La meditación y la oración Cómo pueden ayudarte a vivir más tiempo
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En un mundo en constante evolución y modernización, a menudo pasamos por alto algunas de las cosas más simples. Muchas culturas giran en torno a ciertos alimentos y valores religiosos que enseñan una forma de vida. En estas culturas, practicar estos valores religiosos crea un sentido de comunidad que une al grupo y afianza aún más la cultura. Pero a medida que las familias se mudan a nuevas ciudades y países, aferrarse a esa crianza cultural que incluye la religión, se vuelve cada vez más difícil.
La ansiedad, la preocupación y el estrés existen en todas las culturas y continentes. Nadie es inmune. Sin embargo, en América del Norte, la percepción del estrés parece ser más obvia y nuestros estilos de vida ocupados nos dan menos tiempo para dedicarlos a la comunidad y la cultura. Sin embargo, aquellos con una crianza religiosa sólida recurren a la oración como apoyo para sobrellevar el estrés. ¿Recurrir a la oración ayuda a moderar la respuesta del cuerpo frente al estrés? Si es así, ¿eso significa que las personas que rezan regularmente tienen un menor riesgo de sufrir enfermedades crónicas, envejecimiento prematuro y otras enfermedades relacionadas con el estrés?
La respuesta al estrés
El cortisol es la hormona del estrés segregada por las glándulas suprarrenales en el cuerpo humano. Normalmente aumenta a primera hora de la mañana para proporcionar suficiente energía para comenzar el día. Después de esto, el cortisol normalmente debería reducirse de manera constante, hasta el anochecer cuando el cortisol debería estar en un nivel bajo. En este momento, la melatonina comienza a aumentar y nos sentimos lo suficientemente cansados como para dormir. La melatonina y el cortisol funcionan en direcciones opuestas. Cuando uno está alto, el otro debe estar bajo. Si no podemos manejar bien nuestro estrés o trabajamos hasta altas horas de la noche, los niveles de cortisol permanecen altos mucho más tiempo del que deberían. Esto significa que tienes menos tiempo para que tu melatonina aumente gradualmente y tu calidad del sueño se verá muy afectada.
El cortisol tiene efectos en casi todos los aspectos de la fisiología humana. Desequilibra el azúcar en la sangre, aumenta el riesgo de resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, y provoca un aumento de peso en la parte abdominal, difícil de perder. El cortisol agota nuestra energía, nos hace antojarnos de alimentos poco saludables a altas horas de la noche y debilita nuestro sistema inmune. Los efectos a largo plazo del cortisol alto incluyen presión arterial alta, enfermedad cardiovascular y depresión. Estas tres enfermedades crónicas representan un gran porcentaje de nuestros gastos médicos en Canadá, y rara vez se asocia al estrés como su causa.
Los altos niveles de cortisol afectan nuestra capacidad de hacer conexiones dentro del cerebro. Pone a nuestros sistemas nerviosos en un estado constante de “lucha o huida”, lo que acelera nuestro procesamiento mental, pero no nos permite concentrarnos en nada en particular. En un estudio publicado en noviembre de 2018, una evaluación de adultos de mediana edad con resonancia magnética cerebral mostró cambios microestructurales en los cerebros de las personas con cortisol alto. Estos individuos informaron que su memoria y percepción visual empeoraron con un nivel más alto de cortisol y esto fue especialmente evidente en las mujeres (1).
Una breve historia de la oración y la meditación
Las prácticas espirituales varían en todo el mundo y esto hace que sean muy difícil de medir objetivamente. La oración ha evolucionado con el tiempo en ciertas áreas, y se ha mantenido exactamente igual en otras. La meditación es una forma de oración en ciertas culturas y ha sido ampliamente adoptada en otras como una actividad no religiosa. Es importante definir qué son “oración” y “meditación”, ya que las prácticas religiosas pueden ser diferentes. A efectos del presente artículo, la oración y la meditación implican silencio y quietud.
El estudio de la religión y el cerebro
Científicos e investigadores se han interesado durante años en lo que la oración hace exactamente en el cuerpo humano y el cerebro. Neuroteología es el término utilizado para describir el estudio científico de las creencias religiosas y espirituales, y sus efectos sobre el sistema nervioso. Básicamente es la conexión entre la religión y el cerebro. Es una combinación de psicología, antropología, neurología, teología y neurociencia cognitiva. Los neuroteólogos han adaptado sus técnicas para evaluar a personas de diferentes prácticas religiosas.
El Dr. Andrew Newberg ha estado estudiando la neuroteología durante más de 20 años, realizando escáneres cerebrales mientras sus pacientes meditan o rezan. Él ha encontrado que la actividad en el cerebro cambia cuando se concentra en lo mismo una y otra vez. Hay una mayor actividad de los lóbulos frontales del cerebro, que son en gran parte responsables de la atención, el comportamiento y la expresión del lenguaje. Ha descubierto que la meditación puede mejorar la memoria y la concentración. Las personas que meditan y oran han informado tener disminuciones en la ansiedad, la depresión y el estrés (2).
En otro estudio sobre jóvenes mormones en Utah, una resonancia magnética funcional mostró la activación de los mismos circuitos cerebrales de procesamiento de recompensas que la actividad sexual, las apuestas y el consumo de drogas (2). Este estudio se basó en otro estudio, que encontró niveles elevados de serotonina, la hormona de la felicidad, y endorfinas, durante la oración. Los participantes experimentaron esto como un sentimiento de paz, calidez y seguridad.
