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Virus del Herpes Simple: HSV-1 y HSV-2

Español

Virus del Herpes Simple: HSV-1 y HSV-2 - Tratamientos Naturales
by: Ashley Kowalski, HBSc, ND

Hampton Wellness Centre
1419 Carling Avenue Suite 209
Ottawa, ON K1Z 8N7

www.ashleykowalskind.com



Virus del Herpes Simple: HSV-1 y HSV-2 - Tratamientos Naturales




¿Qué es?

El virus del herpes simple (HSV) es una infección viral de las membranas mucosas y de la piel. Las lesiones pueden aparecer en muchas áreas diferentes, especialmente alrededor de la boca, los labios, los genitales y los ojos. Existen dos tipos de HSV: HSV- 1 y HSV-2. El HSV-1 es responsable del desarrollo del típico “herpes labial”; por tanto, tiene predisposición por la boca y los labios, aunque también puede causar herpes genital en algunos casos. Mientras tanto, el HSV-2 es el principal virus del herpes que afecta el área genital.[1].

El HSV-1 y el HSV-2 son virus de ADN largos, ubicuos y de doble cadena. El HSV-1 usualmente es transmitido a través de la saliva o del contacto piel con piel con alguna persona contagiada con el virus. Por otro lado, el HSV-2 se transmite a través del contacto sexual con una persona infectada. La probabilidad de infectarse con HSV-2 aumenta con el número de parejas sexuales, el sexo sin protección y tener una pareja con herpes genital. El HSV-1 y el HSV-2 deben entrar al organismo a través de una laceración expuesta de la piel o una membrana mucosa para poder infectar[5].

El HSV puede estar presente en el cuerpo entre 2 a 12 días antes de demostrar algún signo de infección. Usualmente el virus produce síntomas luego de una semana de incubación. Una vez que desaparece la infección inicial, el virus queda latente en el organismo. El HSV puede reactivarse bajo las circunstancias apropiadas. Las infecciones, los traumas, el estrés, la fiebre, el periodo menstrual y la exposición al sol son factores desencadenantes comunes de los brotes recurrentes. El HSV tiene afinidad por las células nerviosas; este infecta los nervios sensoriales y autonómicos antes de ascender a los ganglios de la columna espinal. Es allí en los ganglios nerviosos que el virus puede permanecer latente y reactivarse posteriormente. Luego que se reactiva, el virus migra de los ganglios al sitio blanco (usualmente las membranas mucosas o la piel) donde puede provocar un brote o desprenderse[4].

La severidad de la infección del herpes varia, dependiendo de si el episodio es primario o recurrente. El primer episodio del herpes genital usualmente tiende a ser el más severo. Estas lesiones pueden tomar entre una a seis semanas para sanar. El episodio sintomático inicial usualmente es seguido por una mayor probabilidad de recidiva clínica asi como el desprendimiento del virus. El desprendimiento es subclínico, y aparece cuando el tejido de la piel alberga el virus y literalmente se desprende, la transmisión del virus es simplificada a través del proceso de desprendimiento. Las recurrencias de la infección típicamente ocurren de 4 a 5 veces al año en aquellos con brotes sintomáticos. Mientras tanto, mucha de las infecciones por herpes son subclínicas y pasan indetectadas. Las personas asintomáticas son propensas a transmitir sexualmente la infección a otros inconscientemente[4].

La lesión clásica del herpes comienza con una pequeña pápula roja que evoluciona a una vesícula que contiene un líquido claro. Esta vesícula eventualmente formara una pústula. El dolor tipo ardor aparece posterior a la ulceración de estas lesiones. Las lesiones se ulceran más rápidamente en áreas húmedas que en áreas secas de la piel, en consecuencia, las lesiones sobre las membranas mucosas tienden a ser más dolorosas. Estas lesiones ulcerativas eventualmente formaran una costra.[2].

