Enfoque naturopático de la salud cardiovascular
Mucho antes de que febrero fuera declarado “Mes del Corazón” en Canadá, “Mes Americano del Corazón” en los Estados Unidos y “Mes Nacional del Corazón” en el Reino Unido, los niños y adultos ya celebraban el 14 de febrero como el día de amor y la amistad. Además de tener el corazón como símbolo común para estos eventos, la ciencia ha validado la relación entre el estado de ánimo y un corazón sano. Febrero es un buen mes para recordar el gran rango de intervenciones naturopáticas que ayudan con todas las cosas relacionadas con la salud del corazón.
El corazón y el sistema cardiovascular
El sistema cardiovascular es un sistema complejo que tiene como centro al corazón, y funciona enviando sangre oxigenada a los órganos mediante una red de vasos sanguíneos. Este sistema puede entenderse mejor usando “la analogía de la torre de agua del sistema cardiovascular.”[1] En esta analogía, el corazón es la torre de agua de la ciudad que recibe el agua limpia y la distribuye a los hogares mediante las tuberías. La torre de agua tiene censores que le permiten monitorear cuánta agua se debe distribuir a cada casa. El funcionamiento de la torre de agua depende del funcionamiento adecuado del suministro de agua limpia, así como de la integridad de las tuberías y de las casas. Según esta analogía, el funcionamiento adecuado del sistema cardiovascular depende de los órganos que le suplen la sangre oxigenada, del corazón, de los vasos sanguíneos y de los órganos que reciben esta sangre.
La salud cardiovascular se evalúa con una variedad de herramientas que nos dan información de la integridad del músculo cardíaco, las válvulas del corazón, los vasos sanguíneos, el flujo de sangre a través de ellos, la presencia de inflamación y mucho más. Un sistema cardiovascular deteriorado puede generar diversas condiciones, como la hipertensión arterial, la arterioesclerosis, las arritmias, la insuficiencia cardíaca, el accidente cerebrovascular y el infarto del miocardio.
Como en la analogía de la torre de agua, la salud cardiovascular se debe considerar de manera holística. Si bien las influencias genéticas en la salud cardiovascular no se pueden modificar, se ha demostrado que el estilo de vida y la medicina natural cambian el pronóstico de nuestra salud cardiovascular. A continuación, veremos algunas de las intervenciones mejor estudiadas para conseguir un sistema cardiovascular sano.
El poder de las modificaciones en el estilo de vida
Está bien demostrado que el ejercicio,[2] las dietas ricas en frutas y vegetales,[3] las dietas vegetarianas,[4] la dieta mediterránea,[5] y los enfoques alimentarios para detener la hipertensión (DASH, por sus siglas en inglés)[6] reducen los factores de riesgo cardiovascular. El uso de tabaco se relaciona con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, mientras que dejar de fumar a una edad temprana (40 años) produce una importante reducción del 90% en el riesgo de mortalidad adicional.[7]
A menudo se pasa por alto el posible impacto del estado de ánimo, el sueño, la sauna y los baños, y del entorno ambiental sobre la salud cardiovascular. Estudios clínicos recientes ilustran el impacto significativo de las modificaciones del estilo de vida sobre la salud cardiovascular y el bienestar general.
Estado de ánimo
Una actitud mental positiva que incluye emociones como la felicidad, el optimismo y la gratitud está ligada de manera independiente al mejoramiento de la salud cardiovascular.[8], [9] En un estudio prospectivo de 70 021 mujeres mayores, con un seguimiento de más de ocho años, las mujeres en el cuartil más alto de optimismo tuvieron un 38% de reducción de riesgo (Intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,50 a 0,76) de mortalidad por enfermedad cardiovascular y un 39% de reducción de riesgo (IC del 95%: 0,43 a 0,85) de mortalidad por accidentes cerebrovasculares.[10]
Intervenciones tales como breves demostraciones de gratitud (usualmente bajo la forma de cartas, diarios y listas), el ejercicio del ‘Mejor yo posible’, y la meditación de atención plena (tales como la respuesta de relajación), que mejoran el bienestar subjetivo y el optimismo, tienen efectos favorables sobre el sistema cardiovascular.[11], [12], [13]
Sueño
El reloj circadiano de 24 horas regula varias funciones cardiovasculares incluyendo la función endotelial, la formación de trombos, la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca. Las alteraciones en este ritmo se asocian con un incremento en la incidencia de enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, la insuficiencia cardíaca, el infarto del miocardio y las arritmias.[14], [15] Un desajuste circadiano a corto plazo (12 h de ciclo invertido durante tres días) incrementa la presión diastólica y sistólica en 24 horas en 3,5 mmHg y 1,5 mmHg, respectivamente y aumenta los niveles de marcadores inflamatorios (Interleucina 6 sérica, proteína C reactiva, resistina y factor de necrosis tumoral (FNT)‑α) en 3–29%.[16]
Los horarios regulares de inicio y finalización del sueño, dormir en la oscuridad y otras prácticas saludables de higiene del sueño pueden ayudar a prevenir las alteraciones del ritmo circadiano y sus efectos sobre el sistema cardiovascular.
