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Las Infecciones Pulmonares

Tanya Lee
HBSc, ND
https://www.tanyaleend.com
2 October 2014
Español

Prevención y Manejo de las Infecciones Pulmonares - Enfoques Naturistas
Escrito por: Tanya Lee, H.BSc., N.D.

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Health Centre of Milton
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Prevención y Manejo de las Infecciones Pulmonares - Enfoques Naturistas




Infecciones Respiratorias – Una Introducción

Una de las enfermedades más comunes y persistentes de las cuales muchos de nosotros nos contagiamos son las infecciones respiratorias, más frecuentemente la bronquitis aguda y la neumonía. No solo son perjudiciales y difíciles de lidiar en el momento, sino que también es común que, para algunos, persistan ciertos síntomas aún luego de semanas después de la infección. Se ha reportado que la tos asociada con estas infecciones puede durar hasta cuatro semanas luego de la infección inicial. La fiebre y la fatiga son síntomas comunes de todas las infecciones.

La bronquitis aguda es causada por la inflamación del árbol bronquial – los tubos que llevan el aire para inflar los pulmones. Cuando se infectan, las vías bronquiales se estrechan y se taponan con moco, dificultando así el paso del aire a los pulmones. La inflamación también causa espasmos en éstas vías aéreas, lo cual produce una tos continua y persistente que puede ser húmeda o seca. Los síntomas característicos de la bronquitis incluyen tos espasmódica y húmeda, la cual puede ser productiva o no productiva; sibilancias; y problemas para respirar profundamente. La bronquitis aguda es comúnmente causada por un virus y es raramente causada por bacterias.

La neumonía es un término que describe una condición respiratoria usualmente causada por una infección pulmonar. Existen varias causas de neumonía, la neumonía viral, como el virus de la gripe, siendo la causa más común de infección. La neumonía también puede ser causada por una bacteria, más frecuentemente el Streptococcus pneumoniae, el cual usualmente es subsecuente a una infección viral – este tipo de infección es llamada infección bacteriana secundaria. Los síntomas de la neumonía pueden ser similares a los de la bronquitis, quizás más severos, y pueden conllevar a una tos productiva con un esputo amarillento, verdoso o sanguinolento.[3]

Actualmente, el tratamiento típico prescrito para las enfermedades respiratorias son los antibióticos. Sin embargo, se ha encontrado que repetidas dosis de antibióticos están asociadas a infecciones recurrentes y a un sistema inmune debilitado, así como a enfermedades asociadas con otros tipos de microrganismos, como las infecciones fúngicas y el Clostridium difficile. Debido a la naturaleza viral de la bronquitis aguda, el uso de antibióticos como tratamiento es cuestionable, lo que plantea la pregunta de si los efectos positivos de esta medida preventiva superan los efectos negativos de los antibióticos sobre el sistema inmune. Es imperativo que busquemos medidas que fortalezcan el sistema inmune, para así reducir la severidad, duración e incidencia de las infecciones respiratorias, así como brindar prevención ante futuras infecciones. A pesar de la mejora las personas reportan que usan remedios naturales para disminuir la severidad y duración de sus enfermedades respiratorias, existe muy poca evidencia en la comunidad científica que confirme estos resultados positivos.


Probióticos y la Salud del Sistema Inmunológico Probióticos-y-la-Salud-del-Sistema-Inmunológico

