La importancia de optimizar la digestión - Estrategias de tratamientos naturales

El sistema gastrointestinal (digestivo) es complejo. El proceso de digestión sigue pasos secuenciales y debe funcionar adecuadamente para que el cuerpo obtenga los nutrientes que necesita para una salud óptima. La digestión comienza en la boca: las enzimas salivales ayudan a degradar los alimentos y ayudan a los dientes con la descomposición mecánica. El bolo alimenticio luego pasa por un tubo muscular llamado esófago, que transporta los alimentos desde la cavidad oral hasta el estómago. Allí, varias enzimas y secreciones como el ácido clorhídrico descomponen aún más las partículas de alimentos. ⁽¹⁾ Tan pronto como la comida sale del estómago ingresa al intestino delgado. La mayor parte de la absorción de nutrientes tiene lugar en el intestino delgado, mientras que los desechos se forman y almacenan en el intestino grueso. El páncreas también juega un papel importante en la secreción de jugos y enzimas digestivos en el intestino delgado para ayudar a descomponer los alimentos en moléculas más pequeñas que pueden ser absorbidas. El sistema digestivo no solo es responsable de la digestión y absorción de los nutrientes de los alimentos, sino que hay muchos otros beneficios para la salud que se observan cuando se tiene un sistema digestivo saludable y funcional.

¿Sabías que aproximadamente el 70% del sistema inmune se encuentra en el intestino? La importancia del sistema gastrointestinal se confirma por la gran cantidad de células inmunitarias que residen dentro de él. El tejido linfoide asociado al intestino (GALT, por sus siglas en inglés) es la parte prominente del tejido linfoide asociado a la mucosa (MALT, por sus siglas en inglés) y representa casi el 70% de todo el sistema inmunitario; en la lámina propia están alrededor del 80% de todas las células plasmáticas responsables de la producción de anticuerpos IgA. Por lo tanto, el sistema gastrointestinal juega un papel central en la homeostasis del sistema inmune ⁽²⁾. Por tal motivo, es importante que el intestino sea sano y funcional para tener capacidad de defensa de los invasores.

Paralelamente, el sistema digestivo produce aproximadamente el 95% de la serotonina del cuerpo. La serotonina está involucrada en la regulación del estado de ánimo. ⁽³⁾ Las personas que tienen una digestión deficiente también pueden quejarse de irritabilidad o exhibir signos y síntomas de ansiedad o depresión.

Múltiples factores contribuyen a la mala salud digestiva. Los médicos deben considerar la salud física, pero también posibles causas mentales o emocionales.

La dieta deficiente: los hábitos alimenticios poco saludables pueden contribuir a los síntomas de gases, hinchazón, molestias/dolores abdominales y cambios en la frecuencia y/o consistencia de las deposiciones. Una dieta no saludable también contribuye significativamente a una variedad de condiciones de salud que vemos hoy en día, que incluyen, entre otras, la diabetes, el síndrome metabólico y la hipertensión. Los alimentos procesados y refinados contribuyen a los procesos inflamatorios dentro del cuerpo. Lo que introducimos en nuestros cuerpos es importante: los alimentos pueden afectar el estado de ánimo y la salud inmunológica.

El estrés: el estado de nuestra salud emocional y mental influye poderosamente en la función y la flora del intestino: la conexión mente-cuerpo es importante. La relación entre el estrés ambiental o psicológico y el malestar gastrointestinal es compleja y bidireccional: el estrés puede desencadenar y empeorar el dolor gastrointestinal y otros síntomas, y viceversa. ⁽⁴⁾ El sistema digestivo tiene un sistema nervioso entérico que controla la peristalsis; la peristalsis es el movimiento de materiales a través del colon. Bajo estrés constante, la sangre se desvía del tracto digestivo; como resultado, no digerimos la comida y no asimilamos los nutrientes adecuadamente. La falta de flujo sanguíneo afecta la motilidad intestinal, las secreciones gástricas y la permeabilidad de la mucosa. A menudo reconocemos la conexión entre la mente y el instinto como un “presentimiento” que varía desde la presentación de las mariposas en el estómago hasta las náuseas provocadas por la ansiedad

El uso de medicamentos/antibióticos: algunos medicamentos recetados y de venta libre tienen un impacto negativo en la población de bacterias beneficiosas en el intestino. El tracto intestinal tiene una relación relativa de bacterias buenas y “malas”: los medicamentos (como los antibióticos) pueden eliminar la población de bacterias buenas. Esto conduce a una población predominante de bacterias “malas” que aumenta el riesgo de infección, acumulación de toxinas, inflamación y alergias. La flora bacteriana se ve alterada por los antibióticos, las infecciones, la quimioterapia y la radiación. Esta interrupción tiene profundos efectos sobre la barrera protectora y da como resultado un crecimiento excesivo de patógenos y la invasión de toxinas. ⁽⁵⁾

El ácido estomacal bajo: la producción de ácido clorhídrico tiende a disminuir con la edad. El ácido clorhídrico es importante para que la digestión se produzca en el estómago. Los niveles insuficientes de ácido estomacal pueden contribuir a los síntomas asociados con el malestar digestivo, como la hinchazón, los gases, la indigestión, los eructos o flatulencia, así como una sensación de llenura después de comer, el acné y la rosácea. ⁽⁶⁾

