo, principalmente en el músculo esquelético y los pulmones. Es responsable de una serie de funciones corporales entre las que se incluyen el mantenimiento del equilibrio ácido-base, el suministro de nitrógeno, la formación de nucleótidos y aminoácidos, la síntesis de proteínas y la producción de otros nutrientes en el cuerpo. [14] La administración de L-glutamina por vía intravenosa u oral tiene un efecto protector que evita o reduce la intensidad del aumento de la permeabilidad intestinal que se observa en el intestino permeable, que a menudo es una complicación de la EC. [15] Por otra parte, varios estudios han demostrado que la glutamina puede ser un componente dietético importante para el mantenimiento del metabolismo, la estructura y la función intestinal, particularmente cuando la barrera de la mucosa intestinal puede verse comprometida. [16]

Vitamina D

La vitamina D es una vitamina soluble en grasa que nuestros cuerpos pueden almacenar. La función principal de la vitamina D es regular la homeostasis del calcio y, por lo tanto, la formación y resorción óseas. También es un regulador importante del sistema inmunitario. [2] Los pacientes que padecen EII, como la enfermedad de Crohn, deben tomar suplementos que les aporten cantidades diarias de vitamina D-3 ya que es habitual que sufran algún tipo de deficiencia y, además, la mala absorción y/o terapia a largo plazo con corticosteroides puede provocar osteopenia y osteoporosis. [1] Además, la vitamina D influye en la inmunidad innata que se cree que tiene que ver con la patogénesis de EC y CU. [17] Una fuente importante de vitamina D es la producción que tiene lugar a través de una acción de fotólisis en la piel cuando esta resulta expuesta a los rayos ultravioletas del sol.


CONCLUSIÓN

La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal que se da con bastante frecuencia en América del Norte. Aunque se considera de origen autoinmune, se ha descubierto que hay una serie de factores causales que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad de Crohn. Por ello, identificar los factores causales modificables particulares que son únicos para un individuo concreto es esencial para poder prevenir la recaída y alterar el curso de la enfermedad. Los enfoques naturopáticos para tratar la enfermedad de Crohn comienzan con un diagnóstico adecuado, la evaluación de los factores de riesgo y la implementación de los cambios apropiados en la dieta y el estilo de vida. Otras modalidades como la medicina tradicional china (MTC) y la acupuntura, la medicina botánica y la homeopatía también pueden utilizarse como parte del protocolo de tratamiento de un paciente. Sin embargo, las intervenciones naturales antes mencionadas no son las únicas opciones para el tratamiento de la enfermedad de Crohn por lo que siempre es necesario consultar con un médico naturopático para determinar qué tratamiento es apropiado para usted./p>