Las paredes intestinales son la principal barrera e interacción entre el sistema inmune y el medio externo. Los intestinos alojan una gran porción de nuestro sistema inmune llamado el tejido linfoide asociado al intestino (GALT), un sistema que determina en gran manera la fuerza de nuestro sistema inmune. Los probióticos contribuyen con el sistema inmune al proveer una barrera protectora de bacterias “buenas” para competir con el crecimiento excesivo de las bacterias “malas”. Las razones por las cuales las bacterias “buenas” podrían estar en desbalance se asocian con factores relacionados con el estilo de vida como una dieta pobre. Sin embargo, el uso recurrente de antibióticos es una de las razones más frecuentes por las cuales nuestra flora probiótica se encuentra en un estado de desequilibrio o “disbiosis”. Muchas de las condiciones asociadas al desbalance del sistema inmune, como las alergias, eczemas, asma, y la artritis reumatoide, por nombrar algunas, se encuentran asociadas a la disbiosis. Los probióticos han sido ampliamente investigados por sus efectos positivos en la mejoría del sistema inmune, especialmente en estas condiciones, a través del fomento de la inmunoregulación – equilibrando los sistemas proinflamatorios y antiinflamatorios. Los efectos estabilizantes de los probióticos sobre el sistema inmune han sido demostrados en infecciones respiratorias agudas. Estudios han descubierto que la suplementación diaria de probióticos es un modo seguro de reducir la tos y la duración del tratamiento antibiótico en niños, así mismo se descubrió que reducían la severidad, magnitud y el número de las infecciones del tracto respiratorio en adultos saludables durante el invierno. La evidencia actual demostró que los probióticos no estaban relacionados con efectos secundarios negativos generalizados, o que producen síntomas gastrointestinales muy leves como flatulencias. La dosificación de los probióticos puede variar. La dosificación estándar de los probióticos con la cual se sienten cómodos los médicos naturistas oscila entre 5 a 200 billones de colonias, diariamente.


Plantas Específicas para la Tos Plantas Específicas para la Tos

Existe una serie de hierbas populares usadas para tratar las infecciones relacionadas con la neumonía y la bronquitis aguda. Algunas de las plantas más populares encontradas en las preparaciones botánicas de hoy en día incluyen la Echinacea spp., sello de oro y el sauco, todas usadas por sus propiedades antivirales y antimicrobianas. Al reducir la carga viral y bacteriana, estas hierbas pueden disminuir la duración y la severidad de los síntomas asociados con las infecciones, pero no tienen un efecto directo sobre la tos. Existe un gran número de plantas usadas tradicionalmente para aliviar la tos; este artículo describe solo algunas de ellas.


Fárfara Fárfara

La fárfara (Tussilagofarfara) es una planta perenne que forma parte de la familia Asteraceae. Las flores han sido usadas durante mucho tiempo en China por sus efectos favorables sobre el sistema respiratorio. Se encontró que poseían propiedades antimicrobianas, antiespasmódicas, antiinflamatorias y calmantes, por lo que son útiles para el tratamiento de la tos irritativa asociada a la bronquitis, el asma y la neumonía. También es usada tradicionalmente para tratar la tuberculosis respiratoria. Este uso típico de fárfara ha suscitado estudios preliminares en busca de propiedades bioquímicas que puedan explicar estos efectos positivos sobre las condiciones pulmonares. Un estudio in vitro realizado por Zhao et al. encontró que un gran número de componentes hallados en la fárfara exhibían propiedades antituberculosas, mientras que otro encontró que el contenido altamente elevado de flavonoides en la fárfara puede explicar sus propiedades antiinflamatorias de manera general. Se demostró un elevado contenido de zinc en las hojas, lo cual también podría contribuir a sus habilidades antiinflamatorias y pro-inmunológicas. Sin embargo, la fárfara contiene componentes llamados alcaloides pirrizólicos, que son conocidos por tener efectos dañinos sobre el hígado y por promover el cáncer. No se recomienda el uso de la fárfara por largos periodos de tiempo, y es altamente recomendado consultar a su médico familiar sobre esta hierba antes de usarla.


