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Demencia - 10 maneras de reducir su riesgo de sufrir demencia

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10 maneras de reducir su riesgo de sufrir demencia

by Dr. Christina Bjorndal, ND

Natural Terrain Naturopathic Clinic
200-6650 177th St NW
Edmonton, AB
T5T 4J5

(587) 521-3595 naturalterrain.com
What is Dementia?



¿Qué es la demencia?

La demencia es un término genérico para un conjunto de síntomas que son causados por trastornos que afectan al cerebro. Los síntomas pueden incluir pérdida de memoria y/o dificultades para pensar, con la resolución de problemas o el lenguaje, y pueden dar lugar a cambios en el estado de ánimo o el comportamiento. La enfermedad de Alzheimer es la enfermedad más común que causa la demencia, pero hay otras causas, incluyendo cambios vasculares, problemas de la glándula tiroides, traumatismo craneal, depresión, deficiencia de vitaminas, enfermedad de Parkinson, infecciones crónicas y medicamentos [1].

La demencia puede ser progresiva si no se trata la causa, lo que significa que los síntomas empeorarán gradualmente a medida que se dañan más células cerebrales. Sin embargo, algunas causas son tratables y la demencia es reversible si, por ejemplo, la causa de la demencia es una deficiencia de vitaminas, medicamentos o problemas de tiroides. Si nota signos de demencia, es importante acudir a un profesional de la salud para determinar y tratar la raíz del problema.

No todas las demencias pueden atribuirse a una predisposición genética, pues esta enfermedad se debe más a factores ambientales, fisiológicos y de estilo de vida. Si usted o un ser querido está preocupado por la posibilidad de desarrollar demencia, la buena noticia es que podrá llevar a cabo una gran cantidad de tareas de prevención para mantener su cerebro sano.

Existen tanto factores de riesgo modificables como no modificables en la demencia. ¡Aquí nos centraremos en aquellos de los que podemos ocuparnos! Hemos desarrollado 10 estrategias para ayudar a prevenir el desarrollo de la demencia trabajando en casi todos los factores de riesgo modificables que aparecen a continuación: :[2]

  • Dieta pobre y deficiencias de vitaminas
  • Uso de medicamentos que contribuyen a la demencia
  • Deficiente función tiroidea
  • Riesgos cardiovasculares (colesterol alto, hipertensión, diabetes)
  • Fumar
  • Poca actividad física
  • Beber alcohol
  • Lesiones en la cabeza

