Naturaleza y salud mental - Enfoque naturopático

Introduction

El diagnóstico de trastornos de salud mental en Canadá está aumentando en número. Uno de cada cinco canadienses sufrirá personalmente una enfermedad mental en su vida. De hecho, casi todo el mundo se verá afectado por un trastorno de salud mental —ya sea sufriendo en sus carnes un problema de salud mental o teniendo a alguien en su vida que sufre un trastorno de este tipo. El suicidio es una de las principales causas de muerte tanto en hombres como en mujeres desde la adolescencia hasta la madurez. El coste económico de la enfermedad mental en Canadá para el sistema de salud se estima en al menos 51 mil millones de dólares al año, incluyendo los costes de atención médica, la pérdida de productividad y la disminución de la calidad de vida relacionada con la salud. ^[1]

Estas estadísticas son aterradoras. Existe una compleja interacción de factores que contribuyen a la salud mental de un individuo, incluyendo factores genéticos, biológicos, de personalidad y ambientales. ^[1] Ha llegado el momento de explorar diferentes opciones de tratamiento para ayudar a las personas que están sufriendo este tipo de trastornos. Cuánto más simple y más efectivo sea el tratamiento, más fácilmente y más rápidamente se podrá tratar y ayudar a aquellos que sufren enfermedades de salud mental.

Varios estudios recientes han demostrado que sumergirse de lleno en la naturaleza puede ser extremadamente beneficioso para nuestra salud mental. Y de la naturaleza se puede disfrutar tanto en espacios naturales salvajes, como el desierto o la jungla, como en parques, espacios verdes urbanos y/o jardines. En este artículo vamos a explicar por qué la naturaleza es tan beneficiosa para nuestra salud mental y por qué este aspecto concreto debería ponerse en práctica como parte de un plan de tratamiento para pacientes que sufren graves enfermedades de salud mental.

Actividad física en la naturaleza

Varios estudios han demostrado que el ejercicio es extremadamente beneficioso para nuestra salud mental. No hay ninguna píldora que pueda hacer lo que el ejercicio puede hacer por nuestra mente. La actividad física mejora nuestro estado de ánimo, calidad de vida, autoestima, y el sueño y el funcionamiento cognitivo. Se ha constatado que la actividad física mejora sustancialmente las enfermedades de salud mental, particularmente la ansiedad, la depresión y el bienestar general. ^[2]

Un reciente estudio llevado a cabo por Stanford descubrió que realizar ejercicio en la naturaleza, en lugar de en un área urbana concurrida y bulliciosa, podría contribuir a tener un menor riesgo de depresión. Los participantes en este estudio fueron a dar un paseo en una zona rural verde o en una carretera urbana con mucho tráfico. Después de la caminata, los investigadores examinaron la parte del cerebro responsable de la reflexión, la meditación y el pensamiento obsesivo. Descubrieron que los que habían salido a pasear por el área rural habían experimentado una disminución en la actividad en esta parte del cerebro, mientras que los que habían caminado en un ambiente urbano no habían sufrido ningún cambio. ^[3]

Este estudio nos muestra que el lugar donde hacemos ejercicio también puede tener un efecto considerable sobre nuestra salud mental. Al cambiar el entorno en el que hacemos ejercicio, podemos cambiar también la actividad de nuestro cerebro.

Naturaleza y atención

Un estudio de investigación del Departamento de Psicología de la Universidad de Michigan constató que el rendimiento y la atención de la memoria mejoraron en un 20 por ciento después de que la gente pasara una hora interactuando con la naturaleza. Se llegó a la misma conclusión tanto si se trataba de un hermoso día soleado como de una noche fría de invierno. Además, descubrieron que ver imágenes de la naturaleza puede incluso ayudar a mejorar la memoria y la atención. ^[4] La naturaleza tiene un impacto en nuestro estado de ánimo y este estudio muestra que también afecta la forma en que prestamos atención a las cosas y nuestra capacidad de memorizar. Es importante asegurarse de que los niños y jóvenes que están estudiando tengan una exposición adecuada a la naturaleza mientras aprenden y se desarrollan, especialmente aquellos que sufren TDAH y otros trastornos de la atención.

