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Las lesiones cerebrales traumáticas leves y las conmociones cerebrales

Español

 

Introducción

 

Las lesiones cerebrales traumáticas leves (mTBI, por sus siglas en inglés) y el síndrome de post conmoción cerebral se están convirtiendo en un problema de salud pública. Aunque se denomina “leve”, sus efectos pueden ser debilitantes y graves en algunos casos. Los síntomas del síndrome de post conmoción cerebral van desde dolores de cabeza, dificultades con la memoria y concentración, irritabilidad, fatiga, náuseas, trastornos visuales, sensibilidad a la luz y al ruido, problemas de criterio, depresión y ansiedad[1]. La mayoría de los síntomas de las personas se resuelven en un mes, sin embargo, el mal manejo, el diagnóstico erróneo, el hecho de pertenecer al género femenino y los problemas emocionales preexistentes pueden causar que los síntomas continúen durante meses o años. 

 

No está claro por qué las mujeres parecen experimentar el síndrome de post conmoción cerebral con mayor frecuencia que los hombres. Las teorías actuales sugieren que la circunferencia / fuerza del cuello, las hormonas y un mayor nivel de consultas pueden ser las razones. Las mujeres experimentan fluctuaciones hormonales constantes, y las deficiencias previas de progesterona (debido al dominio del estrógeno) posiblemente podrían empeorar los síntomas. También se cree que el hecho de que una mujer esté en su ciclo menstrual durante el momento de la lesión puede condicionar los síntomas.

 

Fisiopatología

 

Originalmente, se pensaba que las conmociones cerebrales eran una lesión de la materia gris, sin embargo, la investigación actual sugiere que el mecanismo de la lesión involucra una mayor parte de la materia blanca, lo que provoca el corte o desgarre de las neuronas de la materia blanca del cerebro. Esta fase inicial, o la fase de “crisis energética”, es más aguda, en la cual las fuentes de ATP del cerebro son limitadas y hay una entrada de Ca2+ en las células [1]. Esto puede conducir a la supresión de ciertas vías neurológicas (por ejemplo, oculomotora, vestibular-ocular, cervical, otros nervios craneales). En otras palabras, se produce un cambio “funcional”, en oposición a un cambio “estructural”. La segunda fase, y más a largo plazo / crónica, es la “depresión en expansión”, en la cual varias vías neurológicas reciben un estímulo neurológico o suministro de sangre cerebrovascular inadecuado.

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La investigación también muestra que las personas con un déficit preexistente en ciertos sistemas (por ejemplo, oculomotor), pueden tener más dificultades para recuperarse de dicha lesión. No es raro que las personas con conmoción cerebral posterior experimenten disautonomía, en la que las funciones cerebrales autónomas (frecuencia cardíaca, presión arterial, visión) se ven afectadas. Este estado a menudo se conoce como “dominio del sistema simpático”. Debido a esto, cualquier terapia que fomente la respuesta parasimpática será útil para restaurar las funciones vagales (por ejemplo, frecuencia cardíaca en reposo, visión, digestión, etc.). 

 

El tratamiento del síndrome de post conmoción cerebral es multifacético. Implica un enfoque interdisciplinario con tratamientos que no se limitan a los siguientes: descanso, rehabilitación activa, ejercicio, terapia vestibular, oculomotora (neuro-optométrica), cervicoespinal, educación, asesoramiento, terapia física, terapia cognitiva conductual, terapia cognitiva, medicamentos y acupuntura. Las terapias nutricionales, de suplementos y herbales se han utilizado menos, sin embargo, pueden proporcionar apoyo complementario para el manejo de las mTBI. 

 

INTERVENCIONES DIETÉTICAS [2]

 

 

Dieta cetogénica y antiinflamatoria

 

La dieta cetogénica proporciona una fuente alternativa de combustible que no es glucosa, ya que una lesión cerebral perjudica la utilización de la glucosa. Se ha demostrado que las cetonas en la sangre aumentan el flujo sanguíneo cerebral en un 40%. Los transportadores de monocarboxilato (MCT, por sus siglas en inglés) en el aceite MCT y el aceite de coco también mejoran la utilización de la glucosa. Otro beneficio importante del aceite de coco es su capacidad para reducir la inflamación y aumentar el glutatión endógeno. El glutatión es un poderoso antioxidante endógeno que elimina los radicales libres en los tejidos cerebrales.