Sauna y baños
Baños de Sauna y de agua caliente (> 41 °C) se correlacionan con una mejor salud cardiovascular.[17] Baños de agua caliente con una duración promedio de 12,4 ± 9,9 min y una frecuencia de cinco o más veces por semana mostró efectos favorables sobre los parámetros de arteriosclerosis y hemodinámicos centrales.[18] En un estudio prospectivo de cohorte en 2.315 hombres de edad mediana con una mediana de seguimiento de 20,7 años, una mayor frecuencia de baños de sauna se asoció con la reducción de riesgo de muerte súbita cardíaca, enfermedad coronaria fatal y mortalidad por todas las causas.[19] Otro estudio que incluyó 102 participantes, demostró que los baños de sauna durante 30 minutos tuvieron efectos beneficiosos sobre el endurecimiento de las arterias y la presión arterial.[20]
Baños de bosque
Los baños de bosque estimulan la “experiencia de cinco sentidos” (visión, olfato, audición, tacto y gusto) al exponer el cuerpo a un ambiente boscoso. Una revisión sistemática de los baños de bosque demostró que dichas actividades podrían tener los siguientes beneficios: mejoramiento sustancial de la función cardiovascular y de los índices hemodinámicos e inflamatorios; mejoramiento significativo del estado emocional, la actitud y los sentimientos hacia las cosas; recuperación física y psicológica; comportamientos adaptativos; y mejoría de la ansiedad y depresión.[21] Un estudio aleatorizado que incluyó 24 pacientes ancianos con hipertensión esencial evidenció que los baños de bosque tienen efectos terapéuticos sobre la hipertensión e inducen la inhibición del sistema renina-angiotensina y la inflamación[22]
Medicinas naturales para la salud cardiovascular
Aceites de pescado
Se ha demostrado que los suplementos de ácidos grasos omega-3 mejoran los indicadores y desenlaces de la salud cardiovascular. Un metaanálisis de 13 estudios aleatorizados controlados que incluyeron 127.477 participantes, concluyó que el suplemento de omega-3 disminuye el riesgo de infarto del miocardio, muerte por enfermedad cardiaca coronaria (CHD por sus siglas en inglés), CHD total, muerte por enfermedad cardiovascular (CVD por sus siglas en inglés), y CVD total.[23] Un metaanálisis que examinó 11 estudios aleatorizados con 100.609 pacientes mostró que los ácidos grasos omega-3 produjeron una reducción estadísticamente significativa en la mortalidad debida a problemas cardiovasculares (RR = 0,937 ; 95 % IC: 0,88 a 0,98; p = 0,018).[24] Recientemente, otro metaanálisis y metaregresión de estudios clínicos intervencionales incluyendo 40 estudios con un total combinado de 135.267 participantes concluyó que la suplementación con EPA y DHA (por sus siglas en inglés) se asoció con un riesgo menor estadísticamente significativo (p < 0,001) de CHD y de infarto del miocardio (IM) de manera dosis-dependiente, donde cada 1 g/d adicional se asoció con una reducción significativa del riesgo de 9,0%. Este Metaanálisis también encontró una reducción significativa en el riesgo de CVD (un 35% de reducción de riesgo de IM fatal y un 9% de reducción en el riesgo de mortalidad por CHD).[25]
Un metaanálisis que incluyó 171 estudios aleatorizados, controlados por placebo, simple ciego tuvo como objetivo cuantificar el efecto de los suplementos contentivos de EPA y DHA sobre los factores de riesgo para enfermedad cardiovascular. Comparado con el grupo control, los sujetos que recibieron suplementos de EPA y DHA experimentaron reducciones significativas en los niveles de triglicéridos de 0,368 mmol/L (95% IC: −0,427 a −0,309), la presión arterial sistólica de 2,195 mmHg (95% IC: −3,172 a −1,217), la presión arterial diastólica de 1,08 mmHg (95% IC: −1,716 a −0,444), la frecuencia cardíaca de 1,37 ppm (95% IC: −2,41 a −0,325) y la proteína C reactiva de 0,343 mg/L (95% IC: −0,454 a −0,232).[26]