La hiperpermeabilidad intestinal: cuando se rompe la barrera epitelial del intestino, las partículas de alimentos y otras sustancias “se filtran” y entran al torrente sanguíneo, lo que provoca respuestas inmunes y posiblemente contribuye al desarrollo de enfermedades autoinmunes. Cuando alguien presenta una enfermedad autoinmune, es importante evaluar su salud digestiva. Muchos factores, como las infecciones gastrointestinales y el estrés, parecen aumentar la permeabilidad intestinal ⁽⁷⁾. Los síntomas de hiperpermeabilidad intestinal incluyen: dolor abdominal, dolores en las articulaciones, dificultad para pensar, gases, indigestión, cambios de humor, afecciones de la piel y cambios en la frecuencia/consistencia de las deposiciones intestinales. ⁽⁶⁾

Las intolerancias/alergias alimentarias: son muy individualizadas y varían de una persona a otra. Estos alimentos causan inflamación en el revestimiento intestinal y comprometen la integridad de la mucosa. Las alergias alimentarias son generalmente más graves e implican respuestas de anticuerpos mediadas por la IgE. Por otro lado, las intolerancias alimentarias son mediadas por la IgG y causan síntomas tardíos. ⁽⁷⁾ Habla con tu médico naturopático sobre las formas en que puede evaluar tu sensibilidad a los alimentos y cómo puedes sanar el tracto intestinal. Los signos y síntomas de las intolerancias alimentarias incluyen, entre otros: cambios/irregularidades intestinales, afecciones de la piel (por ejemplo, eczema), dolores de cabeza/migrañas, fatiga, irritabilidad, dificultad para pensar y dolores en las articulaciones.

Los probióticos/alimentos fermentados: reponen la población de bacterias beneficiosas en el sistema digestivo, proporcionando una defensa óptima contra patógenos/toxinas que contribuyen a la inflamación y la infección. La gran mayoría del sistema inmune se encuentra en el intestino; y las bacterias beneficiosas son cruciales para la función inmune apropiada. Existen muchas cepas diferentes de probióticos y la investigación sugiere que cada variedad única viene con su propio conjunto de beneficios de salud exclusivos. Los alimentos fermentados también contienen probióticos, estos alimentos incluyen: el yogurt, el chucrut, el tempeh, el té de kombucha, el kéfir y la sopa de miso. Habla con tu médico naturopático para determinar qué probiótico es el más indicado para tu caso.

La dieta oligoantigénica/antiinflamatoria: consume alimentos ricos en nutrientes como frutas y verduras; granos enteros sin gluten; carnes magras sin hormonas y evita los azúcares refinados y carbohidratos simples (pan blanco, arroz blanco, productos horneados ...). Esta dieta incluye alimentos que son naturalmente hipoalergénicos. Elimina las reacciones adversas a los alimentos y permite que el tracto intestinal se recupere. Habla con tu médico naturopático para obtener más información y descubrir formas en que puedes implementar esta dieta dentro de tu estilo de vida.

Los omega-3: los ácidos grasos omega-3 son conocidos por disminuir la inflamación en el intestino; también suprimen la producción de citoquinas proinflamatorias. Las citoquinas son mensajeros químicos que coordinan todo el sistema inmune. Se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 retrasan la aparición y la progresión de las enfermedades autoinmunes regulando positivamente las vías antioxidantes protectoras. ⁽⁷⁾

La glutamina: reduce los mediadores inflamatorios en el sistema gastrointestinal mediante la estimulación de la respuesta de estrés protector en las células intestinales. La glutamina también ayuda a aumentar la integridad de las uniones estrechas en el intestino delgado; aumenta el grosor de la mucosa, disminuye la permeabilidad y la adherencia y la translocación bacteriana. ⁽⁶⁾

El estreñimiento – movimientos intestinales poco frecuentes como resultado de una motilidad intestinal lenta. Cuando las heces se mueven lentamente, se absorbe más agua de las heces y esto hace que se sequen y endurezcan. Las personas a menudo sentirán dolor en el recto durante las deposiciones y dolores abdominales y/o hinchazón a medida que aumenta la cantidad de heces.

La diarrea – heces frecuentes y sueltas como resultado del aumento de la motilidad intestinal. Las personas pueden sentir un impulso de defecar, así como dolores/calambres abdominales a medida que aumenta la presión interna. Los nutrientes no se absorben adecuadamente cuando se aumenta el tiempo de tránsito, y esto puede dar como resultado la malabsorción. La malabsorción durante un período de tiempo puede provocar pérdida de peso y fatiga. Es posible sufrir de deshidratación después de experimentar episodios de diarrea.

La dispepsia – un término genérico que abarca un subconjunto de síntomas. Estos síntomas incluyen la acidez estomacal, la hinchazón abdominal, las náuseas, la saciedad precoz y/o el exceso de eructos. (1)

El sistema digestivo es complejo. Si alguno de los órganos implicados se ve comprometido, la digestión se deteriora. El sistema gastrointestinal hace más que solo digerir los alimentos; está involucrado en el estado de ánimo y la salud inmunológica. Hay maneras de ser proactivo cuando se trata de la salud del sistema digestivo: una dieta adecuada, la reducción del estrés, evitar el uso de medicamentos (si es posible) y la administración de suplementos, todos elementos que impactan la salud y la función del sistema digestivo.