 

Dado que la inflamación es una característica distintiva en una mTBI, y puede ser un factor que contribuye a problemas como el síndrome de post conmoción cerebral, una dieta antiinflamatoria (que se usa comúnmente en la medicina naturopática) puede ser útil. Los alimentos antiinflamatorios comunes son: pescado graso, nueces, aceite de oliva, bayas y verduras de hoja verde. 

Se debe recomendar evitar los alimentos que promueven la inflamación como el azúcar, los carbohidratos procesados, el alcohol, las carnes rojas y la cafeína.

 

En general, es importante asegurarse de que el paciente obtenga una nutrición y nutrientes adecuados. Un estudio que hizo una encuesta sobre la ingesta alimentaria y nutricional de pacientes con TBI encontró que la deficiencia de 14 nutrientes clave produjo resultados peores después de una TBI. En este estudio se demostró que una dieta deficiente en magnesio, folato, vitamina K y vitamina C se correlacionó con un empeoramiento en los síntomas neuroconductuales.

omega 3

 

 

Omega-3

 

La evidencia muestra efectos antiinflamatorios y neuroprotectores de los ácidos grasos omega-3 en las lesiones cerebrales[3]. Tanto el ácido eicosapentaenoico (EPA) como el ácido docosahexaenoico (DHA) se destacan: el EPA tiene un efecto más antiinflamatorio y el DHA se dirige a las membranas neuronales (el DHA constituye hasta el 97% de los ácidos grasos en el cerebro).

Los estudios en animales y el uso clínico sugieren su beneficio, sin embargo, no se han realizado ensayos clínicos en humanos sobre los ácidos grasos omega-3 y las lesiones cerebrales.

Los estudios preclínicos en animales han demostrado una mejora en la memoria cognitiva y espacial al utilizar ácidos grasos omega-3[4].

 

 

Melatonina

 

La melatonina es un fuerte antioxidante que tiene cualidades neuroprotectoras. Su capacidad para unirse a regiones cerebrales específicas de la melatonina y atravesar fácilmente la barrera hematoencefálica lo convierten en un suplemento ideal para los síntomas posteriores a una conmoción cerebral y una lesión cerebral[5]. Un estudio en ratas mostró que ratas expuestas a daños en la corteza prefrontal y el hipocampo tuvieron una mejoría en el funcionamiento basal después de ser tratadas con melatonina[6].

 

 

Curcumina (Curcuma longa) [7]

 

La curcumina es una especia india amarilla y naranja que se usa tanto para fines culinarios como medicinales.

Muchos estudios demuestran que la curcumina tiene efectos antiinflamatorios en diversas enfermedades neurodegenerativas. La curcumina contiene un compuesto de polifenol llamado curcuminoides que ha demostrado modular el estrés oxidativo relacionado con la disfunción mitocondrial y las citocinas inflamatorias COX-2. Otro mecanismo es a través del aumento de la hormona del crecimiento en el cerebro (factor de crecimiento neurotrófico derivado del cerebro).  

Estos mecanismos bioquímicos promovieron una mejor cognición, aprendizaje / memoria y movimientos corporales en el estudio.

 

Vitamina D y progesterona

 

Varios estudios muestran el beneficio de la vitamina D como agente antiinflamatorio después de una lesión cerebral traumática / conmoción cerebral. Aunque se le denomina vitamina, la vitamina D tiene amplios efectos hormonales en el cuerpo. 

En particular, produce un mayor beneficio cuando se combina con la hormona progesterona. Dado que la glándula pituitaria puede verse afectada por las lesiones cerebrales traumáticas y las conmociones cerebrales, la producción de progesterona también puede resultar perjudicada.