El HSV es una de las enfermedades de transmisión sexual más prevalentes. La población negra tiene una prevalencia de HSV mayor que la blanca, lo cual puede explicarse por el hecho de que los países en desarrollo están menos educados en cuanto a prácticas sexuales seguras. La incidencia anual más alta del herpes genital entre mujeres aparece entre los 20 y 24 años de edad y se estima que son 210 mujeres por cada 100,000. Mientras que, los hombres están más propensos a desarrollar infecciones por HSV-2 asintomáticas. Las personas con infecciones genitales por HSV-1 tienen un riesgo mucho menor de desprendimiento viral y brotes recurrentes sintomáticos que aquellos infectados con el herpes genital por HSV-2[2].


Diagnóstico Diagnóstico

A menudo los brotes por HSV están precedidos por una sensación de ardor, picazón y comezón en el área afectada. El HSV es recurrente y se presenta como racimos de ampollas dolorosas únicos o múltiples sobre una base roja, lo cual eventualmente se ulcera y forma una costra. A menudo los nódulos linfáticos se encuentran inflamados y sensibles en presencia de la infección. Los síntomas sistémicos también pueden estar presentes e incluyen fiebre, malestar, dolores corporales, dolores de cabeza y nausea. También son comunes los síntomas meníngeos, como la rigidez nucal y la fotosensibilidad. Las mujeres también pueden presentar flujo vaginal y un manchado intermenstrual cuando el HSV afecta el cuello uterino. También es común la inflamación de los ganglios linfáticos inguinales y la incomodidad durante la micción se produce cuando el herpes entra a la uretra o cuando la orina entra en contacto con lesiones de la superficie vulvar.[4].

Un médico puede hacer un mejor diagnostico basado en los antecedentes médicos, las pruebas de laboratorio y la inspección del área afectada a través de un examen físico. La examinación física involucra evaluar las lesiones y examinar el área genital. Si se presentan síntomas sistémicos, entonces se necesitará realizar un examen neurológico más profundo. Entre tanto, se indican pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico en la mayoría de las personas cuando tienen su erupción inicial.

Un cultivo de tejido es el mejor modo de aislar el virus del herpes con el fin de llegar a un diagnóstico. La reacción de cadena polimerasa (PCR) es el método diagnostico estándar para la infecciones del HSV del sistema nervioso central. La PCR para HSV, con su consistencia y su tasa substancialmente alta de detección del HSV, podría reemplazar el cultivo del virus como estándar de oro para el diagnóstico en aquellos con lesiones activas. Muchas personas también dan positivo para el virus en su sangre. Una prueba sanguínea positiva, sin embargo, no significa necesariamente que el individuo haya tenido previamente síntomas indicativos de un brote de herpes. Otros métodos probatorios aceptables incluyen la prueba de inmunofluorescencia directa (IFD), el ELISA y las pruebas de detección de antígenos. Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) pautan que el aislamiento del HSV en un cultivo celular seguido de una prueba antigénica con IFD puede ayudar a distinguir el HSV-1 del HSV-2[4].


