El síndrome premenstrual (SPM) Enfoques naturales y opciones de suplementos
Los síntomas premenstruales afectan hasta el 80% de las mujeres (1). Para muchas, estos síntomas son molestos, pero no necesariamente afectan su funcionamiento diario. Sin embargo, el síndrome premenstrual (SPM) afecta hasta el 20% de las mujeres (8). Este diagnóstico se define por el hecho de que una mujer experimente al menos un síntoma físico y un síntoma psiquiátrico cada mes en la segunda mitad de su ciclo (de 7 a 14 días antes de su período), que se alivian al inicio de la menstruación o poco después (7). Estos síntomas también interfieren de alguna manera con su funcionamiento diario (7). Un porcentaje menor de mujeres (más cercano al 1-5%) son diagnosticadas con una forma más severa de SPM, el trastorno disfórico premenstrual (TDPM), una condición en la que los síntomas del estado de ánimo son graves y predominantes (7).
Se ha informado que las mujeres que experimentan SPM regularmente faltan a sus trabajos con mayor frecuencia, tienen mayores gastos médicos y una calidad de vida más baja en general (7). Todavía no se comprenden bien las causas exactas y los problemas subyacentes que llevan a algunas mujeres a sufrir el síndrome premenstrual mientras que otras no lo padecen. Inicialmente, se supuso que los síntomas premenstruales debían ser el resultado de las hormonas sexuales femeninas. Tanto el estrógeno como la progesterona juegan un papel en la regulación de neurotransmisores como la dopamina, el GABA y la serotonina, que pueden afectar el estado de ánimo y la cognición, así como influir en la retención de líquidos en el cuerpo, lo que puede contribuir a los síntomas premenstruales comunes, como distensión, sensibilidad en los senos e hinchazón (7). Sin embargo, los estudios no han podido demostrar que las mujeres con SPM tienen niveles más bajos o más altos de estrógeno o progesterona en comparación con las mujeres que no sufren SPM. Esto ha permitido comprender que deben ser los cambios relativos en los niveles hormonales y la sensibilidad de algunas mujeres a estos cambios que ocurren antes de la menstruación, lo que contribuye al síndrome premenstrual (7). Además, los estudios han encontrado que algunas deficiencias de micronutrientes también están presentes en muchas mujeres con síndrome premenstrual, y tomar suplementos o aumentar la ingesta de dichos nutrientes en la dieta puede aliviar los síntomas (7).
Es importante que antes de diagnosticar a una mujer con SPM, se descarten otras afecciones, ya que muchas otras afecciones de salud subyacentes se agravan en el período premenstrual. Es esencial comprender que los síntomas de tipo SPM solo se producen en la fase lútea, y que no están presentes (hasta cierto punto) la mayor parte del mes, sino que empeoran significativamente en el período premenstrual (7). Cualquier otra afección de salud (por ejemplo, depresión, ansiedad, descontrol del azúcar en la sangre) debe abordarse y tratarse primero, antes de tratar el síndrome premenstrual por sí solo.
Los tratamientos convencionales para controlar el síndrome premenstrual incluyen los anticonceptivos orales, que suprimen la producción endógena de estrógenos y progesterona de las mujeres (reemplazándolos con formas sintéticas), así como los antidepresivos (principalmente los ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) (7). Ambas pueden ser opciones efectivas, sin embargo, muchas mujeres pueden experimentar efectos secundarios indeseables, no toleran bien estos medicamentos y pueden estar contraindicados en otras (5). También se ha estudiado la terapia cognitiva conductual (TCC) y se ha determinado que es una opción efectiva, aunque puede ser una tarea que requiere mucho tiempo para muchas. Alrededor del 80% de las mujeres que experimentan el síndrome premenstrual, buscarán tratamientos alternativos o complementarios (1). Existe una serie de opciones “naturales” supuestamente eficaces, desde nutrientes específicos hasta hierbas y acupuntura, que pueden ser útiles en muchos casos.
