Los hongos y la investigación sobre el cáncer

Los hongos son superalimentos que se han utilizado en preparaciones culinarias y medicinales durante miles de años. Están llenos de nutrientes que incluyen proteínas hechas de aminoácidos, fibras, carbohidratos, incluidos polisacáridos (β‑glucanos), vitaminas (B2, B3, folato / B9, B12, C, D2 y E) y minerales (K, P , Mg, Ca, Cu, Fe y Zn). También incluyen muchas sustancias bioactivas como compuestos fenólicos, glucósidos, alcaloides, aceites volátiles, terpenoides, flavonoides, lectinas, enzimas y ácidos orgánicos. ¹ Los hongos se están estudiando ampliamente y son más conocidos por sus propiedades antioxidantes, anticancerígenas, antidiabéticas, antialérgicas, inmunomoduladoras, protectoras cardiovasculares, mejoradoras del colesterol, antimicrobianas, desintoxicantes y hepatoprotectoras. ^{2, 3, 4, 5, 6}

Este artículo se centrará en el posible uso de los extractos de hongos en el cáncer y los efectos protectores y sinérgicos que los mismos pueden tener en los tratamientos de quimioterapia y radiación. Ten en cuenta que esta información es solo para fines informativos y no debe considerarse como un consejo o tratamiento médico, ni la información en este artículo debe sustituir el consejo o tratamiento médico.

El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial e implica una alta carga clínica, social y económica. Las características básicas generales de los tumores cancerosos son crecimiento autosuficiente, la evitación de las señales de inhibición del crecimiento, la evasión de la apoptosis, un potencial de replicarse ilimitadamente, la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) y la invasión de tejidos y metástasis. ⁷ Los tratamientos convencionales, como la quimioterapia, se asocian con toxicidad para las células y los tejidos normales, a menudo agotan el sistema inmunitario y tienen efectos secundarios indeseables. Un efecto perjudicial grave de la quimioterapia es la supresión de la médula ósea o mielosupresión, que provoca neutropenia y, a su vez, paraliza el tratamiento antes de que se puedan lograr los efectos terapéuticos completos.

Muchos hongos tienen una acción inmunoestimulante que puede proteger contra la mielosupresión de la quimioterapia, lo que podría permitir obtener mejores resultados. ⁸ Los hongos medicinales también pueden contrarrestar los efectos secundarios de la quimioterapia, como náuseas, malestar general, fatiga y anemia. Algunos resultados preliminares sugieren que los hongos administrados con medicamentos convencionales contra el cáncer pueden aumentar el efecto de estas terapias, lo que puede ser una consideración importante en los cánceres resistentes a la quimioterapia. ⁹

Los principios activos de los hongos respaldados por una mayor cantidad de estudios son los polisacáridos y los triterpenoides. Los polisacáridos, que incluyen los β-glucanos, han demostrado propiedades antitumorales, inmunomoduladoras y antioxidantes in vitro. ^10,11Los triterpenoides también son poderosos antioxidantes y han mostrado capacidades para inhibir la proliferación de células cancerosas y la metástasis in vitro.¹²

Los hongos ejercen sus efectos inmunomoduladores al afectar las vías de las citoquinas. Primero, hablemos un poco sobre los patrones de respuesta inmunitaria. El patrón TH1 produce citocinas como IFN-γ, IL-12 y TNF-α, que estimulan una respuesta inmunitaria para combatir las células cancerosas. IFN-γ mejora las células asesinas naturales y los macrófagos para destruir tumores y patógenos. Por el contrario, un patrón TH2, a menudo asociado con alergias y asma, secreta IL-4 que puede disminuir la producción de IFN-γ, inhibiendo así la respuesta inmunitaria al cáncer. ¹³

Muchos de los efectos secundarios de la quimioterapia y la radiación, como fatiga, ansiedad y malestar general, se pueden atribuir a aumentos en las citocinas proinflamatorias (IL‑1, IL‑6 y TNF‑α). En teoría y basado en la investigación in vitro sobre los efectos de los hongos en las respuestas inmunitarias, los hongos pueden promover el patrón inmunitario TH1 y disminuir la inflamación debido a la respuesta TH2, creando una respuesta inmunitaria positiva contra el cáncer. Los hongos, por lo tanto, pueden desempeñar un papel importante en la limitación de los efectos secundarios de los protocolos de tratamiento convencionales al disminuir la inflamación, y se requieren más pruebas en estudios en humanos que están en curso.