Los efectos de la oración y la salud mental
A diferencia de los estudios sobre el cerebro, los estudios sobre el estado de ánimo y la salud mental son mucho más subjetivos. Numerosos estudios han demostrado que la oración es un factor clave para mejorar los puntajes en las escalas de ansiedad y depresión. De hecho, los efectos de la oración han sido tan beneficiosos para la salud mental, que los investigadores han sugerido incluir la práctica religiosa en la atención psiquiátrica. La existencia de la fe religiosa y la práctica se asocia con un significado en la vida, mayor esperanza, autoestima y optimismo. El desafío cuando se trata de la atención psiquiátrica es que los mayores beneficios para la salud mental se ven en aquellos que tienen un compromiso religioso más fuerte.
En un estudio de 330 adultos cristianos durante la oración, los efectos de la oración en la salud mental y física se correlacionaron con el nivel de compromiso religioso. Aquellos con una conexión espiritual más fuerte tenían más probabilidades de experimentar una reducción en la ansiedad y la depresión (3).
De 70 estudios de cohortes, 39 mostraron que una mayor conexión religiosa o espiritual estaba relacionada con niveles más bajos de depresión. Es importante señalar que siete de estos estudios mostraron un empeoramiento de los síntomas de depresión. Los investigadores encontraron que estos individuos tenían una relación negativa con la religión, que incluía sentimientos de culpa y decepción sobre un ser superior (4). La mayoría de los estudios realizados sobre religión en salud mental en este momento se han centrado en el cristianismo y las prácticas cristianas. Será interesante observar cómo estos resultados pueden variar si se tienen en cuenta otras religiones.
Los efectos de la oración en la respuesta al estrés
Como se mencionó anteriormente, altos niveles de estrés y cortisol son problemas muy reales dentro de nuestra sociedad norteamericana. La oración y la meditación son herramientas efectivas para reducir la cantidad de cortisol en el torrente sanguíneo.
Se evaluaron los niveles de cortisol en sangre a un grupo de estudiantes de medicina antes y después de que participaran en un programa de meditación de atención plena de cuatro días. Las puntuaciones subjetivas de estrés disminuyeron, así como las mediciones objetivas de cortisol sérico. Este estudio concluyó que la meditación de atención plena “puede disminuir los riesgos de enfermedades que surgen del estrés, como el trastorno psiquiátrico, la úlcera péptica y la migraña” (5).
Cuando el cortisol baja, el sistema nervioso se calma y disminuye la respuesta de lucha o huida. Cuando el procesamiento rápido del pensamiento se ralentiza, otros síntomas de ansiedad disminuyen en cuestión de minutos. A nivel físico, la frecuencia cardíaca vuelve al rango normal, la presión arterial disminuye y la respiración se vuelve más profunda y lenta.
Debido a que el cortisol crea inflamación en el cerebro, este ambiente tóxico es un caldo de cultivo perfecto para empeorar la ansiedad. En el cuerpo, la inflamación puede aparecer en las articulaciones en forma de artritis, en la piel en forma de eccema y en el tracto digestivo en forma de indigestión. La inflamación se puede medir a través de niveles elevados de las moléculas de señalización IL-6 y TNF-a. En cualquier situación de estrés, incluidos exámenes, presentaciones o enfermedades crónicas, los niveles de células inflamatorias aumentan en el cuerpo. Si la meditación tiene el potencial de reducir la inflamación en el cerebro y la ansiedad, también existe la posibilidad de que mejore los síntomas de inflamación en el resto del cuerpo. Los estudios actualizados han informado mejoras en los niveles de estrés que reportan los mismos pacientes después de la meditación. Sin embargo, no hay datos objetivos que sugieran que la meditación disminuye estos marcadores inflamatorios en el cuerpo.
La oración como una herramienta efectiva
La oración y la meditación han existido durante siglos y han sido el pilar de eventos culturales y comunitarios. La meditación de atención plena ha ganado popularidad en los centros de trabajo debido a su eficacia para reducir el estrés que reportan los trabajadores y aumentar la productividad laboral. A nivel científico, la oración y las prácticas religiosas aumentan la actividad de ciertas partes del cerebro, específicamente la corteza prefrontal. La oración tiene la capacidad de aumentar las endorfinas, lo que nos da una sensación positiva de bienestar. Desde un punto de vista religioso, se ha demostrado que la oración reduce los puntajes en las escalas de ansiedad y depresión, pero el mayor beneficio se encontró en aquellos que tenían un compromiso religioso más fuerte.
La neuroteología es un tema fascinante de investigación, aunque probablemente nunca proporcione una respuesta clara. ¿Podría atribuirse el éxito de la oración al silencio y la quietud? ¿O es la creencia en un ser superior lo que hace que la oración sea efectiva? Como las prácticas religiosas en todo el mundo son tan diferentes, aún quedan muchas preguntas.
Referencias:
1. Echouffo-Tcheugui, J. et al. (2018) Circulating Cortisol and cognitive and structural brain measures. The Framingham Heart Study. American Academy of Neurology. Retrieved from: https://n.neurology.org/content/91/21/e1961
2. Blumberg, Lynne. (2014) What happens to the brain during spiritual experiences? The Atlantic. Health. Retrieved from: https://www.theatlantic.com/health/archive/2014/06/what-happens-to-brains-during-spiritual-experiences/361882/
3. Jeppsen, B. (2015) Closeness and control: Exploring the relationship between prayer and mental health. https://doi.org/10.1002/cvj.12012
4. Dein, Simon. (2018). Against the stream: religion and mental health – the case for the inclusion of religion and spirituality into psychiatric care. BJPsych Bull. 2018 Jun; 42(3): 127–129.doi: 10.1192/bjb.2017.13
5. Turakitwanakan, W et al. (2013). Effects of mindfulness meditation on serum cortisol in medical students. J Med Assoc Thai. 2013 Jan;96 Suppl 1:S90-5.