Calcio
El calcio es uno de los tratamientos alternativos mejor investigados y respaldados para el síndrome premenstrual (1). Las mujeres con síndrome premenstrual parecen tener niveles más bajos de calcio, y estos niveles también parecen fluctuar durante el ciclo menstrual, disminuyendo en la etapa premenstrual (1). Niveles más bajos de calcio se han asociado con síntomas comunes del síndrome premenstrual, como depresión e inquietud. Se ha demostrado repetidamente que el aumento de los niveles de calcio en las mujeres, ya sea a través de la dieta, suplementos o una combinación de ambos, disminuye la gravedad y la cantidad de síntomas de síndrome premenstrual que experimentan las mujeres (1) (11).
Vitamina D
Recientemente se han descubierto algunos de los roles que juega la vitamina D en la salud reproductiva femenina y la fertilidad (2). De manera similar al calcio, los niveles séricos de vitamina D también parecen fluctuar durante el ciclo menstrual, cayendo en la fase lútea, que es lo que inicialmente llevó a creer que los niveles más bajos pueden contribuir a los síntomas (1). En algunos estudios, también se ha demostrado que la suplementación con vitamina D alivia los síntomas del síndrome premenstrual. En un ensayo, se administró a adolescentes una dosis alta de vitamina D semanalmente (50 000 UI), durante nueve semanas, para evaluar su efecto sobre los síntomas del síndrome premenstrual y el dolor relacionado con el período (dismenorrea) (2). La prevalencia del síndrome premenstrual se redujo del 14 al cuatro por ciento en el grupo que tomó el suplemento de vitamina D, y también hubo una mejora en el dolor de espalda, la tendencia a llorar fácilmente y una disminución de la gravedad del dolor relacionado con el período (dismenorrea) (2).
Magnesio
También se ha demostrado que la suplementación con magnesio es efectiva para muchos síntomas del síndrome premenstrual, aunque la evidencia es más sólida para el calcio (11). Puede valer la pena considerar el magnesio en casos de migrañas durante la menstruación, o cuando predomina el bajo estado de ánimo y la retención de líquidos (11). También se ha investigado el magnesio utilizado en combinación con la vitamina B6. Un estudio que comparó magnesio solo, vitamina B6 sola, la combinación de ambos y placebo, descubrió que, durante un período de dos meses, la combinación de magnesio y vitamina B6 proporcionó la mayor y más significativa reducción en el SPM (6).
Vitamina B6
Hay una serie de estudios y artículos de revisión más grandes que examinan el uso de la vitamina B6, también conocida como piridoxina, en el síndrome premenstrual. Si bien muchos estudios son pequeños o de baja calidad, esta vitamina parece proporcionar un beneficio general. Una dosis diaria de 100 mg durante un período de tres meses en un ensayo redujo los síntomas del síndrome premenstrual en un grado significativamente mayor que el placebo y el medicamento recetado bromocriptina (que afecta los niveles hormonales). No se recomienda exceder la dosis diaria de 100 mg (ya que puede haber efectos secundarios neurológicos), y otros estudios han encontrado beneficios con el uso de una dosis más baja, de alrededor de 40-50 mg.
Curiosamente, otro estudio observacional siguió a mujeres durante varios años, evaluando su ingesta dietética de todas las vitaminas B y el riesgo de síndrome premenstrual. No encontraron correlación entre la ingesta de vitamina B6 y el riesgo de desarrollar SPM, pero sí encontraron que las mujeres que consumieron altos niveles de vitamina B1 (tiamina) y vitamina B2 (riboflavina) tuvieron una menor incidencia de SPM (después de controlar otros factores como la ingesta de calcio y vitamina D en la dieta) (5). Se sugirió que incluir dos o tres porciones de alimentos ricos en vitamina B1 (por ejemplo, cereales fortificados, legumbres, nueces, carnes rojas) al día, y una o dos porciones de alimentos ricos en vitamina B2 (por ejemplo, cereales fortificados, leche de vaca, leche de soya, espinacas, carne roja) cada día, proporcionaría los niveles de estas vitaminas B que parecen reducir el riesgo de síndrome premenstrual (5).