Vitamina D

Se estima que un billón de personas en todo el mundo tiene una deficiencia o insuficiencia de vitamina D. ^[5] Esta deficiencia es tan común que en Ontario los médicos ya no pueden pedir al OHIP que cubra los costes de las pruebas de vitamina D de manera rutinaria, porque se asume que todas las personas tienen una deficiencia. La vitamina D se puede obtener del sol, a través de la dieta o de suplementos vitamínicos. Entre el 50% y el 90% de la vitamina D se produce a través de la exposición al sol, mientras que el resto proviene de la dieta. ^[5] La deficiencia de la vitamina D puede tener una serie de efectos negativos para la salud incluyendo, entre otros, obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedad de Alzheimer y depresión

Varios estudios han demostrado una correlación entre los bajos niveles de vitamina D y la depresión. Para prevenir una deficiencia de vitamina D, uno debe pasar entre 15 y 20 minutos al día bajo el sol y con el 40% de la superficie de la piel al descubierto. ^[5] Estar en la naturaleza puede disminuir la depresión y la vitamina D que se produce a gracias a la exposición a la luz del sol puede ser una de las razones.

La naturaleza cura

Un estudio holandés ha demostrado que la relación entre los eventos estresantes en la vida de un individuo y el número de quejas relacionadas con la salud o la percepción del estado de salud general disminuyeron significativamente en relación a la cantidad de espacio verde que había en un radio de unos tres kilómetros del hogar. Los encuestados que contaban con una gran cantidad de espacio verde cerca se vieron menos afectados al experimentar un acontecimiento estresante en la vida que aquellos encuestados que tenían menos espacios verdes en ese radio. También se observó el mismo patrón con respecto a los sentimientos de los pacientes acerca de su propia salud mental; los pacientes se sentían mejor cuando vivían en un área rodeada de más espacios verdes. ^[6]

Cómo aumentar la cantidad de tiempo que pasa en la naturaleza

Con el fin de sacar el máximo provecho de los beneficios que la naturaleza puede proporcionarnos debemos esforzarnos por salir al aire libre cada día, incluso si solo podemos hacerlo durante 10 o 15 minutos. El tiempo que pasamos al aire libre debe convertirse en una prioridad y en una parte de nuestra rutina diaria. Algunas maneras de aumentar el tiempo que pasa al aire libre son las siguientes:

• Caminar o ir en bicicleta al trabajo
• Ir a dar un paseo a un parque local en su hora de almuerzo
• Si tiene un perro, pasee con él/ella a diario
• Despiértese 15 minutos antes y pase ese tiempo caminando fuera
• Pruebe a practicar un nuevo deporte de invierno y trate de convertirlo en un hobby (esquí, patinaje sobre hielo, trineo, raquetas de nieve)
• En lugar de hacer ejercicio en un gimnasio, haga sus ejercicios al aire libre
• Camine en lugar de conducir, siempre que sea posible
• Límite el tiempo que pasa enfrente de la pantalla —¡le permitirá tener más tiempo para pasarlo al aire libre!
• Si vive en un área urbana, investigue para encontrar parques locales o rutas de senderismo en los alrededores y haga el esfuerzo de visitar estas áreas todos los días

Conclusión

Como ya se ha comentado anteriormente, la naturaleza tiene efectos muy positivos en la salud mental. Además, también se ha llegado a la conclusión de que hacer ejercicio en un área rural tiene más efectos positivos sobre la salud mental que si se realiza en un área urbana. La naturaleza aumenta la adquisición de memoria y la atención, aumenta los niveles de vitamina D (la vitamina de la felicidad) y además, la naturaleza tiene la capacidad de sanar.