Tratamientos naturales Tratamientos naturales
Suplementos
  1. La vitamina C y los bioflavonoides (600mg de cada uno tres veces al día por tres día luego de establecidos los síntomas) pueden ayudar a disminuir la duración de un brote de HSV. La vitamina C y los bioflavonoides tienen propiedades antivirales y antiinflamatorias las cuales pueden acelerar el tiempo de curación de las ampollas y del herpes labial.[6].
  2. La vitamina E (aplicaciones tópicas de 15 minutos sobre la lesión y alrededor de la misma) puede aliviar el dolor cuando se aplica tópicamente en la lesión. La vitamina E es un elemento neuroprotector el cual ayuda aliviar el dolor sobre el nervio durante las recurrencias. [6].
  3. La Lisina (1g tres veces al día durante los brotes; 1g al día para limitar los brotes y las recurrencias) ha demostrado ayudar a resolver y prevenir los brotes de HSV que involucran la boca, los labios y el área genital. Se piensa que la lisina tiene efectos inhibidores sobre la replicación del HSV, y es antagónico a la arginina, la cual promueve el crecimiento del HSV. El virus del HSV requiere la fabricación de proteínas ricas en arginina para poder replicarse. Limite el consumo de arginina si desea prevenir un brote o acelerar el proceso de curación. Los alimentos ricos en lisina incluyen los vegetales, los frijoles, el pescado, el pavo y el pollo. Los alimentos ricos en arginina incluyen las almendras, el merey y las semillas de girasol. [4].
  4. Se cree que la vitamina B12 (1000mcg al día vía intramuscular) tiene actividad antiviral en contra del virus del herpes. La vitamina B12 también es buena para el tratamiento de condiciones relacionadas con los nervios; es buena en general para la salud y el correcto funcionamiento nervioso. Por tanto, la vitamina B12 es una buena opción para ayudar a prevenir la aparición de infecciones por HSV.[1].
  5. El zinc (50-75mcg al día, combinado con 2mg de cobre para reducir la frecuencia, duración y severidad de las infecciones por HSV) mejora la inmunidad celular y ha demostrado inhibir la replicación del HSV. También puede ser aplicado tópicamente como solución de sulfato de zinc (4%) para reducir el dolor y mejorar el tiempo de curación. [1].


Botánicos
Botánicos
  1. Bálsamo de limón (aplicación tópica de 2 a 4 veces al día) las aplicaciones con el ungüento tópico han sido usadas sobre herpes labiales. Los estudios han demostrado que el bálsamo de limón reduce significantemente la probabilidad de infecciones recurrentes así como el tiempo de curación. El bálsamo de limón parece ejercer sus efectos antivirales sobre el HSV tras la entrada del virus a las células – los ensayos de unión de virus demostraron que el extracto no previene la entrada del HSV-2.[7].
  2. El Regaliz (aplique el ungüento o gel en la lesión varias veces al día) es conocido por sus propiedades para ayudar al sistema inmune. También actúa como antiviral al inhibir el crecimiento, actividad y replicación del virus simple del herpes. La aplicación tópica del ungüento o gel de regaliz reduce tanto el tiempo de curación como los síntomas incomodos del HSV-2. El regaliz también parece ser efectivo contra el HSV-1 al reducir la fluidez de la membrana lo cual inhibe la fusión del virus con las células. [8].
  3. El Ginseng Siberiano (de 500-3000mg de raíz seca en capsulas al día) ha demostrado disminuir la severidad de las infecciones por HSV. Los ingredientes activos de esta preparación herbal ayudan a estimular el sistema inmune y también disminuyen el número de brotes. [9].
  4. La crema de Aloe Vera (0.5%) contiene componentes que inactivan el HSV-2, ya sea usándose como único o en conjunto con el Aciclovir. Los estudios revelan que la crema de aloe acorta el tiempo de curación y disminuye la severidad de los síntomas. El aloe tiene la capacidad de aliviar, curar y proteger en contra de los síntomas del HSV.[6].

Conclusión

El virus simple del herpes es ubicuo en el ambiente. El HSV también es el más común de las infecciones transmitidas sexualmente. El HSV-1 es el principal responsable de los brotes dentro y alrededor de la boca y los labios; el HSV-2 es el principal responsable de los brotes genitales. Las infecciones por HSV también pueden ser asintomáticas y pueden reaparecer bajo ciertas circunstancias. Es importante controlar los factores ambientales los cuales pueden precipitar un brote. Una persona infectada es considerada como contagiosa, incluso si es asintomática. El HSV no deja al cuerpo, de hecho permanece latente en los ganglios nerviosos. Los brotes de HSV están caracterizados por pápulas que eventualmente forman vesículas llenas de fluidos, las cuales se ulceran y dan paso a la costra. Existen muchos tratamientos botánicos y nutricionales los cuales pueden disminuir el tiempo de curación y prevenir brotes futuros. Por favor consulte a su médico o a un profesional de la salud licenciado antes de tomar algún suplemento, botánico, o medicamento. Un profesional puede ayudarlo a determinar cuál suplemento es el más adecuado para sus circunstancias y presentación única.