El lado “más oscuro” de ti mismo - La importancia de expresar emociones negativas para tu salud física óptima

Cuando estamos enfermos, se espera que nos sintamos tristes o deprimidos debido a nuestra condición física. Lo contrario también ha resultado ser cierto; los sentimientos de tristeza, pérdida, depresión y agobio pueden ser factores que contribuyen a condiciones físicas como el síndrome del intestino irritable, las enfermedades cardiovasculares (ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares) y el dolor físico crónico.

Las emociones son una parte esencial de nuestras interacciones sociales como seres humanos; las emociones positivas como el amor están respaldadas por la oxitocina que ayuda a las madres a vincularse con sus hijos y las mujeres (más intensamente) a sus parejas románticas, la hormona vasopresina apoya la comunicación social y la conexión, y el neurotransmisor serotonina, vinculado con los sentimientos de alegría y paz. Las emociones negativas están igualmente involucradas en la conexión social; la ira con respecto a los límites, el miedo con respecto a la seguridad.

Físicamente, estos estados emocionales afectan nuestra salud física a largo plazo; se sabe que el agradecimiento, la alegría y la admiración reducen la amígdala, la región del cerebro asociada con el miedo, y tienen la capacidad de disminuir los marcadores inflamatorios como la IL-6 que se presenta con frecuencia en enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis, enfermedades cardiovasculares y condiciones autoinmunes. Tener períodos más prolongados de estados emocionales negativos intensos, como la depresión o la ansiedad, puede causar enfermedades cardiometabólicas y ataques cardíacos, dolor crónico y otras, al aumentar los marcadores inflamatorios antes mencionados, la IL-6, el TNF-alfa, el cortisol y la adrenalina.

No es realista suponer que nunca podemos experimentar emociones negativas, porque las mismas nos protegen contra eventos verdaderamente estresantes como encontrarnos con un oso en nuestra carpa o una crisis como escapar de un edificio en llamas. Necesitamos el miedo, la adrenalina y el cortisol como apoyo en esas situaciones.

Sin embargo, a diario, el manejo de las emociones es importante. Nuestra corteza frontal puede usar el miedo extremo y la ira en situaciones fuera de contexto, como en el automóvil, en la oficina y en la crianza de los hijos como ejemplos; áreas donde muchos informan sentirse abrumados, frustrados y fuera de control. La terapia conductual cognitiva ha tenido un gran éxito en la reformulación de patrones de pensamiento negativos, pensamientos catastróficos y ciclos negativos. Sin embargo, si existe una emocionalidad extrema, aprender a sobrellevar la intensidad de la emoción negativa es un desafío, especialmente para recordar eventos traumáticos. Aquellos que se recuperan del trauma pueden revivir escenas retrospectivas durante muchos años después del evento inicial debido a la naturaleza compleja en que el cerebro almacena los recuerdos y, como resultado, la necesidad de control emocional y apoyo aumenta.

Actualmente, la regulación emocional se logra de manera más individual con una combinación de estrategias de afrontamiento; replanteamiento de patrones de pensamiento negativo a través de la psicología y la psicoterapia, respiración profunda, conciencia y meditación conscientes, autodisciplina positiva, terapia de aromas o aromaterapia, actividad física (correr, hacer yoga, caminar), terapia de la naturaleza y uso de suplementos y antidepresivos. Dentro de estas estrategias, la efectividad de cada una es bastante individual. Tener una estrategia para afrontar una emoción intensa antes de que surja un evento estresante (o un evento desencadenante) permite un autocontrol y soberanía individual más positivos, reduciendo la intensidad de las emociones incómodas con mayor rapidez o tal vez la percepción de cuán intensas son realmente esas emociones para la experiencia de la persona.

Pero, ¿qué sucede si estos estados emocionales intensos alertan al sistema de los problemas y no queremos eliminar ese conocimiento en absoluto? El compañero de trabajo que es un dramático narcisista que está afectando tu relación con tu jefe, o un cónyuge que oculta gastos financieros que está creando tensión dentro del matrimonio, pero también amenaza la seguridad de la familia. Las emociones sobre estas situaciones o eventos se pueden sentir antes de que la persona pueda articular verbalmente o recomponerse, pero con sentimientos más generales de inquietud y ansiedad. Explorar cuidadosamente dentro del entorno social sería importante para las cosas que necesitan ser reveladas. Se pueden justificar las señales de ansiedad, así como la ira como autoprotección. Las estrategias de afrontamiento son valiosas para los estados emocionales intensos en general, sin embargo, podríamos estar olvidando por qué las emociones están presentes en primer lugar; para mantenernos seguros socialmente, para protegernos de cualquier daño (de todas las maneras) y para permitirnos tener éxito en nuestro entorno. No todos los factores estresantes, incluso los emocionales, son negativos, incluso si percibimos que lo son. La supresión emocional puede llevar a menos apoyo, más aislamiento social y más resultados negativos que sentir realmente la incomodidad de la pena, la rabia y el miedo. ⁽¹¹⁾

Por lo tanto, las emociones negativas pueden verse como una dirección para explorar más en vez de tener miedo de su intensidad. ¿Cuál es su mensaje? ¿Acerca de qué están alertando las emociones? No se aprovecha el potencial de las emociones para curar y concientizar, y tal vez nuestro temor a las emociones deba transformarse en admiración y aprecio.