Reishi (Ganoderma lucidum)

Se ha demostrado en estudios preclínicos que el reishi, también conocido como el “rey de los hongos”, disminuye la viabilidad de las células cancerosas, induce la apoptosis e inhibe la proliferación celular. ¹⁴ Tomado en la dosis adecuada, el reishi no produce ninguna toxicidad importante ni efectos secundarios. ¹⁵ Con la capacidad de romper la pared de esporas de hongos, se están realizando investigaciones preclínicas para determinar sus efectos en las células del sistema inmunitario. ¹⁶ Las esporas son las células reproductivas de un hongo, que se expulsan de la cabeza del hongo cuando los cuerpos fructíferos están maduros. Al igual que los cuerpos fructíferos, las esporas contienen polisacáridos que estimulan el sistema inmunitario, así como triterpenoides que pueden inhibir la proliferación celular en el cáncer. En un estudio preclínico in vitro, los extractos que utilizan las esporas rotas de esporodermo (SBSGL, por sus siglas en inglés) y los cuerpos fructíferos de reishi muestran potencial como quimiosensibilizadores cuando se administran en combinación con taxanos. ¹⁷ La combinación de cisplatino con SBSGL parecía haber mejorado la disminución del volumen y el peso de los tumores. ¹⁸ Los triterpenoides extraídos del reishi incluyen ácidos ganodéricos. El ácido ganodérico D (GA-D, por sus siglas en inglés) extraído de SBSGL está altamente oxigenado y puede tener efectos potencialmente antitumorales al inducir la apoptosis. ¹⁹ El ácido ganodérico T (GA‑T, por sus siglas en inglés) ha demostrado la inhibición de la invasión tumoral, la adhesión celular y la metástasis en líneas celulares de cáncer de colon humano. ²⁰ Mecánicamente, los resultdos preliminares sugieren que el ácido ganodérico A (GA-A, por sus siglas en inglés) también puede ayudar a aumentar la cantidad de cisplatino dentro de las células tumorales, promoviendo la apoptosis.²¹ Se ha demostrado que otros ácidos ganodéricos (GA-Mf, GA-S, GA-Me) inducen la apoptosis en las células cancerosas a través de la disfunción mitocondrial. ²² En general, los triterpenoides y polisacáridos del reishi tienen el potencial de ser beneficiosos para la salud humana, según los amplios datos preclínicos que demuestran mecanismos que, con suerte, se estudiarán en la investigación clínica.

Cola de pavo (Trametes versicolor o Coriolus versicolor)

Los estudios que investigan la leucemia, el linfoma y los cánceres gástrico y pulmonar muestran que los extractos de hongos Trametes pueden inhibir notablemente las líneas de células cancerosas in vitro. ²³ Dos polisacáridos de proteoglicano que se encuentran en Trametes, la krestina (PSK, por sus siglas en inglés) y el péptido polisacárido (PSP, por sus siglas en inglés), se han investigado en estudios clínicos de cáncer de mama en humanos por sus actividades anticancerígenas e inmunomoduladoras. ²⁴ Usado en planes de tratamiento adyuvantes con quimioterapia, los grupos que recibieron PSK tuvieron mejores resultados, probablemente debido a su capacidad de inmunomodulación. ²⁵ También se demostró que PSK y trastuzumab (un fármaco que a menudo se administra en el cáncer de mama metastásico y, a veces, en el cáncer de estómago), cuando se usan por separado, inhiben el crecimiento tumoral a tasas similares. Administrados juntos, podrían reducir el crecimiento de tumores en un 96 %. ²⁶ El extracto de Trametes, PSK, también aumentó la eficacia del docetaxel (un fármaco utilizado para tratar el cáncer gástrico): PSK permitió el uso de una dosis más baja de docetaxel para producir el mismo nivel de apoptosis. ²⁷ En un estudio aleatorizado y controlado con pacientes con cáncer colorrectal, se evaluó la tasa de supervivencia a 5 años. ²⁸ Se administró PSK a 3 g / d durante dos años junto con la terapia convencional versus un control (presuntamente la terapia convencional sola). ^29,30 En comparación con el grupo de control, el grupo de PSK tuvo un aumento estadísticamente significativo (p = 0,038) en la tasa de supervivencia del 86,8 % en comparación con el 60 %. ³¹