La evidencia actual proveniente de múltiples estudios sugiere que una dosis alta de aceites de omega-3 (2–4 g/d de EPA y DHA combinados) parece ser segura y reduce los eventos de CVD.[27]
Ajo
Un estudio aleatorizado controlado de 12 semanas de duración involucrando 62 pacientes coronarios con hiperhomocisteinemia dio como resultado que los sujetos del grupo que recibió alicina de ajo (40 mg tres veces al día) mostraron reducciones significativas en la mediana del grosor de la túnica intima de la arteria carótida, en los niveles plasmáticos de homocisteina, de colesterol total y de triglicéridos (p < 0,05). Las reducciones en el grupo de alicina fueron significativamente mayores que aquellas en el grupo control (todas con p < 0,01).[28]
Un estudio clínico aleatorizado, controlado con placebo en 56 pacientes con enfermedad cardiovascular investigó el efecto del ajo en la tasa de arteriosclerosis medida a través de la mediana del grosor de la túnica intima de la arteria carótida (CIMT por sus siglas en inglés). Luego de tres meses, los valores de CIMT de los pacientes que recibieron tabletas de polvo de ajo (1200 µg de alicina dos veces al día) tuvieron variaciones menores (0,009 ± 0,007 mm de reducción respecto a la línea de base), mientras que en el grupo placebo, se observó un aumento en los valores de CIMT (0,04 ± 0,01 mm de aumento respecto a la línea de base). Luego de tres meses de tratamiento, las variaciones promedio de CIMT con respecto a la línea de base fue significativamente diferente entre ambos grupos (p < 0,001).[29]
Un metaanálisis de 12 estudios clínicos en adultos con hipertensión arterial, confirmó que la administración de ajo, comparado con el grupo control, disminuyó significativamente la presión arterial sistólica en 8,32 ± 1,93 mmHg (p < 0,00001), y la presión arterial diastólica en 5,48 ± 1,92 mmHg (p < 0,00001). Esta reducción en la presión arterial se asoció con un 16-40% en reducción de riesgo de sufrir eventos cardiovasculares tales como infarto cardíaco y accidente cerebrovascular.[30]
También en una revisión sistemática y metaanálisis incluyendo 33 estudios y un total de 1.273 individuos, la concentración sérica de TC, LDL, TG, HDL, glicemia en ayunas, y HbA1C mostró mejorías significativas (p = 0,001) en el grupo total que recibió suplementos de ajo (500 mg–20.000 mg) versus el grupo que recibió placebo.[31]
Resveratrol
Un estudio aleatorizado, doble ciego controlado con placebo en 71 individuos con diagnostico reciente de dislipidemia encontró que los sujetos en el grupo de resveratrol (100 mg/d) mostraron una reducción significativa en sus niveles de colesterol total (p = 0,04) y de triglicéridos (p = 0,04) comparados con el grupo placebo.[32]
En un estudio clínico aleatorizado controlado en 85 pacientes con enfermedad coronaria arterial (angina de pecho estable —FC II), 55 pacientes del grupo de control recibieron la terapia estándar (β‑bloqueantes, estatinas, aspirina) y los 30 pacientes restantes en el grupo de estudio recibieron la terapia estándar más resveratrol (100 mg). Luego de dos meses, la fracción de eyección ventricular izquierda mejoró significativamente en 9,7% en el grupo de estudio y en 3,2% en el grupo control. Entre otras medidas cardioprotectoras, el grupo de resveratrol tuvo una reducción significativa en el número de contracciones auriculares y ventriculares prematuras .[33]
Conclusión
Los enfoques naturopáticos a la salud cardiovascular incluyen muchas aproximaciones basadas en evidencia incluyendo dieta, cambios en el estilo de vida, y suplementos de medicina natural. La inclusión de múltiples intervenciones es la manera ideal de atender la salud del corazón desde un punto de vista holístico y puede proporcionar beneficios adicionales.
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