Diez maneras de ayudar a reducir el riesgo de demencia
  1. Minimizar el uso de medicamentos anticolinérgicos Los anticolinérgicos actúan inhibiendo los impulsos del nervio parasimpático. El sistema nervioso parasimpático es una de las dos partes principales del sistema nervioso automático. Gestiona las actividades que ocurren cuando el cuerpo está en reposo. Los nervios del sistema parasimpático son responsables del movimiento involuntario de los músculos en el tracto gastrointestinal, los pulmones, el tracto urinario y otras partes del cuerpo.
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    1. Muchos medicamentos para dormir, para el corazón, antidepresivos y medicamentos para la alergia (entre otros muchos), recetados y de venta libre, producen una actividad anticolinérgica moderada a fuerte en el cuerpo. Un estudio reciente a largo plazo ha demostrado que el uso acumulativo de altas dosis de anticolinérgicos se asocia con un mayor riesgo de desarrollar demencia. Se están implementando medidas para ayudar a los proveedores de salud a educar a los pacientes e informarles sobre qué medicamentos tienen este efecto, qué cantidad se considera peligrosa y cómo reducir su uso. No deje de tomar estos medicamentos de inmediato si los está tomando en la actualidad, pero asegúrese de hablar con su médico para saber cómo limitar su uso o cambiar los medicamentos [4][5]
    2. Haga clic en este enlace para ver una lista de medicamentos comunes con propiedades anticolinérgicas: http://www.virginiageriatrics.org/consult/medications/medsList.html
  2. Tome vitamina D
    1. Tanto los estudios en animales como los estudios preclínicos en humanos han demostrado una correlación entre los bajos niveles de vitamina D y el deterioro cognitivo que produce los síntomas de demencia. La administración de vitamina D a los animales protege contra los procesos que conducen a la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Se van a llevar a cabo más ensayos a gran escala en humanos, pero todas las pruebas señalan el beneficio protector de la vitamina D. Puede que no sea suficiente con salir al sol, especialmente en los meses de invierno, así que tomar un suplemento es la forma más eficaz de obtener niveles óptimos de vitamina D para la prevención de la demencia. [6]
  3. Tomar aceite de pescado
    1. El ácido docosahexaenoico (DHA) es una de las grasas principales en el aceite de pescado. Los niveles más bajos de DHA se asocian con un mayor deterioro cognitivo y puntuaciones más pobres en las pruebas de memoria en adultos más mayores. Varios estudios han demostrado que la suplementación con aceite de pescado es más eficaz en las primeras etapas de la demencia o incluso antes de que aparezca ningún síntoma para ayudar a prevenirla. Para asegurarse de que tiene el efecto deseado, tome suficiente aceite de pescado (por lo general, una combinación de EPA y DHA) para obtener un mínimo de 1000 mg de DHA al día. [7][8] Como siempre, hable con su médico antes de comenzar a tomar aceite de pescado, porque la utilización incorrecta de suplementos puede tener efectos no deseados.
  4. Tome un suplemento vitamínico del complejo B
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    1. Las vitaminas B son cofactores en muchos procesos celulares. En este contexto, son muy útiles porque reducen los niveles de una molécula llamada homocisteína (HC), especialmente las vitaminas B12 y B6, y el folato. Se sabe que la HC daña el sistema vascular, por lo que tener un alto nivel de esta molécula puede conllevar un riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular u otros problemas vasculares que conducen al deterioro cognitivo relacionado con la edad. Algo tan sencillo como tomar un complejo vitamínico B que incluya 500 mcg de B12 puede disminuir eficazmente los niveles de HC y reducir su efecto perjudicial en el cuerpo.[9]
  5. Realice actividad física
    1. Hacer que se mueva su sangre y que su corazón bombee sangre de manera adecuada es una de las maneras más eficaces de fortalecer su sistema vascular. ¡Y esto es medicina preventiva que sirve para casi todas las afecciones de salud crónicas! No necesita involucrarse en un régimen de entrenamiento intenso; 30 minutos al día de actividad moderada como caminar, ir en bicicleta o dedicarse a la jardinería es suficiente para comprobar los beneficios que el ejercicio tiene para la salud. Si practica ejercicio fuera aumentará aún más los beneficios. Además, la conexión con la naturaleza es inherentemente sanadora y se ha demostrado que reduce la presión arterial y el peso más rápido que cuando se practica ejercicio en interiores. [9][10]
  6. Desafíe su cerebro intentando algo nuevo, haciendo crucigramas, rompecabezas de palabras o aprendiendo un idioma nuevo
    1. ¿Le parece increíble? Esto tiene carácter preventivo. Numerosos estudios han demostrado que ser bilingüe, por ejemplo, retrasa el inicio de los síntomas de la demencia en casi cinco años en relación a adultos mayores que solo hablan un idioma. [10] Otro estudio ha demostrado que hacer crucigramas de manera regular puede retrasar el comienzo del declive de la memoria en unos 2,5 años. [12]
  7. Controle el consumo de alcohol y deje de fumar
    1. El daño que causa el fumar y el consumo excesivo de alcohol es incomparable y es lo que conduce a muchos procesos de enfermedades crónicas. Existen pruebas claras que indican que los fumadores habituales tienen un 45% más de riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en relación a los no fumadores o exfumadores. Si consideramos el riesgo asociado al consumo de alcohol, es interesante observar que las personas que beben cantidades moderadas de alcohol (1-6 bebidas por semana) en realidad tienen el riesgo más bajo de desarrollar demencia. Las personas que no consumen alcohol tienen un riesgo ligeramente mayor que los bebedores moderados y aquellos que beben excesivamente tienen un riesgo más alto. Estos resultados se explican por el ligero poder antioxidante que tiene el consumo moderado de alcohol, sobre todo si se trata de vino tinto. Por lo general, se considera que el consumo moderado de alcohol no es más de una bebida al día. Esto no significa que deba empezar a beber, si no lo hace en la actualidad, para reducir su riesgo de padecer demencia, pero sepa que si lo hace, no tendrá que preocuparse por aumentar el riesgo de demencia si se limita a un máximo de una al día. [3]
  8. Protéjase contra lesiones en la cabeza durante toda su vida
    1. Use casco cuando vaya en bicicleta o en moto, no valen "si", "y" o "peros". Si alguna vez sufre una conmoción cerebral, asegúrese de no dañar más su cerebro mientras se encuentra en un estado ya de por sí grave. Tenga mucho cuidado y protéjalo adecuadamente para evitar sucesivas conmociones cerebrales. [2]
  9. Conéctese a las redes sociales e interactúe con otros de manera regular
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    1. Tener una red social fiable es una de las mejores defensas contra muchas enfermedades. Si interactúa regularmente con otras personas puede protegerse contra los efectos adversos del aislamiento y la soledad. ¡Y además si combina esto con la actividad física o la naturaleza, podrá obtener beneficios adicionales! [2]
  10. Controle sus números: Mantenga su presión arterial, colesterol, niveles de glucemia en ayunas y peso dentro de los intervalos recomendados

    Todas estas medidas de salud cardiovascular y metabólica son algunos de los indicadores más importantes de la demencia. Estas son grandes categorías que afectan no solo el riesgo de padecer demencia, sino también las enfermedades del corazón, enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades, por lo que es recomendable que controle estos parámetros de su salud. Su metabolismo también forma parte de esto—los adultos que desarrollan diabetes tipo 2 durante la mediana edad son dos veces más propensos a desarrollar Alzheimer que los que no padecen esta afección. Afronte estos con ayuda de su proveedor de atención médica y recurriendo a alternativas naturales. [2]

Teniendo en cuenta todas las medidas explicadas anteriormente podrá protegerse y proteger su cerebro contra el deterioro asociado con la edad y la demencia. Asegúrese de descartar otros problemas de salud como la disfunción tiroidea o la depresión con un proveedor de atención médica. Además de considerar todas estas sugerencias, no olvide que tener una dieta sana regular con pescado, frutos secos, semillas, y verduras es muy beneficioso para prevenir la demencia y para la salud en general. ¿Qué le impide cuidar de sí mismo ahora para que tanto usted como su amado cerebro puedan vivir saludablemente en la vejez? ¡Cuídese e incorpore estos hábitos hoy mismo!