En ratones con tumores que recibieron extractos de Trametes, se observó un efecto inmunitario notable con aumentos en los patrones positivos de citoquinas, específicamente de TNF-α; IFN-γ; e IL‑2, ‑6 y ‑12. ³² PSP, un β‑glucano de hongos Trametes, modificó adicionalmente el microbioma intestinal. ³³ Hay evidencia clínica que demuestra que los extractos de Trametes son un apoyo complementario en ciertos tipos de cáncer y, en general, mejoran la inmunidad.³⁴

Maitake (Grifola frondosa)

El hongo Grifola es rico en proteoglicanos, que tienen capacidades inmunoestimuladoras. Los estudios preclínicos han demostrado que la fracción MD de β-glucano extraída de Grifola ayudó a prevenir la mielosupresión y la nefrotoxicidad inducida por el cisplatino. Administrado a 8 mg / kg / d en un modelo de ratones tratados con cisplatino, los ratones no experimentaron una disminución de las células asesinas naturales, las células dendríticas o los macrófagos. ³⁵ Grifola también inhibió el carcinoma hepatocelular, reduciendo la proliferación, induciendo la detención del ciclo celular y promoviendo la apoptosis in vitro. ³⁶ En otro modelo de cáncer de mama en ratones, hubo una reducción en la migración e invasión de células tumorales mamarias, lo que resultó en un cáncer menos agresivo. ³⁷

Y otros más…

Otros hongos de interés incluyen Chaga (Inonotus obliquus), que muestra una fuerte actividad antioxidante probablemente debido a su alto contenido fenólico.

También demuestra una acción anticancerígena a través de la capacidad para evitar la proliferación, y la apoptosis en líneas celulares de cáncer colorrectal. ³⁸ La melena de león (Hericium erinaceus) puede inducir la actividad de las células asesinas naturales, la acción de los macrófagos y la inhibición de la angiogénesis contribuyendo a los efectos antitumorales e inmunomoduladores. ³⁹ Otro hongo beneficioso, el champiñón o portobello (Agaricus bisporus), es uno de los que se come comúnmente. Se demostró que un extracto de este hongo rico en β‑glucanos incrementa la eficacia de la doxorrubicina, al aumentar la cantidad de este fármaco en las células de cáncer de hígado y, por lo tanto, promover la apoptosis in vitro. ^40,41

La inmunomodulación es una consideración terapéutica importante y de amplio espectro en pacientes sometidos a tratamiento contra el cáncer. La ciencia está observando e investigando los compuestos terapéuticos de los hongos, incluidos los β-glucanos, y sus efectos de inmunomodulación. Además, los hongos son una gran fuente de prebióticos, que pueden modificar positivamente el microbioma. Un microbioma saludable también puede beneficiar el sistema inmunitario y ayudar a regular la inflamación, que puede ser la causa raíz de muchas enfermedades degenerativas, como el cáncer. ⁴² Los hongos contienen tantos componentes químicos y tienen el potencial de regular múltiples procesos simultáneamente. ⁴³

Gran parte de la investigación ha sido in vitro o en ratones; todos los estudios muestran efectos prometedores, pero se necesitan más ensayos clínicos en humanos. Muchos estudios se publicaron recientemente y muchos están en curso, por lo que será interesante ver la evolución y el potencial del uso de hongos en el futuro.