Aceite de onagra (EPO, por sus siglas en inglés)
Este es un suplemento común que se sugiere para tratar muchos problemas de salud de las mujeres. El EPO es rico en el ácido gamma-linoleico (GLA, por sus siglas en inglés) de los ácidos grasos omega-6 (9). Los estudios de investigación proporcionan algunos resultados mixtos cuando se trata de la efectividad del EPO para el SPM, pero la mayoría muestra un beneficio. Un estudio de 80 mujeres, usando 1,5 g al día durante tres meses, redujo significativamente la gravedad de los síntomas del síndrome premenstrual en comparación con el placebo (9). Otros estudios han mostrado un beneficio cuando se usan de seis a doce meses, y algunos cuando se usan junto con la vitamina E. El EPO puede ser específicamente más efectivo en los casos en que está presente la mastalgia cíclica (dolor o sensibilidad en los senos) (9). Una deficiencia en GLA puede hacer que el tejido mamario sea más sensible a las hormonas sexuales femeninas, lo que causa dolor y sensibilidad (9). En un estudio, se demostró que una dosis de 500 mg, administrada dos veces al día en el transcurso de tres meses, es igualmente efectiva para reducir el dolor en los senos en comparación con un medicamento recetado, Danazol (9). Hubo una tasa mucho más baja de efectos adversos molestos en las mujeres que recibieron EPO en comparación con las que recibieron Danazol (9).
Omega-3 (aceite de pescado)
Otros ácidos grasos (los ácidos grasos omega-3) del aceite de pescado también se han estudiado para usarlos en el síndrome premenstrual. Un gramo al día de aceite de pescado total fue capaz de reducir significativamente los síntomas físicos y mentales del síndrome premenstrual en un estudio, en comparación con el placebo (3). En otro estudio, las mujeres recibieron un suplemento de dos gramos por día de aceite de pescado. Después de un mes y medio, las mejoras fueron significativas en las calificaciones de ansiedad, depresión, falta de concentración y distensión premenstrual (10). Después de tres meses, se observaron mejoras adicionales en esos síntomas, junto con una reducción en el nerviosismo, los dolores de cabeza y la sensibilidad en los senos (10).
Vitex Agnus-castus / Sauzgatillo
Hay una serie de hierbas que se han estudiado para usarlas en el síndrome premenstrual y los síntomas específicos relacionados con la menstruación. Una que parece mostrar consistentemente algún beneficio para una amplia gama de síntomas del síndrome premenstrual, es el sauzgatillo (o Vitex agnus-castus). Una revisión sistemática concluyó que el Vitex es eficaz para reducir la frecuencia y la gravedad de muchos síntomas del síndrome premenstrual, cuando se usa durante dos o tres ciclos (4). Pareció ser más eficaz que la vitamina B6 en un caso, aunque no tanto como el antidepresivo fluoxetina (4).
Conclusión
Hay muchas opciones para tratar el síndrome premenstrual con suplementos naturales. Los cambios en el estilo de vida, como el manejo del estrés, el ejercicio regular y dejar de fumar, también pueden ser útiles, aunque la investigación es limitada (7). Algunos nutrientes parecen ser más efectivos para síntomas específicos, como el EPO para la sensibilidad de los senos, el magnesio para las migrañas y el omega-3 para tratar la ansiedad y la depresión premenstrual. Muchos de estos nutrientes y compuestos beneficiosos también se pueden obtener a través de la dieta: aumentar el consumo de vegetales de hoja verde, nueces y semillas puede proporcionar más calcio y magnesio, y aumentar el consumo de pescado y mariscos puede ayudar a obtener más ácidos grasos omega-3. Hacer algunos cambios simples en la dieta puede ser una forma muy simple y efectiva de comenzar para muchas mujeres. A partir de ahí, adoptar un enfoque individualizado para seleccionar otros suplementos, según los síntomas predominantes y las necesidades individuales, permitiría obtener los mejores resultados.
Referencias:
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