Tomillo

El tomillo (Thymusvulgaris) es una hierba culinaria que forma parte de la familia lamiaceae, cuyas hojas y flores han sido usadas tradicionalmente para tratar la tos espasmódica. Usualmente, las infusiones de tomillo endulzadas con miel eran dadas a aquellos con bronquitis, tos ferina, dolor de garganta y congestión. La razón de su efecto eficaz sobre la tos puede ser atribuida a sus propiedades antiespasmódicas y expectorantes. Una prueba doble ciego controlada con placebo determinó que un jarabe que contenía ramas de tomillo y hojas de hiedra redujo significativamente los ataques de tos en un 50% al segundo día de tratamiento en adultos con bronquitis aguda con al menos 10 ataques de tos al día. El principal componente activo del tomillo es el aceite volátil de timol, el cual ha sido elogiado por sus efectos antiespasmódicos en la tráquea, así como sus propiedades antimicrobianas contra un gran número de bacterias, incluyendo la Salmonella hyphimurium, Staphylococcus spp., siete cepas de bacterias Gram positivas y Gram negativas. Las propiedades antimicrobianas y antiespasmódicas podrían justificar al tomillo como una hierba de gran utilidad en la neumonía bacteriana. Se determinó que el tomillo no tiene contraindicaciones o interacciones con otras hierbas o fármacos. Los efectos secundarios del tomillo son raros, pero se ha vinculado con la dermatitis alérgica a través de pruebas de parches cutáneos, y al asma ocupacional por problemas de inhalación.[16]


Gordolobo Gordolobo

El Gordolobo (Verbascumthapsus) es una planta bienal proveniente de Europa y Asia. Es parte de la familia scrophulariaceae y sus vastas propiedades para tratar y curar el tracto respiratorio abrió su paso en Norte América como planta medicinal, usada comúnmente para la tos irritativa con congestión bronquial. Las hojas y las flores han sido tradicionalmente usadas para condiciones respiratorias, debido a sus efectos tonificantes sobre la membrana mucosa de la parte baja del tracto respiratorio. Las cualidades emolientes que calman la irritación del tracto respiratorio son atribuidas a su gran contenido de polisacáridos, mientras que los componentes de saponina estimulan la producción de fluidos, los cuales pueden colaborar con la expectoración del moco duro. También se han encontrado propiedades anticatarrales en el gordolobo, lo cual lo convierte en una excelente hierba para usar cuando persiste la tos productiva posterior a la infección. Los efectos antiinflamatorios son ejercidos mediante el glucósido iridoides, el cual permite sanar a las membranas mucosas. También se demostró que el gordolobo disminuye el dolor en el pecho y puede atenuar la tos espasmódica. Estas propiedades convierten al gordolobo más eficaz como tratamiento para la bronquitis asociada con dolor y tos seca, fuerte y espasmódica. El gordolobo también ha demostrado propiedades antivirales en estudios in vitro, sugiriendo que puede ser una hierba útil en condiciones respiratorias inducidas por virus. No se han reportado efectos secundarios o interacciones farmacológicas para esta planta, generalmente es considerada segura mientras se use bajo lo indicado.[13]


Discusión

Las infecciones agudas del tracto respiratorio son extremadamente comunes en nuestra sociedad. Usualmente causadas por una infección viral, lo cual es una condición autolimitada, estas infecciones pueden progresar a una condición bacteriana secundaria, o pueden conllevar a síntomas prolongados, como la tos persistente. Aunque los tratamientos típicos para estas condiciones involucran antibioticoterapia, esto puede producir resultados ineficaces, tales como una infección viral, o puede debilitar el sistema inmune, haciéndonos susceptibles a infecciones futuras o más severas. Es importante que usemos tratamientos que no solo hagan resistente a nuestro sistema inmune ante la infecciones, sino que puedan reducir la duración y la severidad de estas infecciones, como con la suplementación preventiva con probióticos. Existe una serie de plantas usadas tradicionalmente que obran a través de acciones antivirales y antibacterianas para combatir las infecciones, pero que también tienen propiedades útiles para aliviar la tos y calmar el tracto respiratorio, como la fárfara, el gordolobo y el tomillo. Existe una necesidad de más estudios para confirmar estos efectos; sin embargo, el uso tradicional de estas hierbas en conjunto con sus bajos niveles de toxicidad y efectos secundarios, las convierte en excelentes opciones complementarias para ayudar a aliviar los síntomas asociados con las infecciones respiratorias agudas.