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Protégete del invierno de la manera natural - Combate el resfriado común

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Combate el resfriado común

by: Sarah Penney, ND






Winter-proof the Natural Way - Fighting The Common Cold



El hecho de que, durante años, la medicina ha luchado para superar lo que llamamos el "resfriado común" nos irrita porque apenas hemos alcanzado un leve éxito, en el mejor de los casos, pero sí que lo hemos intentado. Entra a una farmacia en cualquier época del año y encontrarás estantes llenos de nostálgicos jarabes sabor a cereza, pastillas para aliviar los síntomas y mantenerte despierto, otras te ayudarán a dormir, medicinas que a menudo un adulto con el resfriado común toma de forma rotatoria en un período de 24 horas hoy en día. Resfriado es el nombre que cariñosamente le hemos puesto a la incómoda serie de síntomas que se presentan con una infección del tracto respiratorio superior causada por una variedad de virus. Generalmente estas infecciones nos producen goteo nasal, congestión, dolor de garganta, tos y estornudos, o poca energía. A veces, se incluyen en esta lista los síntomas que en realidad deberían atribuirse al virus de la gripe que incluye fiebre, escalofríos, dolores musculares, náuseas o vómitos o cambios digestivos.

Los virus que causan el resfriado común generalmente se clasifican como rinovirus, una categoría de virus que tiene más de 100 subtipos. Otro subtipo llamado virus sincitial respiratorio es responsable de la mayoría de las infecciones en los niños. Otros tipos pueden causar síntomas parecidos a los del resfriado, aunque pueden ser más graves, pero la mayoría de las veces un resfriado común sigue este patrón: hasta cuatro días de empeoramiento, seguidos por uno o dos días de síntomas estables y luego otros cuatro días de mejoría. La mejoría considerable o sanación total generalmente se experimenta en 10 días. Una persona infectada es más contagiosa durante los primeros días de esta afección, transmitiéndola a otros a través de partículas de virus transportadas por el aire por estornudos o tos, o mediante la exposición directa de otras personas a secreciones infectadas a través de superficies compartidas o contacto físico. Estos virus pueden sobrevivir en superficies como manijas de las puertas o botones de los ascensores hasta por seis horas, mientras que la supervivencia en la ropa se limita a 45 minutos y en las manos sobreviven por 20 minutos. (1)

Por desesperados que estemos por encontrar soluciones cuando estos virus comienzan a afectarnos, la verdad es que las opciones efectivas a menudo son pocas y aisladas. La mayoría de las mezclas de medicamentos que se consiguen en las farmacias son, en el mejor de los casos, moderadamente efectivas para aliviar verdaderamente los síntomas, y ahora se sabe que muchas no son seguras para los niños. A continuación, encontrarás un desglose de las evidencias que respaldan algunas estrategias populares de prevención natural.


OREGANO OIL ACEITE DE ORÉGANO

Si alguna vez has probado una gota de esta rica sustancia aromática de sabor intenso (por decirlo de una forma agradable), debes estar ansioso por saber si valió la pena o no. Hay varios tipos diferentes de orégano que tienen distintas propiedades medicinales, probablemente dependiendo de la concentración de ingredientes activos en el aceite de cada planta. El aceite de orégano está hecho a base de una solución concentrada de los aceites esenciales que le dan a esta hierba sus conocidos gusto y aroma, que a su vez producen un gran sabor. Se ha utilizado tradicionalmente para tratar una amplia gama de problemas de salud a través de cápsulas, en el uso culinario, la aplicación tópica del aceite en sí, en diversas infecciones respiratorias, infecciones de la piel e infecciones estomacales. Actúa como un fuerte antimicrobiano in vitro (cuando se realizan los estudios en placas de Petri), pero puede ser selectivo con respecto a los virus específicos que es capaz de combatir. La acción antimicrobiana de este aceite se debe en gran parte a un compuesto llamado carvacrol. (2) Solo se han realizado algunos estudios en humanos que investigan el efecto del aceite de orégano en las infecciones del tracto respiratorio. La investigación sugiere que, si bien el aceite de orégano puede tener un efecto antimicrobiano cuando entra en contacto con el virus, no hay evidencia de que estimule la función del sistema inmune o ayude al cuerpo a combatir las infecciones. Por este motivo, el aceite de orégano puede ser mejor utilizado a través de la inhalación de vapor o la aplicación tópica durante la infección.


Vitamin C Vitamina C

Si has probado algo para tratar un resfriado de la forma natural, probablemente ha sido la vitamina C. Se ha promovido el uso de altas dosis de la vitamina del sol para el tratamiento de los resfriados desde la década de 1970, y se han realizado muchas investigaciones para determinar cuándo debería usarse y si funciona. ¡Algunos de los ensayos clínicos que se han publicado analizando todas las investigaciones disponibles han incluido a más de 11 000 participantes en sus resultados! Los estudios muestran que la vitamina C parece disminuir la gravedad y la duración de los resfriados en aproximadamente un 18% en los niños cuando la toman todos los días, pero solo disminuye la gravedad y la duración en un 8% en los adultos. Sin embargo, cuando los atletas de alto rendimiento (los que entrenan en maratones o hacen ejercicio en exceso) la toman todos los días puede disminuir la incidencia de resfriados hasta en un 50%. (3) La vitamina C es una vitamina soluble en agua, lo que significa que tu cuerpo solo absorberá lo que necesita y el resto lo excretará. Por esta razón, las dosis más altas de vitamina C pueden causar malestar digestivo (gases, deposiciones sueltas, calambres, náuseas). ¡Intenta dividir tu dosis diaria o tomarla con las comidas si sufres de estos problemas!