 

Clínicamente, las terapias de reemplazo hormonal de progesterona, testosterona y tiroides también pueden mejorar los síntomas del síndrome de post conmoción cerebral. Esto también se debe al hecho de que las TBI y las conmociones cerebrales pueden afectar la función de la glándula pituitaria y, por lo tanto, tener un efecto cascada en la función hormonal.

 

Terapias de cuerpo y mente

 

La acupuntura es una práctica de la medicina naturopática que muestra beneficios en una amplia variedad de afecciones. Una revisión Cochrane del uso de la acupuntura para las TBI encontró que la función general, motora y del habla mejoró en un total de 294 participantes[9]. Otra investigación demostró mejoras en el sueño, la cognición y la depresión. La acupresión también ha demostrado ser útil y menos invasiva. 

El yoga, el tai chi y la atención plena son otras terapias de la mente y el cuerpo que se han estudiado para ver si pueden ayudar en la recuperación y el manejo de las TBI. Los efectos positivos de estas terapias en el cuidado de la salud mental son su capacidad para mejorar el tono parasimpático, la variabilidad del ritmo cardíaco, la neuroplasticidad y más [10]. Esto es útil para la población que sufre de mTBI, junto con sus posibles beneficios en el aumento de la fuerza y el equilibrio que pueden verse afectados como resultado de la lesión.

 

 Apoyo para la salud mental

 

La ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático generalmente se asocian con las mTBI. Esto puede suceder tanto por una respuesta inflamatoria como por un desequilibrio de los neutrotransmisores después de la lesión. Además de los síntomas físicos que acompañan al síndrome de post conmoción cerebral, los problemas de salud mental plantean un problema adicional.

 

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En estos casos, los tratamientos de salud mental naturopáticos también serían útiles. Estos incluyen, entre otros: 5-HTP, hierba de San Juan, magnesio, curcumina, vitaminas B, aceite de pescado, acupuntura y terapias de mente y cuerpo.

También se ha observado clínicamente que las personas que padecen mTBI pueden tener insuficiencia hormonal y tiroidea, por lo que apoyar estos sistemas también puede mejorar la salud mental.

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En general, una dieta antiinflamatoria y con bajo contenido de azúcar, junto con suplementos neuroprotectores clave y apoyos hormonales puede ser útil para ayudar en el tratamiento de las mTBI y la recuperación del síndrome de post conmoción cerebral. Además de estas medidas, las terapias de cuerpo y mente como la acupuntura, la atención plena y el yoga sirven como otras herramientas de tratamiento complementarias y holísticas. 

 

 

REFERENCIAS:

  1. Warden D, Ryan Laurie. Post Concussion Syndrome. Int Rev Pyschiatry. 2003.
  2. Wahls  T et al. Assessment of Dietary Adequacy for Important Brain Micronutrients in Patients Presenting to a Traumatic Brain Injury Clinic for Evaluation (6), 252-9.
  3. Lewis M. Concussions. Traumatic Brain Injury, and the Innovative Use of Omega-3s. J Am Coll Nutr.(5), 469-75. 2016.
  4. Barrett E. w-3 Fatty Acid Supplementation as a Potential Therapeutic Aid for the Recovery from Mild Traumatic Brain Injury/Concussion. Advances in Nutrition.(3):286-277. 2014.
  5. Yamakawa G et al. Manipulating Cognitive Reserve: Pre-injury Environmental Conditions Influence the Severity of Concussion Symptomology, Gene Expression, and Response to Melatonin Treatment in Rats. (295). 55-65. 2017.
  6. Osiet et al. Melatonin as a Therapy for Traumatic Brain Injury: A Review of Published Evidence. Int J Mol Sci (5). 2018.
  7. Kim D, Kim J, Han Y.Curcuminoids in Neurodegenerative Diseases. Recent Pat CNS Drug Discov. (3), 184-204. 2012.
  8. Wong V, Cheuk D, Lee S, Chu V. Acupuncture for acute management and rehabilitation of traumatic brain injury. Cochrane Database Syst Rev. 2013
  9. Richer. Functional Medicine Approach to Traumatic Brain Injury. Med Acupunct. 29(4): 206-214.2017.