La ingesta diaria recomendada de Vitamina C es de 75 mg, y Health Canada sugiere que cualquier persona que fume o esté expuesta al humo ajeno tenga una suplementación adicional de 35 mg por día. Esto se debe a que fumar cigarrillos reduce la cantidad de vitamina C en el cuerpo (4). La dosis recomendada de vitamina C para ayudar a prevenir el resfriado común es de 1-2 g por día, disponible en forma de polvo o comprimidos a menudo llamado ácido ascórbico. Muchas compañías afirman que sus productos son superiores, pero no se ha demostrado que ninguna forma o producto de vitamina C se absorba mejor en el cuerpo en comparación con otro. A los que tienen antecedentes de cálculos renales se les recomienda limitar la ingesta de vitamina C suplementaria, ya que puede aumentar la excreción de oxitolato y ácido úrico en la orina, lo que podría aumentar el riesgo de futuros cálculos.


Garlic Ajo

Hace tiempo que se sabe que esta hierba tiene efectos antimicrobianos en estudios de laboratorio. Tradicionalmente se ha incluido en muchos remedios caseros para el resfriado y la gripe, y recientemente la ciencia ha identificado un ingrediente activo llamado alicina que es la base tanto de su efecto antimicrobiano como de su sabor picante. La alicina en realidad es producida por enzimas que se liberan varios minutos después de que se corta o tritura un diente de ajo. Desafortunadamente, la alicina se desactiva por el calor por lo que, si vas a intentar tratar o prevenir un resfriado con ajo, debes consumirlo crudo. Si deseas comerlo crudo y quieres suavizar el sabor, intenta agregar ajo picado a un aderezo de ensalada o hacer una infusión en aceite de oliva. Afortunadamente, también puedes encontrar el ajo en forma de cápsula, pero es importante asegurarte de que el producto que elijas indique un cierto nivel de alicina para que sea eficaz.

No se han realizado muchas investigaciones sobre el uso del ajo fresco para prevenir o tratar el resfriado común, aunque un ensayo sugirió que tomar un suplemento diario de ajo puede reducir las posibilidades de contraer un resfriado en aproximadamente dos tercios (5). Los posibles efectos secundarios de consumir ajo incluyen una erupción cutánea y el olor corporal. Un tipo más nuevo de ajo llamado 'ajo añejado' está llegando a los estantes de las tiendas naturistas, y la investigación sugiere que puede apoyar la función de los glóbulos blancos y así aumentar la respuesta inmune del cuerpo (6). Aunque los niveles de alicina son bajos en el ajo añejado, este proceso podría mejorar otras propiedades antioxidantes de estos suplementos que ayudan al cuerpo en la lucha contra las infecciones.


Chicken Soup Sopa de pollo

Bueno, resulta que mamá tenía razón, ¡la sopa de pollo realmente parece aliviar el resfriado común! Este viejo remedio ha sido puesto a prueba y pasó los exámenes con gran éxito. Parece que la sopa de pollo puede ayudar al cuerpo de varias maneras. El vapor y el calor pueden aflojar las secreciones y la mucosidad en los conductos nasales y las vías respiratorias y promover su movimiento para evitar que la infección progrese, y curiosamente se ha demostrado que es más eficaz que el agua caliente. (7) Esto puede deberse en parte a las especias aromáticas que contiene la receta tradicional de este plato. La sopa de pollo también parece atenuar la respuesta inmune a una infección viral por parte de los glóbulos blancos llamados neutrófilos. Estas células son responsables de gran parte de la inflamación y la incomodidad que resultan de una infección viral, y su inhibición disminuye los síntomas (8). Incluso se han evaluado diferentes sopas para comparar sus propiedades antigripales, y la receta casera y fresca gana casi siempre.

No importa cuál sea el remedio que elijas para tu resfriado, lo más importante que debes recordar es no usar antibióticos a menos que lo recomiende un médico. Los antibióticos son un tratamiento comúnmente solicitado por los pacientes cuando van a la consulta médica para hablar de los síntomas del resfriado, pero los antibióticos solo sirven para tratar las infecciones bacterianas y los resfriados son causados por virus. La prescripción y el uso excesivo de antibióticos están causando el desarrollo de resistencia a ciertas bacterias, lo que significa que ese medicamento en particular ya no se podría usar con éxito para tratar estas infecciones. Sin embargo, en casos raros los resfriados tienen el potencial de progresar a infecciones más graves como la neumonía. Si experimentas dificultad para respirar o dolor en el pecho, desmayos, dolor severo al tragar, fiebre prolongada, tos que dura de 10 a 14 días o cualquier otro síntoma que esté empeorando y que te preocupe, es importante que hables con tu médico para saber si necesitas un tratamiento adicional.